Huida y traves¨ªa europea
El verdadero papel de la idea de la tierra prometida es que la comunidad siga avanzando por el desierto y que no escuche a los que quieren retroceder
Se cumplen 60 a?os del Tratado de Roma y, otra vez, una duda recorre la mente de los que se aprestan a acudir, f¨ªsica o mentalmente, a la celebraci¨®n.
?Son los d¨ªas de aniversario los id¨®neos para la cr¨ªtica y la reflexi¨®n acerca de lo que ha ido mal y c¨®mo mejorar? ?O son precisamente esos los d¨ªas en los que hay que hacer un alto en el camino, respirar hondo, valorar lo recorrido y llenarnos de palabras que inspiren y conforten nuestro ¨¢nimo en la jornada que comenzar¨¢ el d¨ªa siguiente?
Habr¨¢n notado que la respuesta institucional siempre es la segunda. Y que la mayor¨ªa suele sumarse a ella, entusiasta o resignado, lo mismo da, porque al fin y al cabo la ceremonia es corta y el d¨ªa pasar¨¢. Pero no ser¨¢ la primera ni ¨²ltima vez que mientras la Oda a la Alegr¨ªa se eleva por la sala los asistentes crucen miradas de hast¨ªo ante el torrente de lugares comunes que suele inundar las celebraciones y discursos oficiales.
Los expertos lo llaman ¡°relato¡± (aunque los ni?os, felizmente a lo suyo, prefieren el t¨¦rmino ¡°rollo¡±). Y para ser sinceros, es bastante bueno: habla de un continente que tras haber alumbrado la Ilustraci¨®n se devast¨® a s¨ª mismo (y al mundo) en dos ocasiones debido a un c¨®ctel paranoide y asesino compuesto a partes iguales de nacionalismo y totalitarismo.
El relato prosigue narrando c¨®mo al terminar la guerra los supervivientes se abrazaron y conjuraron en un hermoso ¡°nunca m¨¢s¡± que les llev¨® a crear la Europa que conocemos hoy. Pero lo mejor est¨¢ por llegar. Porque la historia promete acabar con un final feliz llamado Estados Unidos de Europa en el que todos los pecados se redimir¨¢n y el nacionalismo habr¨¢ desaparecido de la faz del continente por siempre jam¨¢s.
Como en todos los relatos que constan de huida, traves¨ªa en el desierto y tierra prometida, los mayores del lugar saben que la tierra prometida o bien no existe o bien no ser¨¢ como se cuenta pero que conviene hablar mucho de ella. El verdadero papel de la idea de la tierra prometida es que la comunidad siga avanzando por el desierto y que no escuche a los que quieren retroceder. Parad¨®jicamente, la idea de Europa reivindica la aspiraci¨®n a la racionalidad de la Ilustraci¨®n pero no deja de ser un acto de fe que hay que renovar peri¨®dicamente. @jitorreblanca
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