La renuncia republicana
Sin un Erdogan autoritario y religioso, ?qu¨¦ har¨ªa el nacionalismo europeo?
No hace tanto tiempo que la Uni¨®n Europea aspiraba a hacer de Turqu¨ªa el guardi¨¢n de su frontera oriental. Esta semana, Erdogan no solo la emprend¨ªa con los Pa¨ªses Bajos, sino que afirmaba directamente que ¡°la UE ha dejado de ser un referente de la justicia¡± mientras se suspend¨ªan actos de pol¨ªticos turcos en ?msterdam, Berl¨ªn, Viena o Estocolmo. La crisis juega a favor del presidente turco, cuyo horizonte se enfoca en un refer¨¦ndum constitucional destinado a engrandecer sus poderes ejecutivos. La justificaci¨®n de dicha reforma: el deseo de la mayor¨ªa.
Resultar¨¢ instructivo ver c¨®mo algunos reaccionarios en Europa criticar¨¢n a Erdogan por seguir la misma l¨®gica que ellos mismos disfrutan aplicando a sus pa¨ªses: ?qu¨¦ legitimidad tiene la ley si la mayor¨ªa desea cambiarla? Recuerda al titular de un tabloide conservador brit¨¢nico, conocido entre otras cosas por sus posturas antiinmigraci¨®n, que se refer¨ªa a los jueces que pretend¨ªan encajar el Brexit en la legislaci¨®n de Reino Unido como ¡°enemigos del pueblo¡±.
El supuesto choque de civilizaciones tiene, pues, una dosis considerable de construcci¨®n identitaria en cada frente. Lo curioso es lo mucho que se necesitan los unos a los otros. Sin un Erdogan autoritario y religioso, ?qu¨¦ har¨ªa el nacionalismo europeo? ?Y qu¨¦ ser¨ªa de las pulsiones radicales en el mundo musulm¨¢n sin su contrapartida cristiana?
Las democracias constitucionales, en realidad rep¨²blicas, ayudan a embridar los conflictos internacionales porque establecen un equilibrio entre el mandato de la mayor¨ªa y la protecci¨®n a las minor¨ªas. A medida que la dimensi¨®n democr¨¢tica reina sobre la republicana aumenta la tentaci¨®n de utilizar al vecino como alimento para el fuego de las propias pasiones. Todo es reformable si la mitad m¨¢s uno as¨ª lo desea para protegerse, y la prueba de que dicha protecci¨®n es necesaria se obtiene de la amenaza exterior. As¨ª, esta l¨®gica se retroalimenta en Ankara, La Haya, Varsovia o Washington. El precio a pagar parece bajo hoy, pero ma?ana puede ser muy alto, cuando nuestro mismo vecino nos haga llegar la factura. @jorgegalindo
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