?Por qu¨¦ ahora necesitamos decir que 'La La Land' es basura?

Mucho antes del estreno de La La Land algunos ya la esper¨¢bamos con ganas, hab¨ªamos o¨ªdo que un musical absolutamente brutal se acercaba y agendamos la fecha con ganas de disfrutarlo. Hoy han pasado casi dos semanas del estreno y la peli sigue siendo la favorita en todas las quinielas para los Oscar, pero algo extra?o ha ocurrido, el hype ha mutado.

Compr¨¦ las entradas cinco d¨ªas antes y al d¨ªa siguiente ya estaban agotadas. En la cola del cine durante el estreno incluso hab¨ªa un guardia de seguridad custodiando no s¨¦ muy bien qu¨¦. Cuando me sent¨¦ frente a la pantalla con el cubo de palomitas mi chica me avis¨®: tenemos a Almod¨®var justo en la butaca de delante, s¨ª con ese pelazo tan alborotado haci¨¦ndonos sombra, ¨¢vido de su raci¨®n de La La Land. Mi chica y yo nos hicimos un selfie y lo publicamos en Instagram antes de que empezara la peli. Titulamos la foto as¨ª: ¡°La La Land!¡±. S¨ª, con exclamaci¨®n final, aunque a¨²n no la hab¨ªamos visto y tal vez la exclamaci¨®n era mucho pronosticar, pero el gusanillo de ir al cine ya es suficiente alegr¨ªa ?canastos!

No ser¨ªa honesto si hiciera una cr¨ªtica de La La Land porque reconozco que no la vi. Llevaba una semana acost¨¢ndome tarde y confieso que pas¨¦ m¨¢s tiempo dormido que despierto. Tengo un recuerdo difuso de la cabellera de Almod¨®var y mis ojos cerr¨¢ndose viendo a gente cantando en un atasco. Pero cuando las luces se encendieron todo el mundo parec¨ªa muy contento, ?M-U-C-H-O! Mi chica tambi¨¦n. Mir¨¦ de reojo a Almod¨®var, y parece que le gust¨®. As¨ª que todo genial.

Casualmente a la salida del cine coincidimos con unos amigos que tambi¨¦n sal¨ªan de verla, estaban maravillados con la peli: ¡°?Dan ganas de salir bailando, es un cl¨¢sico moderno!¡±, dijeron. Yo asent¨ª con verg¨¹enza, no quer¨ªa que supieran que me qued¨¦ dormido en el evento cinematogr¨¢fico de la d¨¦cada. En los d¨ªas siguientes mi muro de Facebook lo confirmaba: ¡°Pedazo de pelicul¨®n (me hab¨ªa perdido)¡±.

Hasta que de repente todo cambi¨®, un tipo escribi¨® en su muro ¡°La La Land es una basura y no pienso ir a verla¡±. Esto marc¨® el comienzo de la mutaci¨®n. No es que la gente la vea y le guste o no le guste. Es que el hype hab¨ªa colapsado de tal manera que ahora la tendencia que empezaba a dominar era resistirse a verla y decir que era una porquer¨ªa. Recomendar La La Land se convirti¨® en algo tan mainstream que empez¨® a apestar.

Escucho uno de mis programas favoritos de cinefilia indie (El S¨¦ptimo Vicio en Radio3) y Javier Tolentino le pregunta a su invitado de forma maliciosa: ¡°?Qu¨¦, ya has ido a ver esa maravilla de pel¨ªcula: La La Land?¡± El invitado sabe que lo que diga ser¨¢ mirado con lupa, est¨¢ en el programa de cine m¨¢s sesudo y alternativo de Espa?a, as¨ª que responde con tibieza: ¡°A¨²n no la he visto, pero ir¨¦ a verla, y me gustar¨¢, estoy seguro¡±. Tolentino no se guarda la sonrisa ir¨®nica y responde ¡°S¨ª, s¨ª¡­ dicen que es buen¨ªsima, s¨ª, s¨ª¡­¡±. Y yo mosqueado ?Qu¨¦ pasa? ?Qu¨¦ me perd¨ª? ?Maldito Almod¨®var y su pelo hipn¨®tico!

Hay gente que no puede evitar lo inevitable y por culpa de alg¨²n comando paramilitar acaba sentado en una butaca de cine, sufriendo como un cerdo en matanza y twiteando sus ¨²ltimas palabras:

Dos semanas despu¨¦s seguimos hablando de La La Land, pero ahora los que la odian sin verla son muchos, much¨ªsimos. Tantos y con tanta fe en su opini¨®n que puede que el hype vuelva a dar la vuelta completamente. Y lo que empiece a molar sea, no decir que la peli apesta, sino todo lo contrario.