Draghi mantiene el tipo

La decisi¨®n del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los tipos de inter¨¦s en el 0% y sostener el programa de compras masivas de deuda s¨®lo puede interpretarse de una manera: Mario Draghi no va a modificar la pol¨ªtica monetaria de la eurozona, a pesar de las presiones de Alemania o el Bundesbank, hasta que no est¨¦ plenamente confirmada la senda de inflaci¨®n. Aunque el BCE admite que la tasa de desempleo en el ¨¢rea monetaria est¨¦ en el 9,6%, la m¨¢s baja desde 2009, y la inflaci¨®n se sit¨²a en torno al objetivo (el 2%), tambi¨¦n recuerda entre l¨ªneas que hay amenazas reales al crecimiento ¡ªentre otras los riesgos pol¨ªticos del Brexit y los populismos¡ª y que la inflaci¨®n subyacente todav¨ªa est¨¢ en el 0,2%.

Draghi, que hace una defensa contundente y razonada del euro, no va a endurecer la pol¨ªtica monetaria a corto plazo apoyado en estas razones y en otras que son menos evidentes, aunque igual de reales. Est¨¢ muy vivo en el BCE el recuerdo del error de Trichet, cuando subi¨® los tipos muy temprano y tuvo que retractarse. El tono del Banco parece sugerir que el programa de facilidad monetaria se mantendr¨¢ al menos durante 2017 y probablemente durante parte de 2018. Y, desde la perspectiva actual, eso es lo correcto.

No es dif¨ªcil calcular un escenario financiero complejo para la econom¨ªa internacional a partir de la semana pr¨®xima. Desde Alemania arreciar¨¢n las presiones sobre el BCE para que suba los tipos, con el argumento de que la econom¨ªa europea ha mejorado. Al otro lado del Atl¨¢ntico, hay muchas probabilidades de que la Reserva Federal suba los tipos el 0,25%. De forma que Washington y Bruselas ampliar¨¢n la divergencia monetaria. El d¨®lar se va a apreciar, los flujos financieros cambiar¨¢n y Trump se va a encontrar con problemas inesperados en su pol¨ªtica comercial que probablemente, desde su aproximaci¨®n primaria a la econom¨ªa, no sabr¨¢ resolver si no es con gestos amenazantes.