El sexo l¨¦sbico de las lagartas que no necesitan machos
En algunas especies de lagartijas cola de l¨¢tigo solo hay hembras. Se valen por s¨ª mismas
En la mitolog¨ªa griega, las amazonas eran un pueblo conformado y gobernado ¨ªntegramente por mujeres guerreras. Una vez al a?o, sal¨ªan de sus confines para reproducirse con la tribu vecina. El var¨®n, entendido como un semental, era prescindible una vez cumplido el apareamiento. Si nac¨ªa una ni?a era adiestrada en la caza, las labores del campo o el arte de la guerra. Los ni?os corr¨ªan menos suerte. As¨ª, generaci¨®n tras generaci¨®n, el reinado era poblado ¨²nicamente por mujeres. Quiz¨¢s las amazonas nunca existieron, pero en el mundo animal subyace oculta su leyenda. En ciertas especies de lagartijas solo hay hembras. No necesitan machos, ni siquiera para reproducirse.?
Entre M¨¦xico y el sudoeste de Estados Unidos, las lagartijas cola de l¨¢tigo se las arreglan solas para tener descendencia sin fertilizaci¨®n masculina. Se trata de una concepci¨®n virginal llamada partenog¨¦nesis. Aunque es poco com¨²n entre vertebrados, animales tan dispares como los dragones de Komodo y ciertos tiburones martillo tambi¨¦n pueden reproducirse en ausencia de machos. Algunas especies de lagartijas cola de l¨¢tigo, siendo todas hembras, no tienen otra opci¨®n para procrear su especie. Curiosamente, prescinden de la c¨®pula pero no del ritual de apareamiento. Dicho de otro modo, practican sexo l¨¦sbico. Una de ellas, gobernada por un subid¨®n de progesterona, hace de macho y monta a la otra, a la vez, que la muerde con determinaci¨®n y sangre fr¨ªa. Aparentemente, un acto sexual sin fines reproductivos. No obstante, estudios cient¨ªficos han demostrado que las hembras montadas son m¨¢s f¨¦rtiles que las c¨¦libes. Parece ser que la castidad es peor opci¨®n y que fingir la c¨®pula estimula la ovulaci¨®n. Esta actuaci¨®n sexual viene de herencia, son comportamientos reminiscentes de sus antecesores fornicadores.?
Las especies de lagartijas en las que solamente hay hembras se originan por hibridaci¨®n. Dos especies distintas de cola de l¨¢tigo se cruzan dando a luz a una tercera. Seg¨²n la definici¨®n cl¨¢sica los h¨ªbridos son est¨¦riles, pero en este caso se desencadena la partenog¨¦nesis: las hembras empiezan a autorreplicarse. Partiendo de una sola madre, eclosi¨®n tras eclosi¨®n, puede alzarse una horda de amazonas reptilianas. Una estrategia que les permite extenderse y conquistar nuevos h¨¢bitats. Por contra, los organismos gen¨¦ticamente id¨¦nticos son m¨¢s vulnerables; una enfermedad o un cambio ambiental pueden acabar con todos ellos. Pero estas peque?as lagartas tienen un as bajo las escamas. En la formaci¨®n de los ¨®vulos, pueden combinar cromosomas hermanos en vez de cromosomas hom¨®logos. Este inusual emparejamiento les proporciona diversidad gen¨¦tica, es decir, no son estrictamente clones. En resumen, las hembras h¨ªbridas se llevan lo mejor de cada casa: variedad y autorreplicaci¨®n. Adem¨¢s, llegado el momento, tampoco reniegan del sexo opuesto.?
A veces, entre una hembra h¨ªbrida y un macho de otra especie hay qu¨ªmica. Del romance mestizo, a su vez, puede surgir otra especie h¨ªbrida. Las mezclas de mezclas tienen dotaciones cromos¨®micas muy extra?as con tres juegos completos de cromosomas, incluso cuatro. Tal fue la sorpresa de este descubrimiento, que el Dr. Peter Baumann y el Dr. William B. Neaves quisieron imitar a la naturaleza en el laboratorio. En el 2008, aparearon un macho de Aspidoscelis inornata y a una hembra de Aspidoscelis exsanguis. De la suma cromos¨®mica del espermatozoide y el ¨®vulo, uno m¨¢s tres, surgi¨® una nueva especie, a la que apodaron Aspidoscelis neavesi, con cuatro juegos de cromosomas. Normalmente, las c¨¦lulas sexuales tienen la mitad de cromosomas que el resto de las c¨¦lulas, pero las hembras h¨ªbridas se saltan la norma y tienen los mismos. De ah¨ª, las posibles combinaciones.?
Gracias a la duplicaci¨®n cromos¨®mica extra, las lagartijas h¨ªbridas pueden recombinar cromosomas hermanos y tener como m¨ªnimo el mismo juego de cromosomas que sus progenitores sexuales. A su vez, de estos, al ser especies diferentes, heredan un repertorio gen¨¦tico rico ya al inicio del nuevo linaje. Entre una cosa y la otra, la variedad de lagartas, en ning¨²n caso, est¨¢ en juego. Las lagartijas cola de l¨¢tigo ejemplifican cu¨¢l es el sexo d¨¦bil; las hembras tienen el poder de la perpetuaci¨®n. Los machos no son necesarios ni para la reproducci¨®n ni para el sexo ni para la diversidad gen¨¦tica. Su matriarcado honra a las amazonas, sacude los cimientos de la sexualidad y tambalea la definici¨®n de especie.
Oscar Cus¨® (@oscarcuso) es bi¨®logo, director y guionista de documentales de naturaleza, ciencia e historia. Ha trabajado en diferentes series y largometrajes para cadenas como la BBC, National Geographic o TVE.
Historias Naturales es una secci¨®n dedicada a las curiosidades cient¨ªficas de los seres vivos. Una serie de reportajes donde se narran las historias que rodean a la flora y la fauna, desde sus leyendas y lun¨¢ticas concepciones hasta los descubrimientos m¨¢s recientes. Un viaje del mito a la ciencia para descubrir las maravillas del mundo salvaje. El t¨ªtulo de la secci¨®n juega con el plural para convertir la Historia Natural - concepci¨®n cl¨¢sica de Biolog¨ªa - en cuentos, en relatos, en narraciones¡ en Historias Naturales.
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