De frente
Los miembros de un partido tienen que limar aristas d¨ªa tras d¨ªa para seguir encajando y, al mismo tiempo, conectar con una mayor¨ªa de la poblaci¨®n
Un partido es un instrumento m¨¢s delicado de lo que parece. Solemos verlos como maquinarias s¨®lidas y coherentes, con un objetivo claro (ganar elecciones) y una composici¨®n homog¨¦nea. Quiz¨¢s por eso nos llaman la atenci¨®n sus luchas internas, que tanto abundan ¨²ltimamente. ?Por qu¨¦ se pelean, si quieren lo mismo? Pero es que en realidad no es as¨ª.
Los partidos se basan en uniones de voluntades individuales, dispuestas a renunciar a ciertas aspiraciones a cambio de definir un m¨ªnimo com¨²n denominador. Sus miembros tienen que limar aristas d¨ªa tras d¨ªa para seguir encajando y, al mismo tiempo, conectar con una mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Es un trabajo delicado, y en teor¨ªa inevitable. Pero parece que 2017 nos trae una aproximaci¨®n algo distinta a este problema.
Pablo Iglesias ha decidido que la parte m¨¢s flexible de Podemos es, si no prescindible, al menos inconveniente. Al otro lado del Atl¨¢ntico, Trump va camino de terminar su primer mes enfrentado al establishment de Washington, obviando que su base de apoyo es una combinaci¨®n de sentimiento anti¨¦lite y del convencionalismo conservador que forma parte del coraz¨®n de la capital. Igualmente, Iglesias asume que no hay nada que ganar ni en la socialdemocracia, ni en las instituciones. Ambos, y otros en m¨¢s lugares, eval¨²an que vale la pena sacrificar no solo moderaci¨®n puertas afuera, sino tambi¨¦n la delicada coalici¨®n interna, porque el futuro est¨¢ en los m¨¢rgenes.
De momento, la atracci¨®n partidista mantiene los votos atados. Pero a largo plazo el ¨¦xito de una propuesta pol¨ªtica no se mide en sufragios, sino en cambios. Ir de frente es muy efectivo para reforzar la cohesi¨®n del n¨²cleo y definir al enemigo, pero guarda un cierto punto peligroso, casi de arrogancia ideol¨®gica. La b¨²squeda de consensos no solo sirve para ganar adeptos m¨¢s centrados, tambi¨¦n es un mecanismo de reclutamiento de ¨¦lites m¨¢s pragm¨¢ticas, e incluso de insiders descontentos, que iluminen los caminos posibles. Sin ellos, cualquier intento revolucionario corre un severo riesgo de convertirse en poco m¨¢s que un ejercicio obsesivo de caza de herejes. @jorgegalindo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.