El muro invisible cuya puerta lleva a un limbo legal
Australia mantiene confinados a miles de refugiados en dos islas del Pac¨ªfico
El muro de Australia, sin fronteras terrestres, es m¨¢s real que el de Trump: nadie que llegue a ese pa¨ªs por mar puede reclamar estatus de refugiado. ?Qu¨¦ ocurre con quienes, pese a todo, lo intentan? Que acaban en centros de detenci¨®n financiados con dinero australiano en las islas Nauru y Manus. Nauru es un atol¨®n del Pac¨ªfico de 21 kil¨®metros cuadrados y 10.000 habitantes que en los setenta sol¨ªa presumir de tener la mayor renta per capita del mundo: 50.000 d¨®lares gracias a la explotaci¨®n de sus minas de fosfatos. Pero las minas se agotaron y su ¨²nica fuente de ingresos desapareci¨®. El negocio que les propuso Australia sonaba jugoso. Pero los m¨¢s de 1.200 refugiados que viven ah¨ª desde hace tres a?os no piensan lo mismo. Maltratos, violaciones y abusos son parte del men¨² diario y desde Amnist¨ªa Internacional (AI) a las Naciones Unidas le han pedido a Australia responsabilidades. Sin ¨¦xito. Y eso que se gastan anualmente 350.000 d¨®lares en cada refugiado, seg¨²n los presupuestos australianos. El centro de detenci¨®n de Manus, con 1.000 refugiados, fue declarado ilegal en 2016 por el Tribunal Supremo de Pap¨²a Nueva Guinea, el pa¨ªs al que pertenece, pero sigue operando, en condiciones p¨¦simas. ¡°Aqu¨ª solo sobrevivimos. Somos almas muertas en cuerpos vivos¡±, dec¨ªa una mujer entrevistada por AI en agosto.
Todos pensaban que sus pesadillas terminar¨ªan gracias al acuerdo de acogida que Obama firm¨® con Australia. Pero Donald Trump lo calific¨® de ¡°estupidez¡±, lo dej¨® en el limbo y adem¨¢s emiti¨® una orden ejecutiva, frenada de momento en los tribunales, para prohibir la entrada de refugiados de siete pa¨ªses, entre los que hay algunos en esas islas. Lejos de estremecerse, el ministro de Inmigraci¨®n australiano, Peter Dutton, ha encontrado inspiraci¨®n y ahora busca aprobar una ley similar, el Migration Act, que le dar¨¢ poderes personales para revocar visados por cuestiones de raza, religi¨®n o nacionalidad.
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