Disney, la factor¨ªa de los sue?os animados
Un b¨²nker de Los ?ngeles (California) custodia los secretos mejor guardados de la gran factor¨ªa de dibujos animados fundada por Walt Disney hace casi un siglo. El archivo documental inspira a las nuevas generaciones de creadores, enfrentados al reto de concebir otro gran cl¨¢sico del cine. Los ordenadores han automatizado el proceso de producci¨®n. Pero las ideas siguen naciendo a partir de un dibujo a mano.
S ON APENAS unos trazos con l¨¢piz azul y ah¨ª est¨¢ todo. La forma del pelo, el movimiento de la cola y la expresi¨®n de entusiasmo adolescente de la princesa Ariel. Est¨¢ dibujada cuatro veces, en cuatro l¨¢minas de papel. Son algunos de los primeros estudios que hizo el dibujante Mark Henn para la escena en que Ariel, sentada sobre una roca, escucha la canci¨®n Bajo el mar. En uno de ellos, el dibujo de la princesa se retuerce un poco: en la versi¨®n final le pasan unos peces por el lado y le hacen cosquillas. Henn lo explica retorci¨¦ndose y esbozando ¨¦l mismo la risita. La etiqueta de la l¨¢mina dice: ¡°Little Mermaid / 1989 / Rough Animation¡±. Este es el primer esbozo, dibujado a mano, de la escena m¨¢s famosa de La sirenita, la pel¨ªcula que a finales de 1989 inici¨® una de las etapas doradas de Walt Disney Animation Studios. Lo ense?a, aqu¨ª y ahora, Henn en persona.
Estamos en el disco duro de la historia de Disney: el archivo de documentaci¨®n de animaci¨®n, que atesora todos los dibujos que han aparecido en la pantalla bajo esta firma. Un edificio color crema, sin carteles, mezclado en ese paisaje de pol¨ªgono industrial rodeado de bungal¨®s de la zona donde se concentra la mayor¨ªa de estudios de cine y televisi¨®n, en Burbank, al norte de Los ?ngeles (California, EE UU).
El b¨²nker, reformado en 1999, custodia el material producido por los artistas de Disney desde la fundaci¨®n de la compa?¨ªa. Walt Disney en persona puso en marcha el archivo como servicio de documentaci¨®n del estudio. La pieza m¨¢s antigua conservada son los originales de los cortos de Alicia que Disney ejecut¨® en los a?os veinte.
Este edificio desconocido cuenta con 11 c¨¢maras de seguridad climatizadas donde se conservan 65 millones de piezas que incluyen, como explica Mary Walsh, directora del archivo, ¡°todos los elementos de una pel¨ªcula animada: los primeros bocetos, dise?os, dibujos para animaci¨®n en sucio y en limpio, maquetas, las l¨¢minas transparentes y las notas de producci¨®n¡±. Todo aquello que compone cada pel¨ªcula, de principio a fin. A ello hay que sumar todo el material digital generado desde los a?os noventa. Los animadores actuales de la compa?¨ªa pueden acceder a esta documentaci¨®n escaneada a trav¨¦s de sus ordenadores para utilizarla en los nuevos trabajos.
A tenor de la sofisticaci¨®n de las pel¨ªculas de Disney, especialmente desde que comenz¨® a desarrollarse la animaci¨®n por ordenador, resulta dif¨ªcil hacerse a la idea de que los dibujos animados empiezan siendo exactamente eso, dibujos. Antes de que las m¨¢quinas entren en juego, primero hay alguien que dibuja a Vaiana (que en su versi¨®n original se llama Moana). Y otro la vuelve a dibujar con otra cara. Y otro, con un pelo distinto. Y as¨ª, cientos y miles de veces, cuidando cada detalle hasta que se definen tanto el personaje como la historia. Que el espectador pierda la perspectiva del proceso es precisamente el logro de una pel¨ªcula. Pero hoy estamos aqu¨ª para lo contrario, para deconstruir el trabajo de fabricar cl¨¢sicos.
El archivo hist¨®rico de disney conserva 65 millones de piezas: BOCETOS, maquetas, l¨¢minas. . . Todos los elementos de una pel¨ªcula animada.
Nuestro gu¨ªa es Mark Henn, una leyenda de la animaci¨®n que lleva 37 de sus 56 a?os en Disney. Empez¨® en 1980 ayudando en Tod y Toby. De su l¨¢piz han salido el rat¨®n Basil, la Bella, o un ¡°viejo amigo¡± cuyos primeros estudios est¨¢n tambi¨¦n sobre la mesa de trabajo del archivo durante una tarde lluviosa de febrero. El viejo amigo es el cachorro Simba de El rey le¨®n. Los cuatro dibujos muestran a Simba sentado. ¡°Hay un momento en el que hay que pensar qu¨¦ aspecto va a tener cada personaje. Con el joven Simba, a partir de la investigaci¨®n [llevaron leones vivos al estudio] realic¨¦ mi propia interpretaci¨®n. Parte de mi responsabilidad es concebir un personaje que despu¨¦s sea f¨¢cil de dibujar por otros artistas¡±. La etiqueta en este caso se?ala: ¡°The Lion King, 4/12/93, Early concept model shoot¡±. ¡°Esto se convierte en la biblia del personaje para todos los involucrados en su animaci¨®n¡±. Sobre dibujos a mano como estos se hizo la versi¨®n limpia y a color que sale en pantalla. El rey le¨®n se estren¨® en 1994. Se convirti¨® en un cl¨¢sico instant¨¢neo.
M¨¢s all¨¢, en la misma mesa, hay otro tesoro anterior a Henn. Son los conceptos visuales de Mary Blair para Peter Pan (1953). Unos bocetos sobre cart¨®n en los que salen los ni?os perdidos caminando por un bosque. Otro dibujo imagina c¨®mo ser¨¢ el dormitorio en el que los ni?os juegan a ser Peter Pan. ¡°El desarrollo visual ayuda a establecer el color, el tono¡±, explica Henn. Mary Blair es un mito de la historia de Disney y una ilustradora venerada por los dise?adores de hoy. Fue la creadora del concepto visual de pel¨ªculas como Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas (1951) o La Cenicienta (1950). Este archivo ¡°es una herramienta para aprender¡±, prosigue Henn. ¡°Yo no tengo a los cl¨¢sicos aqu¨ª para preguntarles, pero tengo sus trabajos¡±.
Henn recibi¨® hace poco el encargo para hacer una animaci¨®n del hada madrina de La Cenicienta para una atracci¨®n de los parques de la compa?¨ªa. ¡°Aqu¨ª es donde vengo para recuperar ese material original¡±. Estos dibujos no solo son un tesoro para Disney, Henn y todos los animadores que pasan por este enclave ¨Ctambi¨¦n est¨¢ a disposici¨®n de historiadores¨C, sino para los millones de personas que han disfrutado de estas pel¨ªculas. ¡°Una de las cosas m¨¢s bonitas que me dicen a veces es: ¡®T¨² animaste mi infancia¡¯. Estos personajes, estas ideas que aqu¨ª se guardan desde que eran bocetos a l¨¢piz son algo muy querido por la gente¡±.
Mark Henn se lo piensa mucho antes de confesar sus mitos. Y recuerda una escena muy espec¨ªfica: el capit¨¢n Garfio tocando el piano para seducir a Campanilla en Peter Pan. En aquel pasaje, Garfio juguetea con el piano en su camarote mientras, primero, sibilinamente hace confesar a Campanilla que est¨¢ enamorada de Peter y tiene celos de Wendy. Despu¨¦s la convence de que traicione a Peter. Todo eso hab¨ªa que contarlo mediante dibujos en cuatro minutos y lograr que lo entendiera un ni?o de cinco a?os. Merece la pena repasar la escena par¨¢ndose a pensar en la enorme complejidad de lo que est¨¢ haciendo Garfio. ¡°Es algo que todav¨ªa me impresiona¡±, dice Henn.
Para Mark Henn, autor ¨¦l mismo de escenas m¨ªticas, detalles como este marcan la diferencia. Y considera al art¨ªfice de esa escena, Frank Thomas, como uno de los mejores de la historia. Una leyenda de la animaci¨®n que dibuj¨®, por ejemplo, la escena de los espaguetis de La dama y el vagabundo (1955). Inmediatamente despu¨¦s de describir la escena de Garfio, Henn a?ade que el gran hito de la animaci¨®n es el diablo de la monta?a de Fantas¨ªa (1940). De la evoluci¨®n de Mickey Mouse a lo largo de los a?os, el que m¨¢s le gusta es el de El sastrecillo valiente (1938) ¡°cuando se le pusieron los ojos grandes¡±.
La t¨¦cnica ha sido la misma desde los comienzos. Los grandes avances tecnol¨®gicos y la incorporaci¨®n del ordenador fueron automatizando el proceso de llevar el boceto hasta la pantalla, pero siempre hab¨ªa un dibujo en el principio de todo. ¡°Eso no cambi¨® realmente hasta que no entraron el estudio Pixar y el 3D¡±, explica Henn. Pero aun as¨ª, pel¨ªculas complej¨ªsimas visualmente como Vaiana (2016) siguen contando con parte de animaci¨®n tradicional en ellas. ?Y cu¨¢l es el legado de las pel¨ªculas de Disney que permanece en la memoria? ¡°Todos crecimos identific¨¢ndonos con un personaje en particular¡±, responde Henn. ¡°Eso sigue pasando hoy en d¨ªa. La gente va a crecer viendo a Rapunzel, la princesa Ana o Vaiana¡±.
Lo que sus maestros lograron con Peter Pan o Bambi, ¨¦l lo logr¨® con Simba o Ariel, y hoy hay otra generaci¨®n con el mismo reto. ¡°Uno de mis mentores dec¨ªa que pones tu alma y tu coraz¨®n porque estas pel¨ªculas van a durar 100 a?os. Siempre nos enfrentamos a cada filme con el mismo proceso, el mismo cuidado en t¨¦rminos de c¨®mo se va a desarrollar la historia y c¨®mo los animadores van a dar vida a estos personajes. Es algo que aprend¨ª de la generaci¨®n anterior y es parte de mi trabajo pasarlo a la siguiente generaci¨®n¡±. Acto seguido se sienta y dibuja un Simba para El Pa¨ªs Semanal. Magia.
¡°uno de mis mentores dec¨ªa que pones tu alma cuando trabajas aqu¨ª porque estas pel¨ªculas van a durar 100 a?os¡±, dice el dibujante mark henn.
La historia de Disney est¨¢ presente en muchos lugares de Los ?ngeles. Una peque?a tienda de fotocopias en la calle Kingswell, en Los Feliz, fue el primer estudio del genio Walt en esta ciudad. Un supermercado en la calle Hyperion marca el lugar donde estuvieron los estudios cuando la compa?¨ªa domin¨® la animaci¨®n en Hollywood durante los a?os treinta. En 1937, Disney marc¨® un antes y un despu¨¦s en la historia del cine con Blancanieves y los siete enanitos, el primer largometraje de animaci¨®n. Cualquiera que la haya visto sabe a qu¨¦ se refiere Henn cuando dice que el trabajo de un animador de Disney ¡°dura 100 a?os¡±. A partir de ah¨ª, el estudio se hizo tan grande que se mud¨® por completo a un secarral de Burbank, al otro lado de la colina. Y all¨ª sigue.
En el estudio nos reciben Lorelay y Neysa Bov¨¦. Son espa?olas, hermanas y forman parte de la nueva hornada de talentos de Disney. Una generaci¨®n llamada a trabajar sobre la sabidur¨ªa de Henn y todos sus predecesores. El despacho de Lorelay, en la segunda planta, est¨¢ decorado con bocetos que hizo Mary Blair para La Cenicienta (1950). Estas l¨¢minas llenas de tonos azules, cristal y brillos, en las que se defin¨ªa cu¨¢l ser¨ªa el aspecto visual de la pel¨ªcula, son su inspiraci¨®n.
Lorelay Bov¨¦ lleg¨® a los estudios Disney hace nueve a?os, justo despu¨¦s de que el estudio Pixar pasara a formar parte del gigante y su fundador, John Lasseter, se convirtiera en director creativo de la firma. Este hecho transform¨® Disney en la d¨¦cada siguiente. Bov¨¦ empez¨® trabajando en el desarrollo visual y el vestuario de Tiana y el sapo. Entre sus cr¨¦ditos m¨¢s reconocibles est¨¢n, por ejemplo, el mundo de caramelos del videojuego Sugar Rush en la pel¨ªcula Rompe Ralph (2012). Ella invent¨® esos colores, esos ¨¢rboles y esos mu?equitos. Su concepto para aquella pel¨ªcula cuelga en el llamado ¡°pasillo de la herencia¡±, una zona de los estudios donde reposa una l¨¢mina por cada largometraje de animaci¨®n que se ha rodado desde Blancanieves. Bov¨¦ trabaja ahora en Gigantic, el estreno que prev¨¦ Disney para 2018.
Hace dos a?os, la dise?adora Neysa Bov¨¦ se encontr¨® reci¨¦n llegada a Disney despu¨¦s de haber dise?ado vestidos de Barbie, con el reto de hacerlo para una nueva princesa. ¡°No ten¨ªan a nadie especializado en desarrollo visual de vestuario¡±. El nivel de detalle al que est¨¢n llegando las pel¨ªculas de Disney hac¨ªa necesaria una persona que supiera c¨®mo se mueve la ropa en el mundo real. ¡°Necesitas conocer los cortes, las costuras. La simulaci¨®n por ordenador es igual hoy al mundo real¡±. Ahora, el software puede animarlo todo. Desde las plumas de un vestido hasta el pelo de Vaiana.
Aquella nueva princesa proced¨ªa de las islas del Pac¨ªfico y los colores no pod¨ªan coincidir con los dominantes en otras estrellas (la Cenicienta es azul, Tiana es verde¡). ¡°Vinieron expertos en esa cultura y ancianos de las islas a contar historias como parte de la investigaci¨®n¡±, recuerda Neysa. Ella empez¨® a trabajar en dise?os rojos para el personaje que luego ser¨ªa Vaiana. Su concepto del vestido para el final de la pel¨ªcula hom¨®nima cuelga hoy en la pared del estudio. Las hermanas hablan de Vaiana con el mismo entusiasmo con el que Henn habla de su Simba, como seguramente Thomas hablar¨ªa de su capit¨¢n Garfio. La generaci¨®n de las Bov¨¦ concibe el siguiente cl¨¢sico. La cultura de la compa?¨ªa empuja a que todo ese material del archivo de Disney no est¨¢ ah¨ª para copiarlo, sino para superarlo.
Quiz¨¢ usted no sabe cu¨¢l fue la primera, ni en qu¨¦ a?o la vio, pero todo el mundo sabe cu¨¢l fue la pel¨ªcula de Disney de su infancia. Mark Henn recuerda que la suya fue La Cenicienta, en una reposici¨®n de 1964; la favorita de Lorelay era La bella durmiente; la de Neysa, La sirenita. Los pr¨®ximos t¨ªtulos tendr¨¢n que lograr el mismo efecto. Y no solo para los ni?os de hoy. Todo el mundo aqu¨ª dentro sabe que el resultado de su trabajo tiene que durar 100 a?os.
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