Espa?a, amparo de libertad
Eurostat confirma que m¨¢s del 23% de las concesiones de nacionalidad en el ¨¢mbito europeo son espa?olas. Hoy, somos un pa¨ªs orgulloso de nuestra capacidad para acoger e integrar a personas que sufren por su defensa de los derechos
Qu¨¦ lejos queda el ¡°espa?ol del ¨¦xodo y del llanto¡± al que se refer¨ªa nuestro poeta Le¨®n Felipe. Hoy, afortunadamente, somos un pa¨ªs orgulloso de su capacidad de acoger y de integrar. Cientos de miles de personas han solicitado en los ¨²ltimos a?os la concesi¨®n de la nacionalidad espa?ola: en concreto, m¨¢s de 660.000 hombres y mujeres entre 2011 y 2015, seg¨²n datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Con su solicitud, todos ellos muestran a las claras su opini¨®n sobre Espa?a como refugio de la libertad y pa¨ªs de oportunidades. Es un hecho que debe hacernos reflexionar para mejor valorar lo que somos: un gran pa¨ªs, con una nacionalidad muy prestigiada, un sin¨®nimo de bienestar y derechos ante el mundo. Y un pa¨ªs que sabe construir puentes: seg¨²n Eurostat, m¨¢s del 23% de las concesiones de nacionalidad a nivel europeo son espa?olas, dato muy por encima de grandes pa¨ªses de la Uni¨®n.
Otros art¨ªculos del autor
El Consejo de Ministros acaba de conceder la nacionalidad espa?ola a un gran escritor colombiano, H¨¦ctor Abad Faciolince y ¡ªno es la primera vez¡ª a un destacado opositor venezolano, Lester Toledo. En cuanto al primero, cabe referir que estamos ante un defensor de la libertad que engrandece nuestro idioma. Mario Vargas Llosa, Fernando Savater y Javier Cercas apoyaron que se le concediera la nacionalidad espa?ola, subrayando que se trata de uno de los mejores escritores actuales en nuestra lengua com¨²n. Su novela El olvido que seremos, que he citado y recomendado en diversas ocasiones, es reconocida como una obra maestra y viene a sumarse a la extraordinaria tradici¨®n de la literatura colombiana, gran patrimonio del espa?ol. Pero Abad Faciolince, adem¨¢s de ser un brillante art¨ªfice de la palabra, es tambi¨¦n un hombre comprometido con el valor supremo de la libertad, la misma que defiende como columnista del peri¨®dico El Espectador, un medio que resisti¨® en primera fila los ataques de Pablo Escobar.
Los casos de Abad, Toledo o Zuloaga indican que nuestro pa¨ªs es generoso y responsable
Fue precisamente H¨¦ctor Abad Faciolince quien escribi¨® la c¨¦lebre carta que firmaron los mayores intelectuales colombianos cuando la Uni¨®n Europea impuso a Colombia la exigencia de visado para entrar en el Espacio Schengen. ?l sab¨ªa mejor que ninguno lo que significaba esa medida, porque ¡ªtras recibir amenazas de muerte¡ª hab¨ªa tenido que abandonar precipitadamente su amada Colombia para escapar a Panam¨¢ y coger un vuelo a Espa?a. Pudo hacerlo y venir a nuestro pa¨ªs porque entonces a¨²n no se exig¨ªa visado. Su carta, tan cr¨ªtica como brillante, rebosaba cari?o, conocimiento y respeto por nuestro pa¨ªs, y yo la recuerdo bien porque, como ministro del Interior por aquel entonces, tuve que vivir la experiencia de ver a la Uni¨®n Europea exigir el visado a los ciudadanos de Colombia. Felizmente, hoy lo que tengo es el honor de presidir el Gobierno que ha liderado con ¨¦xito, ante las instituciones europeas, la iniciativa para eximirles de ese visado visado. Parafraseando al propio H¨¦ctor Abad Faciolince en su art¨ªculo Visados, espinas y clavos, publicado en estas mismas p¨¢ginas, tiene algo de justicia po¨¦tica que la misma persona que firm¨® aquella carta justamente cr¨ªtica reciba ahora del Consejo de Ministros la nacionalidad espa?ola.
¡°Ustedes tienen con nosotros una obligaci¨®n y un compromiso hist¨®ricos a los que no pueden dar la espalda¡±, reclamaron entonces en su misiva. Y as¨ª es. Por este mismo motivo tambi¨¦n hemos concedido la nacionalidad espa?ola al opositor venezolano Lester Toledo, cuyo pasaporte venezolano caduc¨® este mismo viernes sin posibilidad alguna de que se lo renueven. Toledo fue abogado defensor y jefe de campa?a de Leopoldo L¨®pez, as¨ª como diputado regional de su partido Voluntad Popular, integrado en la Internacional Socialista. Fue perseguido y posteriormente acusado, repentinamente, de financiaci¨®n del terrorismo y asociaci¨®n para delinquir. Y a su mujer le prohibieron salir de Venezuela durante la cifra inveros¨ªmil de doscientos a?os.
La nacionalidad espa?ola es un instrumento privilegiado de protecci¨®n y reconocimiento
M¨¢s all¨¢ de otras consideraciones, la concesi¨®n de la nacionalidad espa?ola a Lester Toledo es fruto de una pol¨ªtica sistem¨¢tica de protecci¨®n de los Derechos Humanos y solidaridad con nuestros hermanos venezolanos, que en su d¨ªa abrieron sus puertas con generosidad a tantos espa?oles. Es una pol¨ªtica que, impulsada por el Gobierno, recoge el sentir de nuestra sociedad. Y, como apuntaba, no es la primera vez que se pone en pr¨¢ctica. Por citar solo otro ejemplo, en v¨ªsperas de la pasada Navidad, el Consejo de Ministros tambi¨¦n otorg¨® la nacionalidad espa?ola al empresario de los medios de comunicaci¨®n Guillermo Zuloaga, que fue durante m¨¢s de dos d¨¦cadas el presidente de Globovisi¨®n, la ¨²nica cadena de televisi¨®n privada e independiente que estuvo dedicada a la informaci¨®n permanente en Venezuela hasta su venta forzada en 2013. Zuloaga fue acusado de ¡°usura gen¨¦rica¡± y ¡°agavillamiento¡±. El Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Opini¨®n y de Expresi¨®n lleg¨® a afirmar, sobre su caso, que ¡°llama la atenci¨®n que este acto ocurra en un contexto de actos de intimidaci¨®n contra Globovisi¨®n¡±. Pero las autoridades de su pa¨ªs, Venezuela, fueron m¨¢s all¨¢ en su ofensiva y adem¨¢s le acusaron de ¡°divulgaci¨®n de informaciones falsas¡±, ¡°incertidumbre p¨²blica¡± y ¡°ofensas¡± al Presidente de la Rep¨²blica. Por todo ello se le indic¨® su destino en la ya cerrada c¨¢rcel de La Planta, una de las m¨¢s peligrosas de Am¨¦rica, y se le revoc¨® su pasaporte.
Como cada vez m¨¢s Presidentes, mi amigo Mauricio Macri y yo acabamos de expresar juntos, en su exitosa visita de Estado como presidente de la Rep¨²blica Argentina, nuestro deseo de ayudar a nuestros hermanos venezolanos. Porque no podemos ser indiferentes ante la violaci¨®n de los Derechos Humanos. La defensa de la libertad no puede ser meramente ret¨®rica, de f¨¢cil enunciaci¨®n y escasa concreci¨®n. Debe empezar por la sensibilidad ante el sufrimiento, atendiendo casos concretos y actuando. Y es el compromiso m¨¢s noble que puede movilizar a los poderes p¨²blicos.
La concesi¨®n de la nacionalidad espa?ola es un instrumento privilegiado de reconocimiento y de protecci¨®n. Personas que han sufrido por la libertad y por los derechos encuentran ahora entre nosotros el refugio que necesitan -y, ante sus ojos, Espa?a es lo mejor que puede ser: un refugio de la libertad y el amparo de quien lo necesita. Es hora de valorarlo en su justa medida y de saber apreciar tambi¨¦n, todos nosotros, la fuerza positiva, generosa y responsable que los espa?oles representamos ante el mundo.
Mariano Rajoy es presidente del Gobierno de Espa?a.
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