?A qu¨¦ clase media pertenece usted?
Las agendas divergentes entre pa¨ªses ricos y pobres est¨¢n creando importantes fricciones

Hace seis a?os escrib¨ª esto: ¡°La principal fuente de los conflictos venideros no van a ser los choques entre civilizaciones, sino las expectativas frustradas de las clases medias que declinan en los pa¨ªses ricos y crecen en los pa¨ªses pobres¡±.
Mi argumento en ese entonces ¡ªy que ahora se ha confirmado¡ª es que las clases medias en Estados Unidos, Europa y otros pa¨ªses de mayores ingresos ver¨ªan empeorar su est¨¢ndar de vida, mientras que en China, Turqu¨ªa, Colombia y otros pa¨ªses emergentes la situaci¨®n econ¨®mica de los m¨¢s pobres mejoraba. En ese mismo art¨ªculo se?al¨¦ que tanto el aumento como la disminuci¨®n de los ingresos generan expectativas que alimentan la inestabilidad social y pol¨ªtica. La sorpresa, por supuesto, es que el aumento de los ingresos de la gente en los pa¨ªses pobres sea una fuente de inestabilidad. M¨¢s abajo vuelvo sobre esta paradoja. En ese art¨ªculo de 2011 tambi¨¦n alert¨¦ de que ¡°inevitablemente, algunos pol¨ªticos en los pa¨ªses avanzados aprovechar¨¢n este descontento para culpar del deterioro econ¨®mico al auge de otras naciones¡±. Y finalic¨¦ pronosticando que las consecuencias internacionales de este choque de clases, que entonces no eran obvias, acabar¨ªan si¨¦ndolo.
Bueno¡ lamentablemente, ya lo son.
En estos tiempos de Brexit, Donald Trump, Marine Le Pen, Geert Wilders, Podemos y otras sorpresas pol¨ªticas proliferan los an¨¢lisis que intentan descifrar las fuerzas que nutren ¡°La Gran Furia¡±, ese profundo descontento que lleva a los votantes a escoger a quien sea con tal de que no se parezca ¡°a los de antes¡±. La globalizaci¨®n, la inmigraci¨®n, la automatizaci¨®n, la desigualdad, el nacionalismo y el racismo son solo algunas de las causas que m¨¢s com¨²nmente se mencionan para explicar ¡°La Gran Furia¡±. Pero me ha llamado la atenci¨®n que los an¨¢lisis no incluyen en su explicaci¨®n lo que est¨¢ sucediendo en Asia, Am¨¦rica Latina o ?frica. Una vez m¨¢s, la narrativa dominante trata como si fuera mundial un fen¨®meno regional que ocurre principalmente en Norteam¨¦rica y en el Viejo Continente.
Los an¨¢lisis ignoran que la clase media, esa que en Europa y EE?UU est¨¢ luchando para no perder su preeminencia econ¨®mica, social y pol¨ªtica est¨¢ en pleno apogeo en el resto del mundo. Para una familia en India que, por primera vez, tiene ingresos que le permiten tener medicinas, casa, coche, televisi¨®n, tel¨¦fonos inteligentes y algo de ahorros, la defensa de la supremac¨ªa blanca que en EE?UU motiv¨® a muchos a votar por Donald Trump resulta ininteligible.
El apogeo de la clase media en pa¨ªses pobres es la principal revelaci¨®n de un importante estudio que acaba de ser publicado por Homi Kharas, uno de los m¨¢s respetados estudiosos de la cuesti¨®n. Sus c¨¢lculos indican que hoy 3.200 millones de personas forman parte de la clase media en el mundo, es decir el 42% de la poblaci¨®n total. Para estos c¨¢lculos, los investigadores e instituciones como el Banco Mundial definen como clase media a las personas con ingresos diarios de entre 11 y 110 d¨®lares al d¨ªa. Este segmento ha venido creciendo r¨¢pidamente, pero a diferentes ritmos. Mientras que en Estados Unidos, Europa y Jap¨®n crece anualmente al 0,5%, en China e India suma un 6% cada a?o.
Globalmente, la clase media aumenta 160 millones de personas al a?o y de seguir a este ritmo, en pocos a?os, la mayor¨ªa de la humanidad vivir¨¢, por primera vez en la historia, en hogares de esta categor¨ªa. Si bien las clases medias son hoy m¨¢s numerosas que nunca en pa¨ªses como Nigeria, Senegal, Per¨² o Chile, su expansi¨®n es un fen¨®meno primordialmente asi¨¢tico. Seg¨²n Kharas, la abrumadora mayor¨ªa (?el 88%!) de los 1.000 millones de personas que formar¨¢n parte de este estrato en los pr¨®ximos a?os vivir¨¢ en Asia.
El impacto econ¨®mico de todo esto es enorme. El consumo de la clase media en pa¨ªses de menores ingresos crece al 4% anual y ya equivale a un tercio del total de la econom¨ªa global.
Naturalmente, los cambios que est¨¢ experimentando la clase media tiene importantes consecuencias pol¨ªticas. En Europa y EE?UU estas consecuencias ya las vemos en los resultados de las elecciones, los referendos y en la proliferaci¨®n de improbables candidatos que promueven agendas in¨¦ditas. En los pa¨ªses de menores ingresos, en los cuales la clase media crece a gran velocidad, tambi¨¦n crecen r¨¢pidamente las expectativas y exigencias. Estos nuevos protagonistas sociales m¨¢s tecnol¨®gicamente conectados, con m¨¢s poder adquisitivo, m¨¢s educaci¨®n, m¨¢s informaci¨®n y m¨¢s conciencia de sus derechos son una fuente de inmensas presiones sobre gobiernos que no tienen la capacidad de satisfacer esas expectativas.
La clase media de los pa¨ªses ricos se siente amenazada y va a exigir a sus gobiernos acciones y resultados que mantengan sus est¨¢ndares de vida hist¨®ricos. Al mismo tiempo, la clase media de los pa¨ªses emergentes est¨¢ m¨¢s esperanzada que nunca y luchar¨¢ para que su progreso contin¨²e.
Como ya lo estamos viendo, estas agendas pol¨ªticas divergentes son el origen de importantes fricciones internacionales. Y lo seguir¨¢n siendo.
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