El futuro no es desechable
Por Yve Ram¨ªrez
Comenzando el siglo XX, King Gillette se jactaba de ser capaz de producir unas hojillas de afeitar tan econ¨®micas que el usuario podr¨ªa comprarlas en gran cantidad y, en lugar de afilarlas, tirarlas conforme fueran perdiendo el filo.
La propuesta -como sabr¨¢s- triunf¨®, y era se?al de un nuevo modelo de consumo: gracias a la revoluci¨®n industrial, el hombre hab¨ªa comenzado a olvidar el verdadero valor de las cosas. Unas d¨¦cadas m¨¢s tarde la amnesia se dispar¨®, tom¨® fuerza la cultura de usar y tirar, y nos dejamos convencer de que los desechables ¡°nos hac¨ªan la vida m¨¢s llevadera¡±.
Hoy nos parece normal arrojar a la basura art¨ªculos que hemos usado s¨®lo durante unos pocos minutos, porque al perder la conexi¨®n con el origen de las cosas, no vemos el desperdicio de materias primas y de energ¨ªa, ni el hecho de que muchos de esos objetos seguir¨¢n contaminando la Tierra cuando nosotros ya hayamos dejado este mundo.
As¨ª, arrojamos a la basura aproximadamente 3,5 millones de toneladas de residuos s¨®lidos cada d¨ªa. Pero mientras muchos no se detienen a pensar en ello ni por un instante, por suerte cada vez m¨¢s personas toman conciencia de la importancia de sus propios h¨¢bitos diarios, y ponen todo su empe?o en domarlos, para reducir el impacto negativo de su paso por este planeta finito que tenemos el privilegio de habitar.
Hacia un nuevo paradigma de consumo
Llevar una vida m¨¢s sostenible se puede parecer a nadar contracorriente, sobre todo al comienzo, cuando no sabes por d¨®nde comenzar. Por eso, con la idea de dejar pistas del que hab¨ªa sido mi propio camino (un camino que a¨²n sigo trazando y que seguramente seguir¨¦ trazando toda mi vida), empec¨¦ a escribir La Ecocosmopolita en verano de 2013.
En la ¨²ltima d¨¦cada he aprendido, entre muchas otras cosas, que sustituir ciertos productos desechables por sus versiones reutilizables no es ni tan dif¨ªcil ni tan anticuado como podr¨ªamos creer. De hecho, muchas veces he descubierto que incluso puede ser m¨¢s pr¨¢ctico, c¨®modo o agradable que su opci¨®n descartable, sobre todo porque cada vez hay m¨¢s opciones, m¨¢s refinadas y adaptadas al ritmo en el que vivimos hoy.
Producto de este proceso, hace unos meses empec¨¦ a buscar con Tere Castillo -una amiga con quien he compartido mucho de este proceso- la forma de ofrecer, adem¨¢s de informaci¨®n, ciertos art¨ªculos que pudieran allanar el camino a otras personas. Naci¨® as¨ª una propuesta transgresora, que no es m¨¢s que nuestra respuesta al desgastado modelo de usar y tirar: Usar y reusar, si es posible hasta el infinito. Los protagonistas son objetos de una est¨¦tica cuidada, un mensaje empoderador (impl¨ªcito o expl¨ªcito) y, sobre todo, la calidad necesaria para aguantar muchas idas y vueltas.
Las tiendas de granel molan, y reusar tambi¨¦n
Cada vez encontramos m¨¢s tiendas para comprar a granel y comprar en ellas nos permite ahorrar montones de empaques innecesarios. Pero aunque en Espa?a el consumo de bolsas pl¨¢sticas con asa y de un solo uso se ha reducido de forma significativa en los ¨²ltimos a?os, es m¨¢s complicado evitar las peque?as bolsas que usamos para comprar granos a granel, o incluso ciertas frutas y hortalizas. As¨ª que, despu¨¦s de muchos a?os volviendo a casa con nuestras bolsas de tela y carros llenos de peque?as bolsas de pl¨¢stico, nos dimos cuenta de que necesit¨¢bamos otros formatos.
Y ese fue el germen de vida de nuestra tienda online y tambi¨¦n del producto m¨¢s mimado: una bolsa ecol¨®gica concebida para comprar a granel, pero apta para llevar la merienda al cole, un bocadillo libre de residuos, juguetes y m¨¢s. Lo mejor es que, como la produjimos nosotras directamente, pudimos cuidar hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle. Est¨¢ hecha con algod¨®n ecol¨®gico de Organic Cotton Colours, confeccionada en el Centro Especial de Trabajo Estel T¨¤pia y estampada con tintas ecol¨®gicas certificadas. Una ilustraci¨®n preciosa de Ram¨®n Par¨ªs la hace ¨²nica y se entreteja con dos mensajes sencillos y discretos: ¡°reusar mola, y ¡°mi bolsa de usar y reusar¡±. Nos gusta pensar que, m¨¢s que bolsas hermosas, son un s¨ªmbolo y una declaraci¨®n de principios.
Bebidas ¡°zero waste¡±
?Sab¨ªas que, por ejemplo, una botella de PET puede tardar unos 400 a?os en degradarse? Seg¨²n el informe de la campa?a internacional de limpieza de costas organizada por Ocean Conservancy¡¯s International en 153 pa¨ªses, entre los diez art¨ªculos conseguidos con m¨¢s frecuencia en las playas, seis est¨¢n relacionados con el consumo de bebidas industriales: hablo de botellas de pl¨¢stico, botellas de vidrio, tapas de botellas y otros tapones pl¨¢sticos, y chapas de botellas (desde luego, las bolsas pl¨¢sticas y de papel tambi¨¦n est¨¢n en la lista).
Por eso hemos querido que entre nuestros primeros productos estuvieran botellas y tazas de acero, de la mejor calidad, que nos ayuden a evitar las botellas de agua y zumos, y rechazar los vasos desechables, que con tanta frecuencia nos ofrecen cuando estamos fuera de casa.
Tambi¨¦n est¨¢n en este ¡°top ten¡± de Ocean Conservancy¡¯s, ocupando en quinto lugar, las pajitas de bebidas. Y por eso tambi¨¦n hemos incluido su versi¨®n m¨¢s sostenible, las pajitas de acero -con cepillo de limpieza a medida- que podr¨¢n durar a?os y a?os sin problema.
Menstruaciones sostenibles
Otros de los residuos que nos preocupan especialmente son las compresas femeninas y tampones desechables. Se calcula que una mujer utiliza hasta 15 mil compresas o tampones a lo largo de su vida f¨¦rtil, lo que supone una inmensa monta?a de residuos no reciclables. Hablamos tambi¨¦n de t¨®xicos para el planeta y para la mujer, puesto que son productos repletos de perfumes, blanqueadores qu¨ªmicos, pl¨¢sticos de mala calidad y otras substancias.
Por eso hemos querido incluir copas menstruales fabricadas en Espa?a (que nosotras mismas utilizamos desde hace unos diez a?os) y compresas lavables de algod¨®n ecol¨®gico (que felizmente hemos incorporado m¨¢s recientemente a nuestros propios ciclos). Para las esc¨¦pticas, en este art¨ªculo hay un pu?ado de razones para romper tab¨²es menstruales y dar el salto.
No es m¨¢s que un modesto comienzo, pero al mismo tiempo es una apuesta firme por un nuevo estilo de vida que, felices, vemos que va cogiendo auge cada vez con mayor fuerza. Nos enorgullece pensar que gracias a este rinc¨®n de cosas lindas y reutilizables, La Ecocosmopolita pone su granito de arena para que cada vez m¨¢s personas entiendan que lo que mola no es usar y tirar, sino usar y reusar. Porque si hay un futuro, este no puede ser desechable.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.