Este es el sufrimiento que no se ve tras los posados de Instagram

Estos ¨²ltimos d¨ªas, la burbuja online ha enloquecido con una cuenta de Instagram llamada Boyfriends of instagram. El 90 % de sus instant¨¢neas muestran a hombres sometidos a los estragos de fotografiar a sus novias y/o amigas. La idea es sencilla: detr¨¢s de esa postal aparentemente espont¨¢nea de tu vecina en una playa polinesia, hay un pobre diablo invocando a la lumbalgia en posturas antinaturales, despellej¨¢ndose la r¨®tulas para sacar un buen contrapicado, arrastr¨¢ndose por la grava cual babosa para que a su bizcochito no se le vea el segundo michel¨ªn.

Con 45 mil seguidores y otra sucursal en Facebook de gran ¨¦xito, Boyfriends of instagram es una interesante ocurrencia convertida en chascarrillo caduco sobre la guerra de sexos. El novio que se derrumba en los probadores de Zara, el novio que tiene ver Notting Hill por octava vez¡­ T¨®picos sobados y divisiones de roles -ellas posan, ellos lo sufren- que huelen a otros tiempos. Hay una imagen delirante de Kanye West haciendo el panoli para sacar la foto perfecta de su mujer que resume perfectamente la esencia de la escuder¨ªa. Si la cuenta se llamara Calzonazos de Instagram o Lo Que Hay Que Hacer Para Follar no sonar¨ªa extra?o.

El gag es tan caspos¨ªn, tan 90s, que ni siquiera el sector feminista le ha prestado atenci¨®n. Y eso que la toma inversa es tambi¨¦n muy com¨²n. En muchas ocasiones he obligado a mi novia a hacer el m¨¢s espantoso de los rid¨ªculos para sacarme guapo en alguna foto de Instagram. En esto de tragar con las extravagancias de la pareja estamos todos metidos hasta el cuello; el sacrificio instagramer no es patrimonio masculino.

Formalmente es una chorrada, pero si algo bueno tiene Boyfriends of instagram es que desnuda Instagram. La deja en bolas. Y lo hace desde las mismas entra?as de Instagram. La espontaneidad de un grupo de amigos tomando copas, aniquilada de golpe por la imagen de un pobre cretino que, contorsionado como la ni?a de The ring, dispara la foto desde el suelo. El truco al descubierto. Y el truco es gracioso.

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La propia aplicaci¨®n es utilizada para mostrarnos el cart¨®n piedra de la aplicaci¨®n, un metalenguaje que a los usuarios de Instagram, adictos a los bucles de iron¨ªa, incapaces ya de distinguir entre postureo y realidad, les encanta. Fotos en Instagram de gente haciendo fotos a comida para su Instagram. Fotos en Instagram de tipos haciendo fotos a sus novias para su Instagram. Y as¨ª ad infinitum.

Adem¨¢s, Boyfriends of instagram ha sabido explotar uno de los pilares en la sombra, uno de los bichos m¨¢s de culto de todo este circo: el lacayo de Instagram. No es asunto balad¨ª. Hace poco, divis¨¦ a Dulceida haci¨¦ndose una foto delante de un restaurante del Raval de Barcelona. Mientras ella posaba, una chica doblaba el espinazo y hac¨ªa el trabajo sucio de inmortalizarla. La imagen me hizo pensar en esos soldados que tienen vedada la gloria de Instagram, pero entregan su tiempo y dignidad a lustrar el ego de sus patrones en Ia aplicaci¨®n. No quieren los focos. De hecho, los ponen ellos.

El lacayo de Instagram es una figura quijotesca trasladada al universo millennial, un Sancho Panza atado a los delirios absurdos de su valeroso hidalgo. En Barcelona es habitual encontrarse con it girls e it boys que posan en plena calle, mientras sus escuderos se juegan el f¨ªsico entre meadas, patinetes y carteristas, para disparar la fotito. Una mezcla de l¨¢stima y ternura se apodera de m¨ª cada vez que los veo.

A pesar de su planteamiento troglodita y estereotipado, Boyfriends of instagram ha puesto de relevancia al lacayo y ha hecho que reflexionemos sobre su contribuci¨®n al tejido de falsa espontaneidad de la aplicaci¨®n. Sin el lacayo ser¨ªa imposible entender la dial¨¦ctica de la felicidad de Instagram m¨¢s all¨¢ del selfie, ser¨ªa imposible sacar esos encuadres tan perfectos que parecen tan improvisados. En el ¨¦xito medi¨¢tico de esta cuenta hay tambi¨¦n algo de justicia para estos h¨¦roes en la sombra que, como el caddie de golf, llevan los excedentes de ego de su instagramer a cuestas.

Y la cosa va a m¨¢s. Evoluciona hasta extremos impensables.

Ya ha salido en todos los medios el ejemplo de lacayo de Instagram next generation. La modelo Viki Odintcova decidi¨® sacarse unas fotos y hacerse un v¨ªdeo en Instagram colgando del brazo de un tipo, en las alturas en la Torre Cayan de Dubai. Sin trucos. A vida o muerte. All¨ª hab¨ªa un desgraciado que no solo ten¨ªa que sostenerla a 300 metros de altura con un solo brazo, sino sacarle tambi¨¦n la foto. ?Es sabio poner tu vida en manos de tu vilipendiado escudero? Supongo que esto a lo que aspira todo lacayo de Instagram: a tener a la persona que lleva meses atorment¨¢ndole colgada de su mano, en lo m¨¢s alto de un rascacielos, y sacar la foto justo cuando la suelta.