¡®Merchandising¡¯
Fundamentalismos tambi¨¦n los hay entre los cristianos, s¨®lo que en nuestro caso tienen que ver con la econom¨ªa
Estos son mis principios; si no le gustan, los cambio¡±, dec¨ªa Groucho Marx en alguna de sus pel¨ªculas. Y es lo que acaba de hacer el Real Madrid Club de F¨²tbol para poder vender camisetas y otros productos de su merchandisingen los pa¨ªses isl¨¢micos quitando ¡°para no ofender¡± (sic) la peque?a cruz que corona el escudo de la instituci¨®n. Antes ya lo hab¨ªa hecho el eterno rival con el suyo, del que hizo desaparecer la cruz de San Jorge, nada m¨¢s y nada menos, con lo que significa para Catalu?a. Ninguno de los dos le podr¨¢ acusar al otro de traicionar sus principios, porque en esto est¨¢n a la par.
Que el negocio es el negocio todos lo sabemos, pero tambi¨¦n que los s¨ªmbolos cuentan, para los seguidores del deporte al menos. En el Atl¨¦tico de Madrid, sin ir m¨¢s lejos, se acaba de producir una peque?a revoluci¨®n de sus seguidores por la decisi¨®n de su directiva de modificar levemente el escudo del club. Y eso que no llegaron a quitar el madro?o y el oso que campean sobre ¨¦l. Pero la decisi¨®n del Real Madrid, como antes la del Barcelona, es mucho m¨¢s trascendente, pues la cruz es un s¨ªmbolo religioso. Que su ocultaci¨®n se haga por intereses econ¨®micos y por clubes que se manifiestan cristianos (si no, de qu¨¦ iban a haber adoptado su principal s¨ªmbolo como propio) acent¨²a la gravedad de una decisi¨®n que en el sentido contrario ¡ªde los pa¨ªses isl¨¢micos hacia los cristianos¡ª jam¨¢s se dar¨ªa. ?O es que alguien se imagina que los equipos de f¨²tbol de los pa¨ªses musulmanes pudieran quitar las medias lunas caracter¨ªsticas de su fe de sus escudos para no ofendernos a los infieles y poder vendernos m¨¢s camisetas?
La cuesti¨®n tiene su miga, pues estamos hablando de esos principios que Groucho Marx estaba dispuesto a cambiar si le interesaba, pero que uno cre¨ªa intocables entre las personas serias. Que clubes como el Barcelona, que presume de ser m¨¢s que eso y de llevar la cruz de San Jorge en su coraz¨®n, o como el mon¨¢rquico Real Madrid (?quitar¨¢ tambi¨¦n la corona real para vender m¨¢s productos de merchandising en los pa¨ªses con un sistema republicano?) supriman sus s¨ªmbolos de un plumazo para poder ganar m¨¢s dinero indica hasta qu¨¦ punto la decadencia de Occidente es cierta y, al rev¨¦s, la superioridad moral de culturas como la musulmana es cada vez m¨¢s notoria, al margen de sus fundamentalismos. Fundamentalismos tambi¨¦n los hay entre los cristianos, s¨®lo que en nuestro caso tienen que ver con la econom¨ªa, que es la ¨²nica religi¨®n que nos queda, abandonadas ya todas las dem¨¢s, incluidas las ideol¨®gicas, que s¨®lo estorban al enriquecimiento.
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