Orwell para cubanos
El Gran Hermano de ¡®1984¡¯ que siempre te vigila es como los carteles de Fidel que pululan por la isla
Funcionarios del Ministerio de Cultura de Cuba informan con benepl¨¢cito que dos de los libros m¨¢s comprados en la pasada Feria del Libro de La Habana son la biograf¨ªa Ra¨²l Castro: un hombre en Revoluci¨®n (2015), escrita por el veterano agente del KGB Nikol¨¢i Leonov, y la primera edici¨®n cubana de 1984 (1949), la novela antiut¨®pica ¨Cque Wikipedia prefiere llamar ¡°ficci¨®n dist¨®pica¡±- del gran escritor brit¨¢nico George Orwell. Cualquier idea m¨¢s o menos discernible sobre lo que ha sido y es un r¨¦gimen pol¨ªtico como el cubano, y sus posibilidades de permanencia o cambio en los pr¨®ximos a?os, deber¨ªa alojarse en la cabeza de los lectores de ambos libros. Lectores que, probablemente, pertenezcan a comunidades distintas y hasta enfrentadas de una misma sociedad.
Otros art¨ªculos del autor
En su biograf¨ªa del Che Guevara, Jon Lee Anderson narra con alg¨²n detalle c¨®mo Ra¨²l y Leonov se conocieron en un viaje en barco hacia La Habana, desde Europa del Este, donde el menor de los Castro, miembro de la Juventud Socialista del viejo partido comunista cubano, hab¨ªa participado en el Festival Mundial de la Juventud de 1953, celebrado en Bucarest, Ruman¨ªa. Leonov har¨ªa escala en La Habana y luego seguir¨ªa viaje hacia la Ciudad de M¨¦xico, donde prest¨® servicios de inteligencia en la embajada sovi¨¦tica. Dos a?os despu¨¦s, en 1955, y seg¨²n el propio Leonov, el agente sovi¨¦tico y Castro se encontraron ¡°accidentalmente¡± en una calle de la Ciudad de M¨¦xico. Ra¨²l invit¨® a su amigo a conocer a sus compa?eros moncadistas,, especialmente, al Che Guevara y a Fidel Castro, antes de que se embarcaran en su expedici¨®n revolucionaria hacia Cuba.
En la primera etapa del deshielo, Leonov, que proven¨ªa del KGB estalinista, cay¨® en desgracia y fue enviado de vuelta a Mosc¨². Pero sus relaciones con j¨®venes de la izquierda mexicana, cubana y centroamericana lo hac¨ªan muy valioso y en 1959 y 1960 ya estaba de vuelta en la regi¨®n, acompa?ando al canciller Anastas Mikoyan en sus viajes a M¨¦xico y Cuba, tras el triunfo de la Revoluci¨®n. Ahora, dos de sus amigos latinoamericanos, el Che Guevara y Ra¨²l Castro, estaban ubicados en posiciones estrat¨¦gicas del nuevo gobierno revolucionario: uno era Ministro de Industrias y Presidente del Banco Nacional y el otro, con s¨®lo 28 a?os, era Ministro de Defensa.
El Ministerio de la Verdad es una m¨¢quina de producir consignas. Durante 60 a?os, los Castro han poblado de consignas el paisaje visual de los cubanos
La biograf¨ªa de Ra¨²l Castro de Leonov, as¨ª como una previa de Fidel Castro, escrita a fines de los 90 con su colega V. A. Borod¨¢ev, honran aquella amistad, desde un apego irrestricto a los or¨ªgenes estalinistas del autor. La esencia de la pol¨ªtica de la URSS hacia Am¨¦rica Latina, en la Guerra Fr¨ªa, esto es, alentar procesos de independencia radical de Estados Unidos y de formaci¨®n de estados fuertes, que reorientaran los intereses comerciales de sus naciones, a costa de la democracia o del desarrollo del mercado interno, sigue siendo v¨¢lida seg¨²n el anciano Leonov. Entonces, a ese proyecto se le llamaba ¡°comunismo¡±; hoy, ¡°socialismo del siglo XXI¡±, pero desde una perspectiva estrictamente geopol¨ªtica es, m¨¢s o menos, lo mismo.
En Cuba, ¨²nico pa¨ªs del ¨¢rea en que aquella estrategia lleg¨® a consumarse, se edific¨® un Estado muy parecido a cualquier otro socialismo real del bloque sovi¨¦tico. El n¨²cleo institucional de ese r¨¦gimen, codificado por Stalin a partir de la Constituci¨®n de 1936, se reprodujo y sigue vigente en la isla. ?Qu¨¦ mejor descripci¨®n de ese tipo de Estado que 1984 de George Orwell? Imaginemos el retrato de ojos m¨®viles del Gran Hermano, que ¡°siempre te vigila¡±, como uno de los tantos carteles de Fidel Castro, que pululan por las ciudades de la isla. O el Ministerio de la Verdad como esa intersecci¨®n entre el Ministerio del Interior, el Ministerio de Comunicaciones y el Partido Comunista, que edita la enciclopedia oficial Ecured y la p¨¢gina electr¨®nica Cubadebate.
En 1984 hay opositores invisibles, como Emmanuel Goldstein, y una Polic¨ªa del Pensamiento que combate la propaganda enemiga por medio de una neolengua. Equivalentes cubanos de la neolengua orwelliana son: ¡°diversionismo ideol¨®gico¡±, ¡°cederisrta¡±, ¡°jinetera¡±, ¡°palestino¡±, ¡°escoria¡±, ¡°mercenario¡±, ¡°terrorismo medi¨¢tico¡±¡ En la novela de Orwell el Ministerio de la Verdad es una m¨¢quina incesante de producir consignas: ¡°La guerra es la paz¡±, ¡°La libertad es esclavitud¡±, ¡°La Ignorancia es fuerza¡±¡ Durante sesenta a?os, los Castro han poblado de consignas el paisaje visual de los cubanos: ¡°Pin Pon fuera, abajo la gusanera¡±, ¡°El que no salte es yanqui¡±, ¡°Que se vaya la escoria¡±, ¡°Los hombres mueren, el Partido es inmortal¡±. Mucho antes de que Donald Trump imaginara ser pol¨ªtico, la poblaci¨®n cubana era sometida a los rigores de la postverdad.
Rafael Rojas es historiador.
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