El fondo de armario del PP
La sentencia sobre una trama valenciana de G¨¹rtel enfrenta al congreso del partido con la corrupci¨®n
Las duras condenas judiciales reca¨ªdas sobre once acusados por ama?ar contratos de la Feria de Turismo (Fitur), entre ellos los tres principales cabecillas de la trama G¨¹rtel y la entonces consejera de Turismo del PP en la Comunidad Valenciana, golpean con fuerza el congreso nacional del Partido Popular que se inicia hoy. Las sentencias son recurribles, pero los hechos probados resultan demoledores para la gesti¨®n de la Comunidad Valenciana en la ¨¦poca de Francisco Camps, dirigente que fue del c¨ªrculo pr¨®ximo a Mariano Rajoy, y constituyen un verdadero aldabonazo para el Partido Popular.
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Los organizadores han intentado preparar un congreso nacional calmado y triunfal para Rajoy. Sin embargo, la sombra de la corrupci¨®n sigue persiguiendo severamente al partido en el poder. Adem¨¢s de la sentencia conocida hoy, en v¨ªsperas del congreso se ha sabido que nueve empresarios implicados en la rama valenciana del caso G¨¹rtel han admitido que financiaron ilegalmente al PP, tras un pacto con la fiscal¨ªa para reducir las consecuencias de sus propias responsabilidades. Y 24 horas despu¨¦s de que el congreso popular fortifique el poder interno de Rajoy, el representante legal del PP y la exministra Ana Mato est¨¢n citados para declarar en el juicio por la primera parte de G¨¹rtel, que viene celebr¨¢ndose en la Audiencia Nacional.
El caso G¨¹rtel, como otros a la espera de juicio, da cuenta de muchos a?os de ama?os, regalos indebidos y dinero il¨ªcito. Pero representa mucho m¨¢s que una serie de sobornos, puesto que la colusi¨®n entre ciertos empresarios y cargos p¨²blicos se convirti¨® en un m¨¦todo frecuente de financiaci¨®n de parte de los pol¨ªticos populares. Con el corolario del falseamiento de la competici¨®n electoral que se produce cuando el dinero il¨ªcito financia campa?as y otros vistosos actos (convenciones, primeras piedras, etc¨¦tera) destinados a cuidar la imagen de los pol¨ªticos.
Es improbable que el Partido Popular d¨¦ la sorpresa de abordar en su congreso el debate sobre la corrupci¨®n, del que ha huido todo lo que ha podido, pero deber¨ªa hacerlo. En las elecciones de 2015 ya le cost¨® un buen pu?ado de votos y su implicaci¨®n en graves asuntos ha complicado notoriamente las relaciones con partidos que, en circunstancias menos oscuras, habr¨ªan sido m¨¢s fluidas. La sombra de la corrupci¨®n contin¨²a persigui¨¦ndole porque no se trata de un mal menor ni de hechos aislados, sino de una amenaza seria. Salir del congreso con meras alusiones a un problema superado, ya escuchadas otras veces, no contribuir¨¢ a vaciar un fondo de armario que le rebasa.
Este editorial ha sido actualizado tras conocerse la sentencia sobre la 'trama Gurtel' en Valencia.?
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