Cuando la rabia est¨¢ en las calles
Un tercio de los casos de rabia en humanos ocurren en India. El tratamiento posterior es insuficiente si solo est¨¢n vacunados un 10% de los 30 millones de perros del pa¨ªs, principales transmisores
Pooja y una veintena de aquejados guardan turno. La ni?a de 12 a?os se duele de la herida de la pierna, dos puntos sangrantes a la altura del tobillo, mientras su madre la consuela en el umbral de la habitaci¨®n. Dentro, varias enfermeras ponen inyecciones sin descanso. Ancianos recelosos, adultos compungidos, j¨®venes asustados e imberbes lacrimosos. Medio centenar de pacientes pasan diariamente por el segundo piso de este hospital en el coraz¨®n de Delhi. Una ¨ªnfima parte de los afectados de mordeduras de los perros que atestan las calles de cualquier ciudad india. Este animal es el principal agente transmisor de la rabia; una enfermedad para la que hay vacuna desde el siglo XIX, pero que sigue matando a decenas de miles de personas en el pa¨ªs asi¨¢tico a d¨ªa de hoy.
Tan letal como ancestral ¡ªlos primeros casos datan del antiguo Egipto, en el 2.300 antes de Cristo¡ª, la rabia sigue siendo una epidemia mortal en algunas regiones del mundo. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad se extiende por 150 pa¨ªses, concentrados en Asia y ?frica. Los estudios de la agencia estiman que m¨¢s de 55.000 personas mueren anualmente por la mordedura de perros ¡ªresponsables del 95% de los casos en humanos¡ª. Aunque no hay cifras exactas, India registra entre 18.000 y 20.000 muertes anuales (36% del total mundial). El director de la OMS en el pa¨ªs asi¨¢tico, el doctor Henk Bekedam, se?ala el principal problema que afecta a la sociedad india: ¡°A pesar de que es totalmente prevenible, el ciudadano com¨²n no sabe c¨®mo prevenir esta enfermedad despu¨¦s de una exposici¨®n [a una mordedura]¡±.
?Qu¨¦ es la rabia?
Tratamiento
Personas afectadas
Muertes anuales
Zonas end¨¦micas
Es una enfermedad v¨ªrica casi siempre mortal una vez que hay s¨ªntomas cl¨ªnicos. Afecta a animales dom¨¦sticos y salvajes y se propaga a personas mediante la saliva por mordeduras o ara?azos. En el 99% de los casos humanos, el virus es transmitido por perros dom¨¦sticos. El periodo de incubaci¨®n es de uno a tres meses. Se manifiesta con fiebre, a menudo acompa?ada de dolor o parestesias (sensaci¨®n de hormigueo, picor o quemaz¨®n) en el lugar de la herida. La enfermedad tiene dos formas. La rabia furiosa, con hiperactividad, excitaci¨®n, hidrofobia y aerofobia; la muerte se produce a los d¨ªas por paro cardiorrespiratorio. Y la rabia paral¨ªtica (un 30% de los casos humanos); m¨¢s prolongada. Los m¨²sculos se van paralizando gradualmente, empezando por los m¨¢s cercanos a la mordedura o ara?azo.
Es una enfermedad prevenible mediante vacunaci¨®n. La limpieza inmediata de la herida con agua y jab¨®n tras el contacto con un animal presuntamente rabioso puede salvar la vida. Es posible eliminar la rabia vacunando a los perros.
El 40% de las personas mordidas por animales presuntamente rabiosos son menores de 15 a?os. Aparece sobre todo en comunidades rurales remotas.
Causa decenas de miles de muertes cada a?o.
Afecta a m¨¢s de 150 pa¨ªses y territorios. Pero el 95% de las muertes humanas se registran en Asia y ?frica. Hay m¨¢s de 55.000 casos anuales en el mundo, de los que se estima que, entre 18.000 y 20.000, ocurren en India.
Fuentes: OMS y Revista especializada en enfermedades tropicales olvidadas PLOS
La rabia es un virus mort¨ªfero contagiado por la saliva de perros, aunque todos los mam¨ªferos de sangre caliente son susceptibles de ser portadores. En los humanos ataca el sistema nervioso; produciendo fiebres, par¨¢lisis, alucinaciones, agresividad o temor al agua. Pero hay posibilidad de prevenirla despu¨¦s de la mordedura ya que tiene un periodo de incubaci¨®n de entre cinco d¨ªas y un a?o, con un promedio de uno a tres meses. Junto a la vacuna previa, recomendada para todos aquellos que puedan estar expuestos a animales en regiones de riesgo, existe tratamiento posterior a mordeduras; que requiere la inoculaci¨®n de anticuerpos en la mayor brevedad posible.
¡°Solo un caso se ha salvado, hace unos a?os en Estados Unidos. La rabia es casi 100% fatal una vez se desarrollan s¨ªntomas¡±, explica el Dr. Debhashish Parmar, responsable de de la cl¨ªnica antirr¨¢bica del Hospital Ram Manohar Loia (RML) de Delhi. Este centro m¨¦dico, de los m¨¢s grandes de la capital india, recibe semanalmente a unos 350 pacientes que han sufrido mordeduras de animales, en su mayor¨ªa perros ¡ª¡°aunque tambi¨¦n las hay algunas de monos¡±, apunta Parmar¡ª. El galeno recalca la importancia del historial m¨¦dico para evaluar la gravedad de la herida. Si se trata de un rasgu?o no hay problema, ¡°pero los ara?azos simples son escasos, la mayor parte de los pacientes presenta heridas con sangre (un 85% de los casos) y necesitan tratamiento¡±, dice.
En los humanos, el virus ataca el sistema nervioso; produciendo fiebres, par¨¢lisis, alucinaciones, agresividad o temor al agua
La inmunoglobulina de la rabia se unir¨¢ al virus alojado en el cuerpo de Pooja, evitando que entre en sus terminaciones nerviosas. Su madre abandona la habitaci¨®n mientras ella se mueve con nerviosismo. Como ocurre con casi todos los menores que reciben inyecciones, las enfermeras se coordinan: dos la sujetan mientras otra le pone la vacuna justo en la herida abierta del tobillo. La Alianza Global para el Control de la Rabia estima que alrededor de la mitad de las v¨ªctimas son ni?os. Entre el 30% y el 60% de los casos en India son menores de 15 a?os, seg¨²n la OMS. Ya inmovilizada y vacunada, la inmunoglobulina tiene que penetrar en el lugar en que Pooja recibi¨® el bocado y neutralizar el virus en sangre para evitar que aparezcan s¨ªntomas.
Dependiendo de c¨®mo llegue al cerebro, la rabia se manifiesta en humanos de dos formas. En la variante paral¨ªtica (muda), el virus viaja por los nervios motores; da?¨¢ndolos y derivando en la par¨¢lisis de los m¨²sculos y el coma irreversible. Se da en el 30% de los casos y solo 12 personas en el mundo han sobrevivido a ella. Al diferencia de la primera, la rabia furiosa ¡ªletal tras el bloqueo de las v¨ªas respiratorias, convulsiones y par¨¢lisis completa¡ª es m¨¢s com¨²n y los s¨ªntomas aparecen antes. El virus viaja por las terminaciones nerviosas y la espina dorsal hasta el cerebro. Comienza con fiebres, dolores de cabeza y hormigueo en la zona de la herida. Puede derivar en alucinaciones, agresividad y miedo al agua?¡ªhasta el punto de horrorizarse ante un vaso de agua¡ª, debido a que la enfermedad causa dolorosos espasmos musculares en la garganta y en la laringe.
Pooja tendr¨¢ suerte porque su madre reaccion¨® a tiempo en la v¨ªspera, limpiando la herida despu¨¦s de la mordedura. ¡°El desconocimiento sobre el contacto con animales y sobre esta enfermedad es com¨²n en India. La gente tiende a usar ung¨¹entos y cremas irritantes sobre las heridas¡±, explica el doctor Parmar. Seg¨²n un estudio publicado en la revista sobre Enfermedades Tropicales Desatendidas PLOS, uno de cada 143 indios son mordidos por perros en alg¨²n momento de sus vidas. Aunque el responsable m¨¦dico subraya que se han intensificado las campa?as de vacunaci¨®n y las charlas informativas en escuelas de la capital, el conjunto del pa¨ªs contin¨²a desinformado. El gobierno anunci¨® un programa nacional para el control de la rabia en 2014. Pero, hasta la fecha, solo el estado vecino de Haryana ha realizado un programa piloto.
El propio doctor Henk Bekedam subraya la necesidad de reforzar el papel del gobierno: ¡°India tiene que hacer que su Programa Nacional para el Control de la Rabia sea m¨¢s fuerte y comprensivo. Tiene que ser ejecutado en todo el pa¨ªs¡±. El experto de la agencia de salud a?ade la falta de coordinaci¨®n entre ministerios y con el resto de organizaciones y agencias. ¡°Los datos disponibles sobre la cara de morbilidad de la rabia en el pa¨ªs se remontan a hace una d¨¦cada¡±, se queja Henk Bekedam, que reconoce que India ha progresado en el acceso a vacunas en los ¨²ltimos a?os.
El acceso a la inmunoglobulina para la rabia, posterior a la exposici¨®n, ha mejorado. Debido a la escasez global de vacunas intramusculares y a su carest¨ªa (6,5 euros en un pa¨ªs en que el 60% de la poblaci¨®n vive con menos de 2 euros diarios), India opta por la versi¨®n intrad¨¦rmica. ¡°En nuestro hospital, la inyecci¨®n es gratuita pero su coste real por unidad es de 360 rupias [5 euros]. Los gastos tambi¨¦n se han reducido porque antes solo se pod¨ªa usar una dosis de la versi¨®n intramuscular por paciente. Mientras que la misma unidad de la intrad¨¦rmica sirve para cinco enfermos¡±, apunta el responsable del Hospital RML de Delhi. No obstante, tanto el doctor Parmar como el experto Bekedam insisten en que la clave de la erradicaci¨®n de la rabia en India est¨¢ en la incontrolada poblaci¨®n de perros callejeros.
Control canino: vital para la salud humana
La rabia es una enfermedad zoon¨®tica. Se desarrolla en animales, desde donde llega a humanos. La clave est¨¢ en controlar a los c¨¢nidos, pero se estima que hay 30 millones de perros callejeros en India. ¡°Sacrificar animales est¨¢ prohibido en nuestra cultura. As¨ª que seguimos el procedimiento de control de natalidad animal; por su beneficio y el nuestro¡±, cuenta el doctor R. T. Sharma, director de la Sociedad para el Bienestar de Animales y Mascotas (PAWS, en sus siglas en ingl¨¦s). Desde hace 17 a?os, el equipo de esta ONG patrulla las calles de Delhi con una misi¨®n: localizar a perros, esterilizarlos, vacunarlos contra la rabia y devolverlos a su hogar, las calles.
La Alianza Global para el Control de la Rabia estima que alrededor de la mitad de las v¨ªctimas de rabia son ni?os
¡°En esta zona, de unas 40,5 hect¨¢reas, hemos hecho m¨¢s del 70% de las esterilizaciones. Pero el proceso es lento porque la fertilidad es muy alta. Las hembras se reproducen durante 12 a?os¡±, explica Sharma. El equipo de PAWS recoge una media de 10 a 20 perros callejeros al d¨ªa. Despu¨¦s de evaluar su salud y realizar la cirug¨ªa, les hacen una hendidura en la oreja para identificarlos posteriormente y los mantienen en observaci¨®n durante tres d¨ªas. Seg¨²n Sharma, est¨¢n desbordados: ¡°Delhi est¨¢ en mejores condiciones que otras ciudades indias. Pero no suficiente. Solo hay seis organizaciones como la nuestra mientras que hay una docena de distritos en la capital¡±. Por su parte, la contribuci¨®n de las autoridades municipales en la esterilizaci¨®n canina se reduce a 10 euros por cada perro, mientras que el tratamiento completo casi triplica esa cuant¨ªa.
La situaci¨®n es a¨²n peor en las zonas rurales, donde no hay presencia de este tipo de organizaciones voluntarias ni ayudas gubernamentales pese a all¨ª se dan muchos de los casos de mordeduras. Los expertos tambi¨¦n se?alan la importancia de las campa?as de concienciaci¨®n ciudadana. La mitad de los casos de rabia humana se transmiten a trav¨¦s de perros dom¨¦sticos, ya que tampoco las mascotas suelen estar vacunadas por falta la de informaci¨®n acerca del virus.
La dolencia se podr¨ªa contener si el 70% de los perros estuviese vacunados, seg¨²n la OMS. Pero el estudio de la revista PLOS indica que India solo hab¨ªa vacunado al 10% de sus c¨¢nidos en 2010. ¡°Los perros mueren a los diez d¨ªas de que la rabia ataque al cerebro. Enviamos sus muestras al Centro de Enfermedades Transmisibles en Bangalore [en el estado sure?o de Karnataka]. Tardan 15 d¨ªas en responder. Para entonces ya no se pueden tomar medidas de precauci¨®n y vacunaci¨®n en el ¨¢rea donde estaba el perro infectado¡±, se queja el doctor R. T. Sharma, quien insiste en que las autoridades har¨ªan mejor en destinar m¨¢s fondos a controlar a la poblaci¨®n canina que a los tratamientos de las mordeduras en humanos.
En este sentido, el director de la oficina de la OMS en India se refiere a la falta de informaci¨®n: ¡°Aunque la rabia en animales es de notificaci¨®n obligatoria, el estado funcional de los laboratorios no est¨¢ documentado¡±, dice Bekedam. ¡°Seis laboratorios veterinarios a nivel regional tienen capacidad de detectar rabia en animales. Tambi¨¦n hay otros 250 estatales y alguno realizan el diagn¨®stico¡±. Un n¨²mero insuficiente para un pa¨ªs con m¨¢s de 30 millones de perros callejeros.
Desde el propio Centro de Enfermedades Transmisibles en la Universidad de Ciencias Veterinarias de Karnataka, el doctor Shrikrishna Isloor reconoce la necesidad de m¨¢s centros como este y confirma las quejas de su colega de Delhi: ¡°El gobierno deber¨ªa unir todas las plataformas involucradas bajo la misma direcci¨®n. Trabajar bajo las gu¨ªa de la OMS y de la OIE (Organizaci¨®n Mundial por la Salud Animal). Explorar la posibilidad de distribuir vacunas gratuitas de la OIE para la inmunizaci¨®n masiva de animales. Y reforzar las campa?as p¨²blicas de concienciaci¨®n¡±.
Profesor adjunto de esta universidad ubicada en Bangalore, Isloor es uno de los cuatro especialistas de todo el pa¨ªs con acceso al laboratorio para el diagn¨®stico del virus. Su equipo se coordina con sus hom¨®logos en universidades de Reino Unido y Estados Unidos para una investigaci¨®n m¨¢s eficiente en el campo de la lucha contra la rabia. ¡°Los l¨ªmites humanos y econ¨®micos son condicionantes. Pero debemos seguir un m¨¦todo a corto plazo para el control de la rabia mediante inmunizaci¨®n masiva (tal y como ocurre con el modelo Pulse Polio) y otro enfoque a largo plazo para el control de la poblaci¨®n de perros callejeros¡±. Seg¨²n ¨¦l, India no ser¨¢ capaz de controlar la enfermedad sin una vigilancia exhaustiva de la rabia tanto en animales como en seres humanos.