"Espa?a adelante!"

El PP tambi¨¦n ha intentado recortar entre los signos ortogr¨¢ficos. Es lo que tiene llevar carrerilla.

El lema de su pr¨®ximo congreso pol¨ªtico se mostr¨® as¨ª textualmente:

¡°Espa?a adelante! 18 congreso popular¡±.

Veamos los recortes aplicados ah¨ª:

1.?Ausencia de un signo de exclamaci¨®n. La primera falta consiste en omitir la exclamaci¨®n de apertura, signo que se considera obligatorio en espa?ol y que venimos empleando desde la ortograf¨ªa acad¨¦mica de 1754. Los responsables del PP se escudaron en una decisi¨®n de los dise?adores. Y en efecto, un artista puede buscar la transgresi¨®n para hallar nuevos ¨¢mbitos expresivos. Sin la transgresi¨®n no habr¨ªan existido ni el jazz ni el cubismo. Ahora bien, tal vulneraci¨®n de lo establecido debe abrir caminos interesantes o superar los anteriores; mostrar un rasgo de genialidad que haga perdonar la falta de respeto por la norma. Sin embargo, ciertos artistas se quedan en la transgresi¨®n ortogr¨¢fica como todo m¨¦rito, sin que les acompa?e ning¨²n talento adicional. As¨ª ocurre en la publicidad, donde a veces se pisotea el espa?ol sin m¨¢s aportaci¨®n que los propios zapatazos. Pero ser¨ªa deseable que en ¨¢mbitos cultos y formales (como ese congreso del PP) se mantuviesen los ¨²tiles rasgos del castellano.

2.?Ausencia de una coma. El sustantivo ¡°Espa?a¡± en la oraci¨®n ¡°Espa?a adelante¡± se entiende como un vocativo, una apelaci¨®n a actuar o atender a aquello que se dice a continuaci¨®n. Y esos vocativos necesitan una coma: ¡°Vamos, Rafa¡±, ¡°Rafa, no te desanimes¡±. ¡°?Rafa, arriba!¡±. Por tanto, debi¨® escribirse ¡°?Espa?a, adelante!¡±... y esperar a ver qu¨¦ contesta Espa?a.

3.?Ausencia del ordinal. A ¡°18 congreso popular¡± le falta una letra voladita (?) que represente al ordinal ¡°decimoctavo¡± (18?), pues de otro modo se lee ¡°dieciocho congreso¡±, una expresi¨®n inelegante y poco adecuada para una entidad de la que cab¨ªa esperar cierto esmero en la expresi¨®n.

Luisa Fernanda Rudi mostr¨® con toda ingenuidad esos tres fallos cuando sali¨® al ruedo para presentar el lema del congreso. Las cr¨ªticas no tardaron, empezando por los periodistas presentes, y el partido rectific¨® enseguida su cartel. Suprimi¨® la exclamaci¨®n de cierre, a?adi¨® la coma (¡°Espa?a, adelante¡±) y mantuvo lo de ¡°18 congreso¡±. O sea, no abandonaba del todo la pol¨ªtica de recortes: incorporaba un signo, pero a cambio de quitar otro y de mantener el despido improcedente de la voladita.

El presidente de la Generalitat de Catalu?a remiti¨® d¨ªas atr¨¢s una carta a Rajoy en la que tambi¨¦n se deslizaban tres faltas: ¡°remetimos¡± en vez de ¡°remitimos¡±, ¡°a parte¡± en vez de ¡°aparte¡± y ¡°llegar a la conclusi¨®n que¡± en vez de ¡°llegar a la conclusi¨®n de que¡±. Se hace dif¨ªcil imaginar que esos fallos los hubiera cometido Puigdemont en catal¨¢n, lengua que la Administraci¨®n auton¨®mica siempre cuid¨® en todos los detalles de su expresi¨®n p¨²blica.

El PP bien podr¨ªa tomar tal pulcritud como referencia para demostrar que los idiomas se prestigian con su buen uso; a lo que suele convenir adem¨¢s la transmisi¨®n limpia de palabras transparentes. Y en esa l¨ªnea ser¨ªa deseable tambi¨¦n una precisa definici¨®n de lo que va a significar para todos ese ¡°adelante¡± del Partido Popular. Porque en pol¨ªtica unos llaman caminar ¡°adelante¡± a lo que para otros s¨®lo supondr¨¢ seguir yendo hacia atr¨¢s.