27 a?os despu¨¦s, alguien miente sobre el cruce de piernas de ¡®Instinto b¨¢sico¡¯
El director de la pel¨ªcula, Paul Verhoeven, y Sharon Stone se acusan de mentir sobre los entresijos de la m¨ªtica escena
Veintisiete a?os, y algunos todav¨ªa no se han recuperado. El cruce (o t¨¦cnicamente, descruce) de piernas que cort¨® la respiraci¨®n al mundo no ha envejecido nada. La sospechosa de asesinato Catherine Trammell (interpretada por una Sharon Stone con 34 a?os) se somete a un interrogatorio, pero es ella quien acaba sometiendo a los polic¨ªas. El rat¨®n y el gato nunca han estado tan en celo. Es Catherine la ¨²nica que disfruta con la situaci¨®n.
Ella, y millones de espectadores: Instinto b¨¢sico (Paul Verhoeven, 1992) fue la cuarta pel¨ªcula m¨¢s taquillera del a?o (se estren¨® en marzo de 1992 en EE UU), y la m¨¢s exitosa de la historia en Espa?a en su momento (se estreno en agosto de 1992). El sexo (y las ganas de ¨¦l) corrompe cada plano hasta casi derretir el celuloide de una pel¨ªcula que se convirti¨® en un cl¨¢sico instant¨¢neo. Y todo porque muchos adolescentes (y algunos pap¨¢s) quemaron el v¨ªdeo rebobinando y pausando la escena en cuesti¨®n.
?l [el director, Verhoeven] me asegur¨® que no se ver¨ªa nada. As¨ª que me quit¨¦ la ropa interior y se la met¨ª en el bolsillo de la camisa", asegura Sharon Stone
Veintisiete a?os despu¨¦s queda un misterio, m¨¢s jugoso y menos mortal, sin resolver. ?Ten¨ªa el director el consentimiento de la actriz para retratar su entrepierna para la posteridad?
El detective con adicci¨®n al riesgo (y a todo lo dem¨¢s) Nick Curran, interpretado por Michael Douglas, sabe que Catherine Trammell no lleva ropa interior. La ha espiado mientras se vest¨ªa en la escena anterior y ha comprobado que para Trammell la lencer¨ªa es cosa de perdedoras. El p¨²blico tambi¨¦n lo sabe, y asiste a ese interrogatorio con la boca abierta. ?Se atrever¨¢ a descruzar esas piernas para atolondrar a los machos de la manada? Por supuesto que s¨ª. Catherine Trammell no ha llegado hasta ah¨ª siendo t¨ªmida.
Existen dos versiones sobre c¨®mo ocurri¨® la famosa escena. Seg¨²n el director del filme, Paul Verhoeven, Stone sab¨ªa perfectamente lo que estaba haciendo y se mostr¨® encantada con la perversa situaci¨®n. Seg¨²n la actriz, el director la utiliz¨®. "Cuando la rodamos, iba a ser una insinuaci¨®n" afirma Sharon Stone, "pero [Verhoeven] me dijo: 'Se puede ver el blanco de tu ropa interior, necesito que te la quites'. ?l me asegur¨® que no se ver¨ªa nada. As¨ª que me quit¨¦ la ropa interior y se la met¨ª en el bolsillo de la camisa".
Hasta aqu¨ª, ambas versiones de la historia coinciden. El conflicto surge cuando al acabar el rodaje ambos analizaron el plano en cuesti¨®n. "En aquella ¨¦poca no exist¨ªa la alta definici¨®n", contin¨²a la actriz, "as¨ª que cuando mir¨¦ al monitor realmente no se ve¨ªa nada". Todo cambi¨® cuando Stone, su equipo y el mundo entero vieron la pel¨ªcula en una pantalla de cine de varios metros cuadrados.
"Me qued¨¦ en estado de 'shock", asegura Stone. "Al terminar la pel¨ªcula, me levant¨¦, me acerqu¨¦ a Verhoeven y le di una bofetada"
"Me qued¨¦ en estado de shock", asegura Stone. "Al terminar la pel¨ªcula, me levant¨¦, me acerqu¨¦ a Paul Verhoeven y le di una bofetada". La actriz reconoce que el plano es adecuado para la pel¨ªcula y para el personaje, y que si ella hubiera sido la directora lo habr¨ªa mantenido en el montaje final. "Pero habr¨ªa tenido la cortes¨ªa de ense?¨¢rselo a la actriz", concluye.
Alguien miente, y seg¨²n Paul Verhoeven no es ¨¦l. El director holand¨¦s cuenta que Stone intent¨® por todos los medios eliminar el plano de su entrepierna en libertad. Verhoeven le respondi¨® que ya era tarde. "Sharon miente", aclara Verhoeven a ICON. "Cualquier actriz sabe lo que se va a ver si le pides que se quite la ropa interior y apuntas ah¨ª con la c¨¢mara. Ella incluso me dio las suyas como regalo. Cuando Sharon mir¨® el resultado de la escena en el monitor, no tuvo ning¨²n problema. Creo que tuvo que ver con que el director de fotograf¨ªa [Jan De Bont, que despu¨¦s dirigir¨ªa Speed y Twister] y yo somos holandeses, as¨ª que actuamos con total normalidad ante el desnudo. Y Sharon se dej¨® llevar por esta actitud relajada. Pero cuando vio la escena rodeada de otras personas [americanas], incluidos su agente y su publicista, se volvi¨® loca. Todos le dijeron que esa escena arruinar¨ªa su carrera, as¨ª que Sharon vino y me pidi¨® que la quitase. Le dije que no. 'T¨² aceptaste, y te ense?¨¦ el resultado', le dije, y ella me respondi¨®: 'Que te jodan'. Pero Sharon no te va a contar eso, seguro que no".?
La leyenda que rodea el rodaje de Instinto b¨¢sico dar¨ªa para otro thriller, y con bastantes escenas er¨®ticas tambi¨¦n, porque el guionista Joe Eszterhas cont¨® que se hab¨ªa acostado con Sharon Stone para celebrar el ¨¦xito de la pel¨ªcula. Varias asociaciones LGTB intentaron boicotear el rodaje por la imagen negativa que la pel¨ªcula daba de las mujeres bisexuales, y Michael Douglas se neg¨® durante meses a contratar a Stone al considerarla "una actriz de segunda".
Pero el director siempre crey¨® en ella. Cuando las actrices de primer orden (Julia Roberts, Michelle Pfeiffer) le¨ªan el guion, le preguntaban si rodar¨ªa las escenas de sexo y violencia tal cual estaban descritas en el texto. "No", aclaraba Verhoeven, "ser¨¢n a¨²n m¨¢s fuertes". Sharon no ten¨ªa esas inhibiciones, y acababa de posar desnuda para Playboy para as¨ª intentar reactivar su carrera. Y vaya si la reactiv¨®. Veintisiete a?os despu¨¦s, Instinto b¨¢sico sigue siendo la ¨²nica pel¨ªcula que te da ganas de fumarse un cigarro al acabar.
El guionista, Joe Eszterhas, que no escribi¨® la escena del interrogatorio porque fue idea de Verhoeven, se resiente de este legado. "Cuando tienes [en tu curr¨ªculum] uno de los planos er¨®ticos m¨¢s famosos del mundo del cine, eclipsa a la pel¨ªcula, que es un tenso y psicol¨®gico filme negro moderno", lamenta Eszterhas. La secuencia fue objeto de culto tanto en quedadas clandestinas cuando los padres estaban fuera de casa como de parodias. En la ¨²ltima de ellas, el c¨®mico James Corden intenta seducir a un ya mayor Michael Douglas, consiguiendo un efecto distinto del de Catherine Trammell.
Queda un misterio abierto, quiz¨¢ el m¨¢s complejo de todos. ?Qui¨¦n es Sharon Stone? ?Una depredadora sexual dispuesta a todo o la v¨ªctima ingenua de un viejo verde? Probablemente las dos cosas, y ninguna a la vez. Sharon Stone es quien haga falta que sea. Catherine Trammell convirti¨® en un mito a la actriz que le dio cara, cuerpo y pubis, pero acab¨® conden¨¢ndola. Rita Hayworth lamentaba que los hombres se iban a la cama con Gilda (su personaje m¨¢s ic¨®nico), pero se despertaban decepcionados con ella.
"Sharon Stone miente", aclara Paul Verhoeven a ICON. "Cuando ella vio el resultado de la escena en el monitor, no tuvo ning¨²n problema"
Stone sufri¨® una sentencia similar: pasar a la historia, pero a costa de que nadie la recuerde a ella como actriz, sino a Catherine Trammell. Una mujer acorralada que puso de moda los personajes femeninos perversos que no se disculpaban por disfrutar del sexo. Demi Moore se mont¨® una carrera entera gracias a esta moda. En los locos a?os 90, la revoluci¨®n cultural se hizo sin ropa interior, y Sharon Stone tuvo la audacia de ser la primera en quit¨¢rsela.
"Nadie m¨¢s podr¨ªa haber hecho ese trabajo", reconoce Verhoeven. Y a?ade: "Ella puede ser muy cruel y muy encantadora, y es capaz de cambiar la mirada de un estado a otro en un segundo. Sharon Stone es as¨ª. Ella es Catherine Trammell, pero sin el picahielos".
Todo apunta a que este misterio, convertido en mito de la cultura pop, jam¨¢s ser¨¢ resuelto. En esa habitaci¨®n solo estaban Stone, Verhoeven y De Bont, porque la actriz pidi¨® rodar la escena al final de la jornada y sin nadie m¨¢s delante. La relajaci¨®n que consigui¨® gracias a esa intimidad se le volvi¨® en contra, pero tambi¨¦n la convirti¨® en el mito er¨®tico oficial de los 90: toda una generaci¨®n de adolescentes se hicieron hombres de golpe tras ver Instinto b¨¢sico.
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