Hay que intervenir en los episodios de contaminaci¨®n para proteger nuestra salud

Hoy tenemos un amplio conocimiento de los efectos de la contaminaci¨®n del aire urbano sobre la salud y de su importancia. Se sit¨²a entre los principales factores prevenibles de enfermedad al lado del tabaco o el sedentarismo. Esta contaminaci¨®n es propia de las ciudades, su origen mayoritario es el tr¨¢fico y se define por el papel preponderante de las part¨ªculas de peque?o tama?o y el di¨®xido de nitr¨®geno (NO₂).

Se conocen dos tipos de efectos sobre la salud, los agudos que se desencadenan de manera r¨¢pida tras respirar el aire contaminado y los cr¨®nicos que se producen tras un per¨ªodo largo de exposici¨®n acumulada. Un ejemplo de efecto agudo es un experimento con supervivientes de infarto de miocardio. No tuvieron ninguna alteraci¨®n al hacer ejercicio con aire puro, y en cambio padec¨ªan se?ales de angina de pecho al respirar aire con part¨ªculas a los niveles habituales en una zona con alto tr¨¢fico. Otro ejemplo son los estudios realizados en m¨²ltiples ciudades en los que tras analizar largas series diarias se observan de manera consistente que los d¨ªas con mayor contaminaci¨®n aumenta el n¨²mero de casos de ictus, infartos de miocardio o enfermedades respiratorias independientemente de los factores meteorol¨®gicos.

Nuestro grupo ha encontrado efectos durante el embarazo y un enlentecimiento en la maduraci¨®n cerebral en colegios con mayor contaminaci¨®n por el tr¨¢fico

Un ejemplo de efectos cr¨®nicos ser¨ªa la producci¨®n de placas de aterosclerosis y obstrucci¨®n de la arteria a¨®rtica en ratas expuestas durante semanas a aire con niveles de part¨ªculas finas similares al aire urbano en comparaci¨®n a ratas que respiraban aire puro. Ello coincide con decenas de estudios de seguimiento de grandes poblaciones sanas. Y m¨¢s convincente todav¨ªa, coincide con los hallazgos realizados en ciudades donde se ha conseguido disminuir la contaminaci¨®n en la que a los pocos a?os se ha observado un aumento de la esperanza de vida proporcional a la magnitud en la reducci¨®n de los niveles de contaminaci¨®n. M¨¢s all¨¢, nuestro grupo ha encontrado efectos durante el embarazo y m¨¢s importante un enlentecimiento en la maduraci¨®n cerebral en colegios con mayor contaminaci¨®n por el tr¨¢fico.

Ambos, los efectos agudos y los efectos cr¨®nicos llevaron a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) a establecer criterios sobre los niveles diarios y anuales que las ciudades deben cumplir para proteger la salud. Estos criterios son trasladados a valores legales por la UE tras ponderar los beneficios en salud con otros valores como el crecimiento econ¨®mico. Hablamos de episodio de contaminaci¨®n cuando los est¨¢ndares diarios son superados. En este caso se deben aplicar planes de control de la contaminaci¨®n. Las intervenciones pasan por reducir el transporte a motor tal como ha sucedido estos d¨ªas en Madrid por el exceso de NO₂ dado que el origen del NO₂ es b¨¢sicamente el tr¨¢fico.

Se conocen dos tipos de efectos sobre la salud, los agudos y los cr¨®nicos

Del mismo modo, se deben establecer planes de calidad del aire para no superar los niveles anuales. En este caso la importancia es mayor, porque los efectos en salud no se limitan a la exacerbaci¨®n de enfermedades sino a su origen, y porque las intervenciones se deben practicar a lo largo del tiempo y no solo en d¨ªas excepcionales. Adem¨¢s, la mejor estrategia para reducir los episodios de contaminaci¨®n es la disminuci¨®n de los niveles anuales. Por todo ello, el objetivo principal debe ser la mejora de la calidad del aire de manera permanente y no solo en d¨ªas puntuales. Es cierto que las intervenciones en los episodios sirven de prueba piloto para los cambios estructurales.

El tratamiento de estos cambios estructurales es claro. Ya son muchas las ciudades europeas que se enfrentan a ello. Pasa por la reducci¨®n del veh¨ªculo privado en las ciudades con un cambio masivo al desplazamiento activo (bicicleta, caminar), el uso compartido y la promoci¨®n de los motores limpios. Los que hemos investigado sobre los efectos sobre la salud estamos convencidos que el camino pasa por superar las resistencias a estos cambios y que no hay otro futuro que ciudades con m¨ªnimo transporte privado y el fin de los motores con combustibles f¨®siles.

Jordi Sunyer es investigador de ISGlobal y catedr¨¢tico de Salud P¨²blica y Medicina Preventiva, en la UPF.