Normalidad
Esta es una de las razones por las que la electricidad sube normalmente cada d¨ªa
?Por qu¨¦, ante el reciente informe de Oxfam Intermon, no han sonado las trompetas del Apocalipsis? ?Por qu¨¦ no ha ca¨ªdo a¨²n sobre nuestras cabezas una lluvia de fuego y granizo mezclados con sangre? ?Por qu¨¦ no han regresado las almas de los muertos para anunciarnos el fin de los tiempos?
Pues porque hay noticias normales y noticias anormales. La noticia por antonomasia es la anormal (que un ni?o muerda a un perro). Para las normales reservamos un hueco junto a la relaci¨®n de las farmacias de guardia. Significa que la circunstancia de que ocho personas posean la misma cantidad de riqueza que la mitad de la poblaci¨®n del planeta no constituye un esc¨¢ndalo. Es normal que esos ocho ricos sean nuestros due?os, es normal que los ej¨¦rcitos del mundo permanezcan a su servicio, y es normal que los pol¨ªticos sensatos, con independencia de los programas por los que fueron votados, se pongan a sus ¨®rdenes una vez alcanzado el poder. Es normal asimismo que se facilite a estos millonarios cauces para eludir impuestos, de forma que el coste de los servicios p¨²blicos caiga sobre los hombros de quienes menos tienen, cuya sangre, sudor y l¨¢grimas sirven adem¨¢s de combustible para los yates de los odiosos ocho (cortes¨ªa de Tarantino).
Eso es lo normal. Nos referimos a la normalidad revelada por Rajoy (y asistida por un partido normal como el PSOE), cuando predica que hay que gobernar como Dios manda, sin extremismos ni ocurrencias, sin dar una voz m¨¢s alta que la otra, aunque procurando que cada a?o aumente un poco la distancia entre los ricos y los pobres. El orden del que disfrutamos, como ya vamos viendo, est¨¢ basado en la moderaci¨®n. Y esta es una de las razones por las que la electricidad sube normalmente cada d¨ªa.
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