Populismos bajos
Los votantes no se mueven por las estimaciones hechas por expertos, sino por las manipulaciones de pol¨ªticos sin escr¨²pulos
La euforia prende tan r¨¢pido como el miedo. El relativo fracaso del partido de Wilders en los Pa¨ªses Bajos es ciertamente una buena se?al para los venideros comicios franceses y alemanes. Por ahora, estamos derrotando a los populismos en la vieja Europa. Pero puede ser una victoria ef¨ªmera.
Con una econom¨ªa viento en popa, los populistas nadan a contracorriente. Su atractivo crece con la adversidad econ¨®mica. Tras una crisis financiera, los partidos de extrema derecha ganan de media un 30% de votos. Pero, con la crisis de 2008 ya lejos, los populistas no pueden movilizar m¨¢s el descontento econ¨®mico. Sobre todo en pa¨ªses como Holanda, donde el l¨¢tigo de la crisis apenas ha rozado la espalda de sus ciudadanos. All¨ª, el 10% m¨¢s pobre apenas ha perdido un 3% de sus ingresos durante la crisis ¡ªcomparado, por ejemplo, con el 21% en Espa?a¡ª.
Sin embargo, a largo plazo, lo que alimenta los populismos no es un malestar econ¨®mico, sino cultural. Y, en concreto, el miedo a la islamizaci¨®n. Como se?ala el polit¨®logo Eric Kaufmann, el factor que parece explicar mejor el resultado electoral de la extrema derecha es la proyecci¨®n del n¨²mero de musulmanes que el pa¨ªs tendr¨¢ en el a?o 2030. En aquellos pa¨ªses donde se estima que los musulmanes alcanzar¨¢n una proporci¨®n mayor de la poblaci¨®n total ¡ªcomo Austria, Francia o Suecia¡ª, la derecha populista es m¨¢s exitosa que en pa¨ªses donde ¡ªcomo Italia, Alemania o Espa?a¡ª los musulmanes representar¨¢n un porcentaje menor.
Lo curioso es que, aun ah¨ª donde la poblaci¨®n musulmana crecer¨¢ m¨¢s, esta no superar¨¢ el 10%. Un porcentaje insuficiente para resquebrajar la identidad cultural de una naci¨®n. Pero los votantes no se mueven por las estimaciones hechas por expertos, sino por las manipulaciones de emprendedores pol¨ªticos sin escr¨²pulos. As¨ª, un franc¨¦s medio cree que los musulmanes supondr¨¢n nada menos que el 40% de la poblaci¨®n ya en 2020.
Como apunta Kaufmann, la manera m¨¢s efectiva de combatir el populismo es acabar con ese ¡°analfabetismo demogr¨¢fico¡±: informar a los ciudadanos de los cambios reales en la demograf¨ªa del pa¨ªs. Ciudadanos informados, populismos bajos. @VictorLapuente
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