La ruta del yihadismo
El entendimiento entre Oriente y Occidente es posible, pero es labor de todos
![La policía italiana muestra una bandera del Estado Islámico durante una rueda de prensa en Roma.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NW2OZZ6DG5ZBZ5E5RBXMGZJL7U.jpg?auth=64766b72ef6b2ec5b17684ea41eb023a21ce5fdcbb9fbadf0975cfeee2c524f5&width=414)
Hace siglos la Ruta de la Seda fue un veh¨ªculo de cultura y desarrollo entre Oriente y Occidente. Hoy esa ruta trae hasta Europa la acci¨®n violenta del Estado Isl¨¢mico (EI), que pretende transformar un espacio de seguridad y libertad en otro de terror para ciudadanos estupefactos ante hechos tan crueles e incomprensibles.
El nuevo terrorismo del EI es un terrorismo total, universal, sin l¨ªmites ni escr¨²pulos. Puede prescindir hasta de organizaci¨®n. Se manifiesta en cualquier rinc¨®n del mundo donde alguien est¨¦ dispuesto a seguir los designios de la yihad global. Al Qaeda, ¨²ltima organizaci¨®n terrorista piramidal y jerarquizada, dio paso a grupos articulados en redes horizontales seguidores de Bin Laden. Ante la torpeza de Occidente, se form¨® un engendro que asumi¨® el nombre de EI y control¨® parte de un territorio, creando el Califato Universal ¡ªmuy distinto de los califatos de la Edad Media¡ª, que creci¨® en adeptos a trav¨¦s de las nuevas tecnolog¨ªas.
El EI necesitaba un espacio f¨ªsico para asentarse y enfrentarse a las potencias que lo combaten. Ese planteamiento ha resultado demoledor para sus enemigos y heroico para sus adeptos. Mientras se lucha en Siria e Irak, el EI expande su Califato Universal con las ense?anzas de los m¨¢s de 30.000 muyahidines que han vuelto a Europa desde las zonas de conflicto, convertidos en imames del terror.
Abu Baker al Bagdadi, l¨ªder del EI, es consciente de que la guerra territorial est¨¢ perdida, pero el hero¨ªsmo de los combatientes sirve como adoctrinamiento para otros miles en todo el mundo. El EI resistir¨¢, o no, en Mesopotamia o se instalar¨¢ en ?frica, pero la verdadera yihad est¨¢ en Europa. Su verdadera victoria es la expansi¨®n de la pandemia terrorista. Sus agentes expendedores han conseguido su objetivo al haber cambiado nuestro modus vivendi, limitando nuestras libertades e inoculando el miedo constante en cualquier manifestaci¨®n de nuestra vida.
El nuevo terrorismo del Estados Isl¨¢mico es un terrorismo total, universal, sin l¨ªmites ni escr¨²pulos
Por ello, no basta con la anticipaci¨®n de las barreras penales, ni con ampliar los delitos, ni con una mejor preparaci¨®n de la polic¨ªa y de la justicia en sus t¨¦cnicas de investigaci¨®n y sanci¨®n. Es necesario profundizar para llegar a la ra¨ªz del problema. El EI no desaparecer¨¢ de las mentes de quienes se adhieren al mismo si no se les ofrece una contrapartida igual de interesante o a¨²n mejor. Desprogramarlos de la ideolog¨ªa pat¨®gena adquirida, desradicalizar a los captados o impedir que se sumen a ella es una labor de largo alcance que implica a todos.
Los terroristas han convertido en fuerza las consecuencias de sus acciones. A mayor xenofobia, mayor justificaci¨®n de la acci¨®n violenta; a mayor islamofobia, m¨¢s deber sagrado de atacar a los infieles. Es decir, hemos entrado en el bucle, dise?ado por ellos, del que es dif¨ªcil salir si no somos capaces de romper esa inercia.
En 2017 se celebrar¨¢n en Espa?a juicios por delitos de terrorismo yihadista contra unas 40 personas. El esfuerzo de fiscales, jueces, polic¨ªas y servicios de inteligencia es necesario y debe ser coordinado, sin espacios de desconexi¨®n entre servicios y sistemas jurisdiccionales, sumando esfuerzos y acciones eficaces. Pero no es suficiente. Si, para justificar sus acciones el EI argumenta que son ¡°por venganza y por el para¨ªso¡± y esa misma idea se inserta en los mensajes de captaci¨®n de ni?os a trav¨¦s de videojuegos, en la placidez del rostro de los m¨¢rtires o en la ilusi¨®n de las mujeres para alcanzar su plenitud como mujeres del islam, entonces nosotros deberemos descender a ese nivel y prepararnos a fondo para hacer frente a estos hechos. En caso contrario, las condenas retroalimentar¨¢n a los propios condenados.
El esfuerzo no solo debe centrarse en los aparatos de seguridad, en la persecuci¨®n del tr¨¢fico de armas o la financiaci¨®n del terrorismo e incluso en la creaci¨®n de estructuras internacionales de persecuci¨®n, al amparo de la jurisdicci¨®n universal, id¨®nea para este fin. Tambi¨¦n debe plasmarse en el dise?o de pol¨ªticas comunitarias que cambien la inercia del cierre de fronteras por el de la racionalizaci¨®n del fen¨®meno migratorio, excluir cualquier ¨¢nimo xen¨®fobo frente a este terrorismo y fortalecer las pol¨ªticas de integraci¨®n y educaci¨®n, que hagan desaparecer la marginaci¨®n de miles de personas.
El entendimiento de Oriente y Occidente ser¨¢ inalcanzable si no se supera la desconfianza y no se aborda una pol¨ªtica com¨²n frente a quienes s¨ª la tienen en el terror. La ruta del Estado Isl¨¢mico llega a nuestras tierras. De nosotros depende cegarla y reconvertirla en aquel primer hallazgo que tanto bien trajo a la humanidad.
Dolores Delgado es fiscal coordinadora [PIEPAG]contra el terrorismo yihadista[/PIEPAG] en la Audiencia Nacional.
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