Caja negra

Puesto que un electr¨®n, seg¨²n la f¨ªsica cu¨¢ntica, puede estar en dos lugares distintos a la vez, no es extra?o que este fen¨®meno suceda tambi¨¦n con las personas. A fin de cuentas no somos m¨¢s que una coctelera de electrones dentro de la cual se agita el alma, una sustancia incolora e insabora, negra o blanca, no detectable por medios mec¨¢nicos, que est¨¢ en todas y en ninguna parte del cuerpo. Seg¨²n la f¨ªsica cu¨¢ntica la duda de Hamlet no tiene sentido porque se puede ser y no ser al mismo tiempo. Hoy la cuesti¨®n ya es otra: consiste en saber si uno est¨¢ vivo o muerto, un hecho que puede darse tambi¨¦n a la vez, como se demuestra con la teor¨ªa del gato de Schr?dinger. Si se mete un gato en una caja cerrada y opaca donde hay un recipiente con un veneno mortal y existe la misma posibilidad de que el gato tome o no tome ese veneno, mientras no se abra la caja negra para comprobar el resultado el gato estar¨¢ vivo y muerto al mismo tiempo, seg¨²n los c¨¢lculos. Cualquiera puede ser el gato te¨®rico de Schr?dinger, puesto que la vida consiste en un baile fren¨¦tico de electrones dentro de la caja negra del propio cuerpo. En el terreno pol¨ªtico, seg¨²n esta teor¨ªa, Donald Trump es al mismo tiempo un Gran Asno de Oro y un patriota desencadenado, el terrorismo yihadista participa a la vez de la justicia y de la venganza, el capitalismo te mata y te salva, Che Guevara es futuro y pasado, los chinos son amos y esclavos de la historia. Por otra parte, si personalmente no somos m¨¢s que una coctelera de electrones entre los cuales el alma, si existe, se busca la vida, solo as¨ª se explica que puedas ser a la vez de izquierdas y de derechas, v¨ªctima y verdugo, culpable e inocente. La f¨ªsica cu¨¢ntica absuelve y condena a todo el mundo. Mientras no se abra la caja del gato de Schr?dinger no sabr¨¢s si eres blanco o negro, si est¨¢s vivo o muerto.

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