Molinos Trump
Adem¨¢s de las clases regulares, Haff se inventa proyectos imposibles y los hace posibles
En estos ¨²ltimos a?os he viajado mucho por Estados Unidos, cruzado m¨¢s de veinte Estados, tomando notas para un futuro libro. Est¨¢ el pa¨ªs pujante de las costas Este y Oeste, el pa¨ªs de las instalaciones de Google, el pa¨ªs de Wall Street, el pa¨ªs de los resorts y clubs de golf. Tambi¨¦n est¨¢ el pa¨ªs de los suburbios de la clase media, disciplinada, creyente y conservadora. Y est¨¢, por supuesto, el enorme pa¨ªs del abandono: f¨¢bricas cerradas, gasolineras cubiertas de hiedra, moteles con ventanas rotas, los colchones de sus antiguas habitaciones pudri¨¦ndose al sol en los estacionamientos vac¨ªos. ?se es el pa¨ªs de las estrepitosas tasas de desempleo; de la ausencia de un sistema de bienestar social real o s¨®lido; el pa¨ªs de migrantes hacinados en viviendas que se caen a pedazos; el pa¨ªs donde se ven hileras de junkies pidiendo dinero: j¨®venes y viejos, en su mayor¨ªa blancos, adictos al meth o a la hero¨ªna.
No hay que viajar muchos kil¨®metros para encontrarse con ese pa¨ªs del gran abandono. La Am¨¦rica profunda est¨¢ en todos lados. Pero en ese mismo pa¨ªs sin expectativas ni futuro hay, a veces, peque?as-grandes excepciones. En un barrio de Brooklyn, Nueva York ¡ªa la vez muy lejos y muy cerca de las zonas hipster, con sus parques bien cuidados y restaurantes veganos¡ª, hay un peque?o oasis que se llama Still Waters in the Storm. Desde hace a?os, su fundador, Stephen Haff, recibe ah¨ª a ni?os migrantes o hijos de migrantes para ofrecer, sin costo, clases de literatura, escritura creativa, m¨²sica y lat¨ªn.
Adem¨¢s de las clases regulares, Haff se inventa proyectos imposibles y los hace posibles. El m¨¢s reciente, el Proyecto Quijote, consiste en 20 ni?os de entre 7 y 17 a?os que, dos veces por semana, se sientan a leer Don Quijote en voz alta, y luego traducen al ingl¨¦s lo que leyeron. Van a traducir la novela completa. La traducci¨®n que est¨¢n haciendo no es s¨®lo de un idioma a otro, sino tambi¨¦n de una ¨¦poca y circunstancia remota a una actual. En el Don Quijote que est¨¢n reescribiendo los ni?os, el ingenioso hidalgo no es un viejo manchego, sino un grupo de veinte ni?os hispanos que viven en el Brooklyn de hoy. Platicando con uno de los ni?os, hace unos d¨ªas, me dijo que ¨¦l se imaginaba las Torres Trump como los molinos ¨¦sos.
Ya era hora de que el fantasma del caballero de La Mancha viniera a visitar este mundo tan abandonado y a merced de tantos cretinos; que viniera a ense?arles a ni?os hispanos a usar bien la espada de la lengua y el escudo de la imaginaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.