Dedo f¨¢lico
El de Donald Trump puede apretar el bot¨®n nuclear y mandarnos a todos al infierno
El dedo que advierte, el dedo que acusa, el dedo en los labios que manda callar, el dedo que amenaza, el dedo que se?ala la direcci¨®n ¨²nica, el dedo que impone el capricho inexorable, todas esas facetas del dedo erecto como cola de alacr¨¢n se han concentrado en el dedo de ese aut¨®crata chiflado de Donald Trump, que tambi¨¦n es el dedo que puede apretar el bot¨®n nuclear y mandarnos a todos al infierno. El poder omn¨ªmodo del dedo lo pint¨® Miguel ?ngel en el fresco de la Capilla Sixtina. En lo alto de la b¨®veda la figura de Jehov¨¢ aparece como una nave nodriza que en pleno vuelo trasvasa su energ¨ªa en el cuerpo de Ad¨¢n para dotarlo de vida. El Creador y su criatura est¨¢n a punto de juntar las yemas y ese contacto explosivo siempre se ha interpretado como un acto er¨®tico. En ese dedo f¨¢lico se concentra el poder del macho. El misterio del ¨ªndice en erecci¨®n proviene de Leonardo da Vinci. Serv¨ªa de contrase?a de una sociedad secreta de pintores que reconoc¨ªan en ella su sexualidad enigm¨¢tica. Lo exhibe un ap¨®stol en la Santa Cena, el Bautista de Rafael y se repite en la historia de la pintura como s¨ªmbolo de autoridad en innumerables im¨¢genes de h¨¦roes, profetas y l¨ªderes. Hoy la ¨²ltima fase de la cultura moderna se ha concentrado en el contacto del dedo con el teclado del iPad, hasta el punto que el mundo que se avecina estar¨¢ poblado por humanoides que solo se comunicar¨¢n por impulsos digitales. De hecho hay quien dice que la humanidad ya ha muerto y este planeta es un cementerio viviente gobernado sin control ni responsabilidad por el dedo imperial de un avatar color calabaza que ha sido enviado para poner fin a la historia. Mientras desayuna, Donald Trump puede apretar el bot¨®n nuclear despu¨¦s de tomarse sus propios huevos a la ranchera. Ya no existe un argumento v¨¢lido que le impida realizar ese capricho.
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