Cosmonauta Juanes
ESCUCHAR A Juanes hablar a su banda en un ensayo es una exhibici¨®n de lengua colombiana y una s¨ªntesis de su c¨®ctel musical de folclore y modernidad. ¡°No como tan rockero, me entend¨¦s, sino m¨¢s caribe?o¡±, cuando pide un cambio de tono. ¡°?H¨¢gale!¡±, porque le gust¨® el cambio. ¡°La intro me la imagino grooveadita, ch¨¦vere¡±, dice luego. ¡°Como con m¨¢s saborcito, no s¨¦ si me entend¨¦s, algo bien saboreao¡±, a?ade con la cabeza baja, imbuido en la melod¨ªa. ¡°?Siempre se me olvida esta huevonada!¡±, cuando pierde un detalle de la letra y se echa a re¨ªr
La sala de ensayo de su estudio en Miami es un amplio cuadrado con unas l¨¢mparas de dise?o contempor¨¢neo que penden del techo como medusas venidas del espacio sideral. El suelo de hormig¨®n est¨¢ mullido con alfombras de estilo persa. Juan Esteban Aristiz¨¢bal V¨¢squez (Medell¨ªn, 1972) viste una chaqueta vaquera sin mangas, pantal¨®n negro y unas dolce & gabbana plateadas que le dan un aire de muchacho guitarrero de barrio con zapatillas de astronauta.
¨CHola, soy Juan ¨Csaluda.
Pelo corto, barba sin mayores cuidados, delgado, menudo y con una expresi¨®n p¨ªcara y noble que emana carisma natural, Juanes, el icono del pop latino que arras¨® con La camisa negra, Volverte a ver o A Dios le pido, vuelve con un ¨¢lbum que suena igual de latino pero m¨¢s urbano, m¨¢s global: Mis planes son amarte (Universal), con un primer sencillo sensual y con gancho titulado Fuego que la discogr¨¢fica ha adelantado con ¨¦xito, y una pel¨ªcula que relata en paralelo los 12 temas musicales.
¡°La idea rom¨¢ntica del disco ya no existe¡±, dice. ¡°La gente hoy est¨¢ siempre metida en el tel¨¦fono y hay que ser m¨¢s creativos, darle contenidos ch¨¦veres. Y nos pusimos con el director, Kacho L¨®pez, a contar la fantas¨ªa de un astronauta que aterriza en Colombia buscando a una diosa ind¨ªgena. Un concepto inspirado en Una odisea del espacio, de Kubrick, entre el sue?o y la realidad¡±.
Juanes empieza la entrevista tratando de hacer caf¨¦s para la concurrencia en una barra dise?ada por ¨¦l como una superficie de fundas de guitarra.
¡°Para m? lo latino es la mezcla de lo africano con lo ind¨ªgena y con elementos del mundo anglo del rock. Es ¡®hip-hop¡¯, es ¡®trap¡¯, es punk. No es m¨²sica de verano¡±.
Se sienta y se pone a hablar de sus influencias de ni?o, como la m¨²sica de cantina colombiana o Carlos Gardel, la obsesi¨®n de su hermano mayor. Esas eran las preferencias en su casa. ¡°Y cuando llegaba al colegio era un choque cultural muy berraco [dif¨ªcil] con aquellos compa?eros que me hablaban de Luis Miguel y de los fen¨®menos teenager¡±. En la escuela, el futuro ¨ªdolo de millones de adolescentes se sent¨ªa como un viejo tanguista porte?o incomprendido por los j¨®venes.
Lo popular, latinoamericano y colombiano, le dio el sustrato. ¡°Crec¨ª con eso, con las huascas, las carrileras, las rancheras. Siempre estuve y estar¨¦ conectado con ese sonido medio vintage, un poquito vieja guardia, que es como una caidita en la guitarra el¨¦ctrica, ?me entend¨¦s?¡±. La hibridaci¨®n con la guitarra y el rock empez¨® en su adolescencia, cuando se volvi¨® ¡°enfermo con el metal¡±. ¡°Pas¨¦ de la m¨²sica folcl¨®rica al heavy m¨¢s pesado. Pero m¨¢s adelante sent¨ª que no pod¨ªa renunciar a mis esencias y fui mezclando lo latino con rock, funk, salsa, cumbia. Y eso sigo haciendo. Soy la mezcla de todo eso, lo m¨¢s pueblo y lo contempor¨¢neo¡±.
¨C?C¨®mo se siente profesionalmente?
¨CMe siento en el mejor momento, hermano. Art¨ªsticamente pleno, a gusto con la gente con la que estoy tocando y disfrutando el proceso de hacer m¨²sica. Me siento m¨¢s libre, tranquilo. Como que en la carrera te cans¨¢s y dec¨ªs ¡°?pucha, tengo que correr!¡±. Ahora no, ahora quiero disfrutar el proceso. El proceso.
¨CHa cambiado.
¨CAprend¨¦s de la vida, vas teniendo m¨¢s claridad, cada vez te conoces m¨¢s. Hoy s¨¦ mejor lo que me gusta y lo que no me gusta, lo que yo quiero experimentar musicalmente. Es muy ch¨¦vere tener esa seguridad.
¨C?Y qu¨¦ es hoy la m¨²sica latina?
¨CPara m¨ª lo latino es la mezcla de lo africano con lo ind¨ªgena, y con elementos del mundo anglo del rock. M¨²sica latina no es solo reguet¨®n. Es hip-hop, es trap, es punk, es death metal. La m¨²sica latina no es simplemente sonre¨ªr y bailar, no es m¨²sica de verano. Tiene de todo, todo lo que vos quer¨¢s. Pero s¨ª, claro que los latinos somos unos personajes y gente animada, felices aunque no estemos felices, echados palante. Claro que hay ese fuego ch¨¦vere ah¨ª.
Una ayudante le acerca un caf¨¦ a la mesa.
Juanes, hijo de tierra de caf¨¦, admite su fracaso de hace unos minutos intentando hacer caf¨¦.
¨C?Gracias, intent¨¦ como 20 veces y no pude!
Viendo sus zapatillas de ir a la Luna, su papel de astronauta en la pel¨ªcula, el t¨ªtulo del ¨¢lbum ¨CMis planes son amarte, que remite al amor y a Marte, o quiz¨¢ al amor del futuro, el amor marciano¨C, la pregunta cae por su propio peso.
¨C?Siempre le gust¨® el mundo de los cosmonautas?
¨CMe vuelve loco, ?uf!, me encanta.
A Juanes se le abren con alegr¨ªa sus ojos claros.
¨C?Desde cu¨¢ndo?
¨CToda mi vida me gust¨® eso, pero m¨¢s desde lo que me pas¨® hace cinco a?os en Ginebra. Era de noche y estaba en el balc¨®n de la habitaci¨®n del hotel. De repente veo cinco luces en el cielo. Una cosa espectacular. Pens¨¦ que eran cinco aviones que iban a aterrizar en Ginebra, pero me doy cuenta de que no se mov¨ªan ni hac¨ªan ning¨²n tipo de ruido, y empezaron a moverse como por GPS, armando unas figuras geom¨¦tricas rar¨ªsimas. Dur¨® unos minutos y ?fah!, desaparecieron.
¨C?Cree que eran ovnis?
¨CYo no s¨¦ qu¨¦ vi. Humano no era.
Su guitarrista, un muchacho colombiano llamado Juan Pablo Daza, con gafas y una cinta rockera en la frente, interviene. Tambi¨¦n estaba all¨ª.
Por primera vez Juanes ha producido su propio disco, y se ha rodeado de talento joven de su ciudad de origen, que ve en un momento brillante. ¡°Medell¨ªn antes estaba encerrada entre sus monta?as y entre bombas. Era horrible cuando yo era ni?o. Pero ahora a la gente se le ha abierto la mente. La nueva generaci¨®n ha crecido m¨¢s libre y m¨¢s tranquila. Ellos van transformando las cosas¡±.
¨C?Y c¨®mo est¨¢ Medell¨ªn ahora?
¨COlv¨ªdate, otro cuento. El tema social sigue complicado, para qu¨¦ te voy a decir mentiras. Aunque ya no hay un problema como el de Pablo Escobar, el tema del narco no se ha podido parar y hay miles de pablitos chiquitos y otras bandas criminales. Pero la ciudad ha evolucionado mucho, arquitect¨®nicamente, en su estructura, en la mentalidad de la gente. Medell¨ªn se ha superado.
"Me siento m¨¢s libre, m¨¢s tranquilo. Como que en la carrera te cans¨¢s y dec¨ªs '?pucha, tengo que correr!'. Ahora no, ahora quiero disfrutar el proceso. El proceso".
¨C?Y c¨®mo ve el fen¨®meno de las series sobre Escobar?
¨CMe molest¨®, rehusaba ver esa vaina de El patr¨®n del mal. Pero la gente insist¨ªa, me puse a verla y me met¨ª una enganchada tenaz con ese actorazo que es Andr¨¦s Parra. Pero me preocupa que los pelaos j¨®venes vean eso como modelo, porque el trabajo que se ha hecho para superarlo es muy hijueputa. Eso fue hace 30 a?os, no jodan m¨¢s con eso. Pero bueno, es digesti¨®n hist¨®rica.
En octubre, el d¨ªa en que Colombia vot¨® no en refer¨¦ndum al acuerdo de paz logrado por el Gobierno con la guerrilla de las FARC, Juanes volaba a M¨¦xico y supo el resultado al aterrizar. ¡°Sent¨ª ganas de ponerme a llorar¡±, dice. ¡°Me dio muy duro. Mi mam¨¢ y mis cinco hermanos votaron todos por el no, y yo vot¨¦ por el s¨ª. Ese es el reflejo de todas las familias de Colombia, un pa¨ªs absolutamente polarizado y en el que, m¨¢s que gente que no quiera paz, hay mucha desinformaci¨®n. Pero con el tiempo he ido entendiendo que quiz¨¢s es mejor que haya sido as¨ª para que se puedan renegociar y ajustar algunas cosas¡±. En diciembre viaj¨® a Oslo para tocar en la entrega del Nobel de la Paz al presidente colombiano Juan Manuel Santos, que elogi¨® su compromiso: ¡°Fue uno de los compa?eros en la senda de la paz¡±.
Juanes celebra que su pa¨ªs est¨¦ resurgiendo, ¡°que se est¨¦ incorporando al engranaje global¡±. ¡°Por ejemplo, yo si hoy estuviera empezando en Colombia quiz¨¢ no tendr¨ªa que irme para encontrar mi camino. Pero cuando estaba all¨ª en 1997 no ve¨ªa ninguna salida. Ha cambiado la din¨¢mica¡±. Ahora ve una sociedad ¡°conectada¡±, llena de talento que en parte cree que ha fraguado como ¡°v¨ªa de escape¡± a la violencia. Para abstraerse o lidiar con tantos a?os de dolor terrenal, todo colombiano, como Juanes, se ha tenido que volver su propio astronauta.
¨CY usted va bien.
¨CYo voy fluido, hermano ¨Cr¨ªe el cosmonauta de Medell¨ªn¨C. Voy en un cohete.
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