La venganza de Putin
La interferencia rusa en la campa?a electoral americana es una represalia contra Obama y Hillary Clinton
Hubo un momento en el que Putin se vio en serio riesgo de perder el poder. Fue en diciembre de 2011, cuando Mosc¨² se llen¨® de manifestantes que protestaban por el fraude cometido en las elecciones parlamentarias celebradas el 4 de diciembre de ese mes. Tras haber logrado en las elecciones de 2007 el 64% de los votos y el 70% de los esca?os, el partido de Putin, Rusia Unida, se quedaba en un 49% de los votos y un 52% de los esca?os, una mayor¨ªa tan justa como lejana de los 2/3 de los esca?os que garantizaba a Putin la posibilidad de manejar el pa¨ªs y la Constituci¨®n rusa a su antojo.
Seg¨²n la oposici¨®n, esa mayor¨ªa parlamentaria no solo fue exigua sino fraudulenta, lo que provoc¨® las mayores manifestaciones vistas en Mosc¨² en 20 a?os. Putin, quedaba de manifiesto, hab¨ªa perdido a las clases medias educadas, especialmente a la moscovita, lo que llev¨® a muchos analistas a pronosticar una revoluci¨®n democr¨¢tica similar a la vista en los otros pa¨ªses del espacio exsovi¨¦tico en los a?os anteriores. Pero para Putin, la mano americana detr¨¢s de las protestas era evidente pues un buen n¨²mero de fundaciones estadounidenses dedicadas a la promoci¨®n de la democracia hab¨ªan estado asesorando y financiando a la oposici¨®n rusa. Con m¨¢s de 1.000 detenciones, tuvo que emplearse a fondo en reprimir a los manifestantes y someter a la oposici¨®n, lo que hizo con leyes que, entre otras cosas, prohibieron a ONG extranjeras operar en Rusia.
El convencimiento de Putin de que EE UU practicaba una pol¨ªtica de desestabilizaci¨®n y aislamiento de Rusia no hizo sino confirmarse con ocasi¨®n de las protestas en la plaza del Maid¨¢n en Kiev en diciembre de 2013, que acabaron con el derrocamiento del presidente, V¨ªktor Yanuk¨®vich, y la consiguiente p¨¦rdida de un pa¨ªs estrat¨¦gico para Rusia, que Putin siempre ha descrito como un golpe de Estado orquestado por Washington. La interferencia rusa en la campa?a electoral americana y el modo en el que los servicios secretos rusos han cultivado (?o reclutado?) a Trump y a su entorno son pues una represalia natural contra Obama y Hillary Clinton, art¨ªfices seg¨²n Putin, de esa estrategia. El exteniente coronel del KGB Vlad¨ªmir Putin ni perdona ni olvida. @jitorreblanca
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