Barcelona y Atl¨¦tico firman una inolvidable noche de f¨²tbol
Los azulgrana y los rojiblancos empatan tras batirse en un partido plet¨®rico por el juego, las alternativas y los goles en la ida de las semifinales de la Copa del Rey
La serie antol¨®gica Bar?a-Atl¨¦tico, la misma que encumbr¨® a jugadores como Romario, Ronaldo, Pantic o Pizzi, recuper¨® su vigencia con un partido explosivo en Montju?c. Los dos equipos se batieron sin reservas, de manera grandiosa y agradecida, con alternativas varias, artilleros diferentes y un futbolista ¨²nico como Lamine Yamal, genio y figura del plantel de Flick. No pod¨ªa faltar el sello del ambicioso y divertido equipo del t¨¦cnico alem¨¢n ni tampoco la versatilidad y poder¨ªo del plantel del Cholo Simeone en el carrusel de citas vertiginosas entre Barcelona y Atl¨¦tico.
Nadie es capaz de prever como acabar¨¢ la cumbre en el Metropolitano y por tanto qui¨¦n alcanzar¨¢ la final de Copa. El intercambio de golpes fue tan brutal que volvi¨® loco al marcador: 0-2, 4-2 y 4-4. Nadie especul¨® ni negoci¨® un resultado con vistas a la vuelta, sino que ambos contendientes no cedieron en una noche vibrante y espectacular, consecuente con el cartel que anunciaba un gran partido con dos grandes equipos.
El partido empez¨® con 0-2. El Atl¨¦tico tom¨® la pelota y, en menos de un minuto, Juli¨¢n ?lvarez remat¨® dos veces, una muy centrada y solucionada por Szczesny, y la segunda directo a gol, despu¨¦s de un c¨®rner botado por Griezmann y prolongado por Lenglet. El escorzo de la Ara?a ?lvarez fue tan inapelable como la transici¨®n que manej¨® cinco minutos m¨¢s tarde para habilitar a Griezmann. El franc¨¦s recort¨® a Balde y puso el segundo tanto ante el asombro de Montju?c. La explosiva carga ambiental se acab¨® a la entrada de un estadio m¨¢s pasivo sin la Grada d¡¯Animaci¨®. Los azulgrana no encontraban la pelota ante un Atl¨¦tico tan aseado como efectivo, muy a gusto con el plan de Simeone.
A juzgar por las alineaciones, el partido de Liga tuvo su incidencia en el de Copa porque Simeone repiti¨® el mismo equipo que gan¨® en la ¨²ltima jugada por 1-2, con excepci¨®n del portero Musso, mientras que Flick cambi¨® a cuatro futbolistas, adem¨¢s tambi¨¦n del meta una vez ya se ha asentado Szczesny. El t¨¦cnico azulgrana prescindi¨® de Lewandowski para atacar con dos falsos 9 como Olmo y Ferran al tiempo que manten¨ªa a Araujo en el banquillo y regresaba De Jong por Casad¨®. Una formaci¨®n menos agresiva e intensa que de costumbre y tambi¨¦n m¨¢s fresca y din¨¢mica, dispuesta a generar espacios y a no dar referencias a la zaga del Atl¨¦tico.
La vulnerabilidad barcelonista qued¨® tan manifiesta con el 0-2 como evidente fue tambi¨¦n su facilidad para combinar y precisar el toque hasta alcanzar en veinte minutos el 2-2. El partido cambi¨® de direcci¨®n en un abrir y cerrar de ojos por la gracia y tambi¨¦n el coraje del Bar?a, la direcci¨®n de Pedri y el poder absorbente de Lamine Yamal para sufrimiento de Gal¨¢n. Marc¨® Pedri despu¨¦s de un centro preciso de Kound¨¦, excelente como finalizador en una acci¨®n en la que se contaron ocho pases, e igual¨® Cubars¨ª de cabeza a la salida de un saque de esquina forzado por De Jong ante Gallagher. Ferran, mientras tanto, marr¨® dos ocasiones muy francas antes y despu¨¦s de los dos goles del equipo de Flick.
A bal¨®n parado, y tambi¨¦n desde el bander¨ªn del c¨®rner, lleg¨® el tercer gol del Barcelona antes de alcanzar el descanso cuando I?igo cabece¨® el centro de Raphinha. El Atl¨¦tico, vulnerable con y sin bal¨®n, tanto en la quietud como en movimiento, como si no hubiera qu¨¦ hacer con dos goles a favor, se qued¨® petrificado por entender que hab¨ªa una falta por bloqueo en el 3-2. A falta de un sost¨¦n en el medio campo, los volantes y los delanteros presionaban, los centrales se mostraban certeros y Lamine desequilibraba en una media hora de f¨²tbol desbordante del Bar?a. El juego flu¨ªa, percut¨ªa y exig¨ªa reiteradamente a Musso.
El remonte azulgrana enrabiet¨® al Atl¨¦tico. El encuentro se igual¨® a la salida del descanso y tambi¨¦n con la rueda de cambios, que expres¨® la variedad de recursos con los que cuenta Simeone. Aparecieron Sorloth y Correa despu¨¦s que Griezmann obligara a una meritoria intervenci¨®n de Szczesny. El partido se abri¨®, aument¨® la excitaci¨®n en las dos ¨¢reas y Lamine volvi¨® a marcar diferencias con una asistencia para Lewandowski. Reinildo tampoco pudo parar el surtido de regates y ca?os de Lamine. La respuesta final del Atl¨¦tico, sin embargo, fue tan contundente como la del Bar?a al inicio porque los rojiblancos no pararon hasta que Llorente y en la ¨²ltima jugada Sorloth ¡ªigual que en la Liga¡ª alcanzaron el 4-4. El riesgo tuvo su recompensa en un partido de locura y consecuente con la ¨¦pica de la Copa y los Bar?a-Atl¨¦tico.
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