Juicio contra el curandero del joven que muri¨® tras abandonar la quimio
La Audiencia Provincial de Valencia ordena que se juzgue por intrusismo al denunciado, que adem¨¢s pudo interferir en el tratamiento m¨¦dico
En julio de 2013, Mario Rodr¨ªguez falleci¨® por una leucemia cuando ten¨ªa 21 a?os. Durante un tiempo, Mario estuvo compatibilizando la quimioterapia, el tratamiento aconsejado por sus m¨¦dicos, con unos remedios que le recomendaba Jos¨¦ Ram¨®n Llorente, quien se presentaba como m¨¦dico naturista. Meses antes de morir, Mario eligi¨® abandonar la quimio, de la que desconfiaba. Desde entonces, su padre Juli¨¢n inici¨® una cruzada para evitar que haya m¨¢s enfermos a los que les "coman el tarro" con la esperanza de curarse con terapias alternativas que no les pueden curar.
"No hay duda: el investigado despleg¨® una praxis propia de un m¨¦dico, sin serlo", aseguran los magistrados
Fund¨® una asociaci¨®n para proteger a los enfermos "de los mensajes de estos estafadores" y denunci¨® a Llorente porque, seg¨²n Juli¨¢n Rodr¨ªguez, las autoridades sanitarias no hac¨ªan nada. Ahora, la Audiencia Provincial de Valencia le da la raz¨®n: el "m¨¦dico naturista" debe ser juzgado "como m¨ªnimo" por intrusismo profesional, "con atentado grave contra la salud p¨²blica, en general, y da?o irreversible al joven Mario en particular".
Para la Audiencia, ha quedado acreditado que Llorente se presentaba p¨²blicamente como m¨¦dico, aunque con el adjetivo de naturista continuaci¨®n. "Le prescrib¨ªa a Mario un?tratamiento que dec¨ªa ser contra el c¨¢ncer, que interfer¨ªa en su recuperaci¨®n, por llevar algunos elementos contraproducentes, como hongos o alcohol, o impon¨ªa su autorizaci¨®n y visto bueno a los pasos del tratamiento m¨¦dico aut¨¦ntico que precisaba Mario por su leucemia, paut¨¢ndole personalmente el programa de su tratamiento, ajust¨¢ndole la medicaci¨®n", explican los magistrados.
"No hay duda: el investigado despleg¨® una praxis propia de un m¨¦dico, sin serlo", asegura el tribunal, que rechaza as¨ª la decisi¨®n del juez instructor, que hab¨ªa archivado en dos ocasiones la causa contra Llorente. Esta vez, el juzgado de instrucci¨®n ha hecho suyos los argumentos del auto de la Audiencia Provincial y ha incoado el procedimiento para la apertura de juicio oral contra Llorente; basta con que los abogados de Rodr¨ªguez presenten escrito de acusaci¨®n para que el imputado se siente en el banquillo.
Para la Audiencia, ha quedado acreditado que? "le prescrib¨ªa a Mario un 'tratamiento' que dec¨ªa ser contra el c¨¢ncer, que interfer¨ªa en su recuperaci¨®n"
Juli¨¢n Rodr¨ªguez, que impuls¨® la Asociaci¨®n para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocient¨ªficas (APETP), se muestra esperanzado por lo que pueda suponer este juicio: "Ojal¨¢ sea un comienzo para que estas cosas dejen de pasar".
Precisamente, ese es uno de los motivos por los que la Audiencia considera que se debe juzgar a Llorente, para que no "se sienta legitimado judicialmente para proseguir con tan peligrosa actividad". Seg¨²n explica en su auto, el curandero figura como ¡°experto en medicina que aborda el c¨¢ncer¡± y aparece en v¨ªdeos en internet "hablando con terminolog¨ªa de apariencia m¨¦dica del c¨¢ncer, de su m¨¢s ventajoso tratamiento con vitaminas, frente a la quimioterapia". En uno de ellos aparece en un despacho junto a un logo ¡°Hospital Aquarius¡±, dando la apariencia de que act¨²a como m¨¦dico, denuncian los magistrados, cuando carece de titulaci¨®n.
Ante las denuncias de Rodr¨ªguez, la Sanidad valenciana hizo que Llorente retirara la placa de "medicina naturista", que el denunciado cambi¨® por otra que reza "Centro de Terapias Naturales".
Los magistrados de la Audiencia creen que se dan los elementos del delito de intrusismo y citan una sentencia de 2005 del Tribunal Supremo: de nada sirve alegar que se dedica a una medicina alternativa, fuera de la medicina convencional que se ense?a en las universidades. "Si el que ejecuta cualquiera de estas t¨¦cnicas (de la supuesta medicina alternativa), antes de aplicarlas, practica exploraciones o reconocimientos cl¨ªnicos, diagn¨®stico, pron¨®stico y decide una terapia determinada est¨¢ incidiendo las funciones de la Medicina", indic¨® el Supremo. Para la Audiencia, lo relevante penalmente es la "actuaci¨®n de una praxis propia de un m¨¦dico aunque no se atribuye a tal condici¨®n ni hubiera enga?o al respecto entre los pacientes".
Los testigos confirman la intromisi¨®n
El delito de intrusismo profesional tiene dos consideraciones en el C¨®digo Penal. La m¨ªnima se refiere a ejercer actos propios de una profesi¨®n sin poseer el correspondiente t¨ªtulo, que en este caso ser¨ªa actuar como m¨¦dico sin la titulaci¨®n. En ese caso la pena es de multa de seis hasta 24 meses. La figura agravada se produce si el culpable, adem¨¢s, se atribuye p¨²blicamente la cualidad de profesional. En este caso, la pena es de prisi¨®n de seis meses a dos a?os.
La Audiencia considera que se le debe juzgar para que no "se sienta legitimado judicialmente para proseguir con tan peligrosa actividad"
Adem¨¢s del intrusismo profesional, los magistrados creen que tambi¨¦n puede ser relevante c¨®mo los consejos de Llorente influyeron en el joven mientras se trataba con la quimio y en el momento de decidir abandonarla. Los m¨¦dicos de Mario explicaron que los preparados pseudocient¨ªficos que le daba Llorente inclu¨ªan elementos contraindicados con la quimioterapia, como alcohol y hongos. En el auto se explica que los amigos de Mario declararon que el joven fallecido les dijo que el investigado le asegur¨® que "el tratamiento m¨¦dico oficial no le iba a funcionar, que siguiera el suyo, y que le mandaba 'pastillas de brocol¨ª' (sic)". Adem¨¢s, la hemat¨®loga del joven asegur¨® que Mario le advirti¨® de "que su m¨¦dico naturista le iba a ajustar la medicaci¨®n".
Ni Llorente ni su abogado han querido contestar a las preguntas de este peri¨®dico, aunque el acusado reclam¨® que se respete su presunci¨®n de inocencia. Hace un a?o, Llorente asegur¨® a Materia que "si se equivoc¨® [Mario], se equivoc¨® ¨¦l". "No curo enfermedades, capacitamos al organismo para potenciar su recuperaci¨®n. Y si se cura del c¨¢ncer, perfecto", dec¨ªa entonces este curandero, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Nutrici¨®n Ortomolecular, una pseudociencia que carece de fundamento para curar enfermedades.
Consultado por este peri¨®dico, el abogado especialista en derecho sanitario Fernando Abell¨¢n encuentra paralelismos entre este caso y el del famoso Bio-Bac. Se trat¨® de un falso remedio comercializado como antitumoral aunque no ten¨ªa ninguna capacidad curativa. "Los responsables del negocio del Bio-Bac fueron absueltos del delito contra la salud p¨²blica porque era inocuo", recuerda Abell¨¢n, que reconoce que en aquel caso no se pod¨ªa acusar de intrusismo a los acusados. "La clave ser¨ªa poder demostrar que los productos que le daban al joven le causaron da?o", dice el abogado, que no tiene ninguna relaci¨®n con este caso. Y a?ade: "En este caso se podr¨ªa hablar tambi¨¦n del da?o moral causado por la p¨¦rdida de oportunidad, por el tiempo perdido sin usar las terapias validadas".
Actualizaci¨®n: En una versi¨®n anterior, se dec¨ªa por error que Juli¨¢n Rodr¨ªguez es presidente de APEPT. Ya no ostenta ese cargo en la asociaci¨®n que impuls¨®.
Cu¨¦ntanos tu caso: javier@esmateria.com
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