Lo que necesita el PSOE
Es dudoso que un congreso apresurado y autorreferencial traiga una nueva era al socialismo espa?ol
En pol¨ªtica importa m¨¢s el hacer que el ser. La identidad sirve para reconocerse, para construirse a s¨ª mismo. El programa y la estrategia sirven para transformar la sociedad, para servir a la ciudadan¨ªa. Sin posibilidad de acci¨®n, la identidad es una fuerza est¨¦ril, in¨²til para los trabajadores que sufren la precariedad y el paro, para las mujeres que se enfrentan a m¨²ltiples formas de discriminaci¨®n y subordinaci¨®n, para los j¨®venes que ven dificultadas sus opciones para una vida aut¨®noma y plena. La identidad se construye en el hacer, no en la autoafirmaci¨®n. Sin hacer nada, s¨®lo hay esteticismo.
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Pero es as¨ª como enfrenta el PSOE su pr¨®ximo congreso, como una pugna destinada a dirimir qui¨¦nes son los aut¨¦nticos socialistas que van a reformular el proyecto socialdem¨®crata. Cabe albergar serias dudas de que un congreso apresurado como este sit¨²e al socialismo democr¨¢tico ante una nueva era en su historia, pues han sido muy pocos los congresos que han jugado ese papel. De hecho, solo tres han dejado un legado duradero y reconocible: Gotha en 1875, Bad Godesberg en 1959 y Blackpool en 1996.
El primero, en Gotha, la asociaci¨®n general de trabajadores de Alemania y el Partido Socialdem¨®crata Obrero de Alemania celebraron su congreso de fusi¨®n, dando lugar al primer partido netamente socialdem¨®crata de la historia: el Partido Socialista Obrero de Alemania, que pronto pasar¨ªa a llamarse Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n. El programa de unificaci¨®n, que despert¨® las iras de un desplazado Marx ¡ªque no intervino en el proceso de fusi¨®n¡ª establec¨ªa los ejes fundamentales de lo que se ha dado en llamar la tradici¨®n pol¨ªtica de la socialdemocracia: extensi¨®n de derechos y libertades pol¨ªticas, impuestos progresivos, libertad de sindicaci¨®n, reducci¨®n de la jornada laboral, seguridad de higiene en el trabajo, etc¨¦tera. El nuevo partido experiment¨® un fuerte apoyo popular y se constituy¨®, a lo largo del siglo XX, en uno de los pilares de la defensa y la construcci¨®n de la democracia alemana.
M¨¢s de sesenta a?os despu¨¦s el SPD se congreg¨® en Bad Godesberg para dar un nuevo giro a su orientaci¨®n estrat¨¦gica, renunciando al marxismo, proclamando la idoneidad de la econom¨ªa mixta e identificando el socialismo con la democracia pluripartidista y liberal. El congreso abri¨® la puerta a los socialdem¨®cratas, en coalici¨®n con los liberales, a gobernar la Rep¨²blica Federal de Alemania y signific¨® un giro estrat¨¦gico en toda la socialdemocracia europea, que vivi¨® luego procesos similares en Espa?a ¡ª1974 y 1979¡ª y Francia entre 1969 y 1982.
Los tres congresos que expandieron el socialismo en Europa se hicieron mirando al mundo, no mir¨¢ndose a s¨ª mismos
Finalmente, en Blackpool, el laborismo brit¨¢nico adoptaba las tesis de Toni Blair y se convert¨ªa en el ¡°nuevo laborismo¡±, materializaci¨®n pr¨¢ctica de la tercera v¨ªa como propuesta del centroizquierda para recuperar el espacio frente al neoliberalismo rampante de los ochenta y noventa. A Blair le seguir¨ªa Schr?der en Alemania. En el cambio de siglo, los socialdem¨®cratas gobernaban en once de los quince pa¨ªses de la UE.
Son estos tres momentos los que supusieron una importante transformaci¨®n del programa y la estrategia socialdem¨®crata, los que lanzaron su onda expansiva por todo el continente generando ciclos de crecimiento del centroizquierda. Tres congresos que tuvieron sus cr¨ªticos contra el abandono de los ¡°verdaderos principios socialdem¨®cratas¡±, pero que, puestos en pr¨¢ctica, permitieron transformar la faz de Europa. Fueron congresos de acci¨®n, no de autoafirmaci¨®n. Congresos que se hicieron mirando al mundo, no mir¨¢ndose a s¨ª mismos.
?Se sumar¨¢ este congreso del PSOE a esta lista? La respuesta no parece afirmativa. Hace menos de cuatro a?os que el PSOE convoc¨® una conferencia pol¨ªtica ¡ªcoordinada, por cierto, por Pedro S¨¢nchez¡ª para redefinir, una vez m¨¢s, su proyecto pol¨ªtico. Un esfuerzo en el que participaron m¨¢s de dos mil personas, y cuyo resultado, un documento de varios cientos de p¨¢ginas, se mand¨® al caj¨®n justo al d¨ªa despu¨¦s de ser clausurada. Es poco realista pensar que se va a a?adir algo nuevo a aquel esfuerzo en un congreso autorreferenciado, convocado y celebrado en estas circunstancias, en las que est¨¢ pesando m¨¢s el ¡°qui¨¦nes somos¡± que el ¡°qu¨¦ podemos hacer¡±. Por el contrario, acertar¨ªan los socialistas si rebajaran sus expectativas y reflexionaran, sin aspavientos ni la inflaci¨®n ¨¦pica que sospechamos se avecina, sobre en qu¨¦ pueden ser ¨²tiles al pa¨ªs en los pr¨®ximos cuatro a?os. Porque lo importante no es el futuro del PSOE, sino el futuro de Espa?a. Lamentablemente, es poco probable que ocurra as¨ª.
Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn Carretero es es economista y autor de Espa?a 2030: Gobernar el futuro (Deusto 2016).
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