El mundo al rev¨¦s
Si algo tan escandaloso como las amenazas de Podemos a los periodistas sucediera en Francia, Inglaterra o Alemania, el clamor del gremio ser¨ªa abrumador

"Como escribas esto, te voy a destruir¡±. ¡°No voy a permitir que hagas ese perfil¡±. ¡°Pensaba que eras mala, pero eres a¨²n peor¡±. ¡°No deber¨ªas escribir esas cosas, te degradan como persona¡±. Estos son algunos de los mensajes recibidos por periodistas que cubren la informaci¨®n de un partido con representaci¨®n parlamentaria. Apenas una muestra de las presiones cotidianas, que incluyen campa?as de asedio orquestadas en las redes sociales. La situaci¨®n ha llegado a tal punto que los periodistas, pertenecientes a diferentes medios, se han unido para denunciar el caso a sus representantes profesionales. La Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid (APM) ha exigido a ese partido que deje de amedrentar.
Si algo tan escandaloso sucediera en Francia, Inglaterra o Alemania, el clamor del gremio ser¨ªa abrumador; la condena p¨²blica inhabilitar¨ªa de inmediato a esos dirigentes y avergonzar¨ªa a su formaci¨®n. Es m¨¢s, es muy posible que en Espa?a ocurriera lo mismo si los ataques procedieran, pongamos por caso, del PP o del PSOE. Pero no, el partido que acosa a los informadores es Podemos. Y entonces entramos en el mundo al rev¨¦s. Que los l¨ªderes de Podemos pongan cara de pasmo y nieguen la mayor no es sorprendente, aunque su huella est¨¦ en las pruebas aportadas y aunque en su d¨ªa la Asociaci¨®n de Periodistas Parlamentarios pidiera infructuosamente una reuni¨®n con Pablo Iglesias para tratar esta situaci¨®n. Tampoco sorprende que los medios digitales afines a Podemos desplieguen su artiller¨ªa contra los denunciantes. Si me apuras, ni siquiera sorprende que alg¨²n graciosillo oficial se mofe en televisi¨®n de algo tan grave. O que algunas de las cacat¨²as que pueblan las tertulias patrias decidan que esos periodistas tienen ¡°la piel fina¡±. Lo que s¨ª es llamativo es que otros colegas saquen a relucir sus cicatrices de guerra y reprochen a la APM que no atendiera en su d¨ªa sus agravios, en lugar de alegrarse de que ahora s¨ª haya una reacci¨®n. S¨ª, los informadores bregan con todo tipo de presiones. Entonces, ?lo damos por bueno y miramos a otro lado?
Es la primera vez que un grupo de periodistas en bloque planta cara al acoso de un partido pol¨ªtico. Que quieran preservar sus nombres no les resta un ¨¢pice de valor. Muchos son reporteros de base, j¨®venes; algunos, ir¨®nicamente, simpatizantes de Podemos por cercan¨ªa generacional. Pero con un problema: que son profesionales y cuentan lo que ven. Y ah¨ª ya la tenemos liada. Porque seamos claros: esto no es una cuesti¨®n ideol¨®gica. Los dirigentes de Podemos reaccionan cuando se sacan a relucir comportamientos poco edificantes en quienes van dando lecciones de moral. Cuando se informa de escaqueos fiscales, de becas tramposas, de fraudes a la Seguridad Social o de un pelotazo con un piso protegido adjudicado con la mediaci¨®n de pap¨¢. O de las purgas internas. Es entonces cuando sueltan sus perros de presa en las redes. El objetivo es someter al periodista que no se alinea. Matonismo puro. Por eso es tan importante el paso dado por estos colegas. Reporteros que han sufrido mucho, y que m¨¢s de una vez se han enfrentado a la autocensura y preguntado si val¨ªa la pena seguir informando. Y han decidido que s¨ª. Si algo puede reproch¨¢rseles, lo ¨²nico, es que hayan aguantado tanto.
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