Replicantes
La uberizaci¨®n se mueve en el filo que separa lo legal de lo ilegal
Acaba de inaugurarse en Barcelona un burdel en el que las prostitutas han sido remplazadas por mu?ecas cuyos cuerpos imitan la textura de la piel humana y sus formas. Se trata de un salto cualitativo en el proceso de sustituci¨®n del original por la copia. Si la copia ven¨ªa generaliz¨¢ndose en el ¨¢mbito de la ropa y de los complementos de vestir, adem¨¢s de en las pel¨ªculas, discos y libros pirateados, solo era una cuesti¨®n de tiempo que el asunto afectara a las personas. Ignoramos si las prostitutas de carne y hueso podr¨¢n denunciar a estas mu?ecas por competencia desleal, pues est¨¢ todo muy confundido, muy revuelto. Un taxista me dec¨ªa ayer que su profesi¨®n se encuentra amenazada por los falsos taxistas de Uber. Los llam¨® as¨ª, ¡°falsos taxistas¡±, confes¨¢ndome luego que compet¨ªan con mejores coches y menos impuestos.
El problema aparece cuando la copia supera al original. Uber ha dado lugar a un t¨¦rmino nuevo, uberizaci¨®n, que significa algo as¨ª como que el usuario de determinados servicios puede buscarse la vida a trav¨¦s de las nuevas aplicaciones de Internet. La uberizaci¨®n se mueve en el filo que separa lo legal de lo ilegal. Hay luchas en los juzgados de todo el mundo para combatirla, pero sus promotores disponen de influencias y recursos financieros sin cuento. De momento, gana la batalla la uberizaci¨®n como ganan la batalla los sueldos bajos que conducen a la uberizaci¨®n absoluta.
Nos preguntamos, claro, si el burdel de imitaci¨®n de Barcelona es producto tambi¨¦n de la uberizaci¨®n econ¨®mica, pero sobre todo si en vez de acudir a ¨¦l seres humanos, lo visitar¨¢n asimismo hombres o mujeres de imitaci¨®n. ?Andan por ah¨ª, sin que lo sepamos, copias nuestras? Yo he visto cosas que nunca creer¨ªais.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.