La salud de los desheredados de India llega sobre ruedas
Una ONG local opera una flota de autobuses convertidos en cl¨ªnicas que ofrece servicios sanitarios b¨¢sicos en zonas rurales remotas y barriadas urbanas
No es f¨¢cil ir al m¨¦dico en Thindlu. El centro de salud m¨¢s cercano se encuentra a casi 50 kil¨®metros de esta peque?a localidad del estado indio de Karnataka, y la mayor¨ªa de la poblaci¨®n rural no puede permitirse ni el coste que tendr¨ªa ese desplazamiento ni el tiempo que requerir¨ªa. As¨ª que la mayor¨ªa resiste sin buscar atenci¨®n m¨¦dica hasta que el problema es demasiado grande como para darle la espalda. Para entonces, en muchas ocasiones, es demasiado tarde. ¡°A menudo vemos c¨®mo peque?as dolencias que se podr¨ªan haber tratado de forma sencilla se convierten en graves problemas de salud y derivan en enfermedades cr¨®nicas¡±, explica la doctora Nirupama Navamani.
Ella trabaja en el Hospital Baptista de Bangalore, la capital del estado, pero pasa consulta en una furgoneta medicalizada que viaja a Thindlu cada semana. Forma parte del equipo m¨¦dico del programa Smile on Wheels (sonrisa sobre ruedas), que este a?o cumple una d¨¦cada. Se trata de un proyecto que tiene como objetivo, precisamente, acudir a las zonas de m¨¢s dif¨ªcil acceso a la sanidad. ¡°Si la monta?a no va a Mahoma¡¡±, bromea Navamani mientras busca el historial de un paciente. Junto a ella, un par de enfermeros realizan pruebas de az¨²car y toman la tensi¨®n de los pacientes que se acercan hasta el veh¨ªculo de Smile Foundation, una ONG local que opera una flota de 22 autobuses m¨¦dicos en el pa¨ªs. El a?o pasado dieron servicio a m¨¢s de 310.000 personas.
Rahmina Devi es una de ellas. Vive en una peque?a casa de adobe situada cerca del campo de cacahuete que explota con su familia, a un par de kil¨®metros de Thindlu. Como muchos otros, es v¨ªctima de la gran epidemia que hace estragos en India: la diabetes, una enfermedad que sufren m¨¢s de 62 millones de habitantes en India. ¡°Creemos que existe una predisposici¨®n gen¨¦tica en la poblaci¨®n india, pero es evidente que el tipo de dieta que sigue la mayor parte de la gente no ayuda. El exceso de az¨²car en bebidas y el aumento del sedentarismo, sobre todo en zonas urbanas, han hecho que el n¨²mero de casos se dispare. En una ocasi¨®n incluso descubr¨ª que la madre de un beb¨¦ desnutrido le estaba dando de beber chai [t¨¦ negro con leche y az¨²car] en vez de leche materna¡±, comenta la estudiante de medicina Prathyusha, que hace sus pr¨¢cticas obligatorias con Smile antes de convertirse oficialmente en doctora.
En India s¨®lo hay 0,7 m¨¦dicos por cada 1.000 habitantes. Una densidad que en Espa?a es cinco veces mayor
Desafortunadamente, muchos de esos casos no son diagnosticados hasta que se manifiestan las peores consecuencias de la enfermedad, sobre todo problemas en la visi¨®n como los que llevaron a Devi al autob¨²s cl¨ªnico. Por si fuese poco, el tratamiento tambi¨¦n supone un reto. ¡°La mayor¨ªa de los diab¨¦ticos van a tener que medicarse durante mucho tiempo, posiblemente toda su vida. Lograr que lo hagan es muy complicado. La mayor¨ªa responde bien a tratamientos cortos, pero luego se olvida. Adem¨¢s, nos vemos obligados a no prescribir insulina a aquellos que no superen un ¨ªndice de 400, porque inyectarse algo no est¨¢ aceptado en nuestra cultura, muchos se hacen un l¨ªo con la dosis, y la mayor¨ªa de los hogares no disponen de un frigor¨ªfico para guardarla¡±, analiza Navamani.
¡°En cualquier caso, nuestra funci¨®n no es tanto curar como prevenir. Los casos graves los remitimos al hospital, donde, a pesar de ser un centro privado, pueden acceder a tratamiento gratuito gracias al acuerdo que hemos alcanzado con Smile, que s¨ª paga nuestro trabajo aqu¨ª¡±, a?ade la doctora. Los cuatro minibuses del equipo de Karnataka llegan a 20 puntos diferentes del estado ¡ªdos al d¨ªa¡ª y el a?o pasado dieron asistencia a m¨¢s de 30.000 personas. ¡°Es cierto que somos solo un parche, pero un parche muy necesario¡±, sentencia Radhakrishna Pradeep, responsable de Smile on Wheels en Bangalore.
Las estad¨ªsticas le dan la raz¨®n: en India s¨®lo hay 0,7 m¨¦dicos por cada 1.000 habitantes. Una densidad que en Espa?a es cinco veces mayor. Y, como suele suceder con las estad¨ªsticas, incluso esa raqu¨ªtica cifra esconde las grandes diferencias existentes entre el mundo urbano y el rural. As¨ª se entiende que, a pesar de ser uno de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo cuya econom¨ªa m¨¢s r¨¢pido crece, India todav¨ªa tenga una mortalidad infantil superior a los 41 ni?os por cada 1.000 nacimientos. 12,4 veces la tasa espa?ola.
¡°Adem¨¢s de los ni?os, las mujeres son las que m¨¢s sufren. Por eso, entre nuestras labores est¨¢ tambi¨¦n detectar posibles abortos selectivos e incluso casos de infanticidio, as¨ª como lograr que ellas reciban la misma nutrici¨®n que ellos¡±, apunta Navamani. ¡°Tradicionalmente, las mujeres comen despu¨¦s de los hombres, y siempre que haya quedado alimento. L¨®gicamente, esta discriminaci¨®n se traslada a un peor estado de salud¡±. Y, por todo ello, en demasiadas ocasiones su consejo es tan sencillo como dif¨ªcil de seguir: ¡°Come m¨¢s. Come mejor¡±.
A 2.000 kil¨®metros al norte, en la capital del pa¨ªs, Nueva Delhi, la situaci¨®n no es mucho mejor. De hecho, en las barriadas m¨¢s deprimidas algunas variables son peores incluso que las del ?frica subsahariana. Porque, a pesar de que las ciudades acaparan un 25% de la poblaci¨®n pobre del pa¨ªs, solo cuentan con un 4% de los centros p¨²blicos de salud primaria. As¨ª, los autobuses de Smile son igualmente necesarios aunque operen a pocos kil¨®metros de un hospital. ¡°La pobreza y el desconocimiento del sistema sanitario hacen que en algunas zonas urbanas los problemas sean mayores incluso que en las rurales¡±, asegura el doctor Rupesh Daravi, que ve a unos cien pacientes al d¨ªa y se lleva las manos a la cabeza cada pocas horas. ¡°Los niveles de desnutrici¨®n son mayores, y atendemos numerosos problemas respiratorios y card¨ªacos¡±.
Sus palabras cobran sentido en una de las colonias cercanas al aeropuerto, donde miles de personas sobreviven en chabolas a pocos metros de donde se construyen las torres que acoger¨¢n a las nuevas clases adineradas del pa¨ªs que protagoniza uno de los milagros econ¨®micos del siglo XXI. Mientras aviones con el lema Ahora todo el mundo puede volar sobrevuelan la zona en busca de la pista, el equipo m¨¦dico del autob¨²s de Smile on Wheels hace horas extra para atender a la larga cola de pacientes que se ha creado en este lugar polvoriento en el que cabras y cerdos se revuelcan en monta?as de basura junto a ni?os desnudos. ¡°No solemos ir al hospital porque es caro. Solo vemos al m¨¦dico cuando viene aqu¨ª el autob¨²s¡±, reconoce la madre de un ni?o que acude con fiebre.
La Smile Foundation, una ONG que opera 22 autobuses, atendi¨® el a?o pasado a m¨¢s de 310.000 personas
A diferencia del veh¨ªculo que opera en Thindlu, el del doctor Daravi est¨¢ equipado con un laboratorio mucho m¨¢s avanzado, en el que se pueden hacer an¨¢lisis de sangre y de orina, e incluso cuenta con una peque?a m¨¢quina de rayos X que el especialista reconoce ¡°no est¨¢ convenientemente aislada pero ayuda mucho con roturas y contusiones¡±. De esta forma, pueden hacer tambi¨¦n un seguimiento de las dolencias de los pacientes, ya que el veh¨ªculo visita los mismos puntos varias veces a la semana. Cada uno de ellos tiene su propia ficha, de forma que los sanitarios pueden controlar su evoluci¨®n y, m¨¢s importante a¨²n, hacer una radiograf¨ªa de las necesidades de cada zona. Esa informaci¨®n luego se comparte con las autoridades locales.
¡°L¨®gicamente, antes de elegir los lugares a los que nos vamos a desplazar hay un trabajo de estudio sobre el terreno para determinar las necesidades de cada zona. Adem¨¢s, en ocasiones son las propias comunidades las que vienen a nosotros para demandar el servicio¡±, relata Sayani Bhatthacharya, directora de Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Smile. Luego son grandes corporaciones indias e internacionales las que deciden patrocinar un autob¨²s por un per¨ªodo de tiempo. ¡°Llegamos a 227 poblados y 97 barriadas urbanas, pero no pretendemos sustituir al sistema p¨²blico de salud, sino servir de complemento¡±, puntualiza Bhatthacharya.
Cada autob¨²s cuenta con un m¨¦dico, un t¨¦cnico de laboratorio, un enfermero, un coordinador, y un movilizador de la comunidad. Ese ¨²ltimo es el responsable de ir casa por casa para informar sobre la llegada del autob¨²s, y tambi¨¦n para poner en marcha los programas de educaci¨®n en salud que complementan el trabajo de Smile. Muchos no son m¨¢s que obras de teatro en las que se presentan de forma sencilla y amena algunos casos pr¨¢cticos, como puede ser la necesidad de mantener cierto grado de higiene o de hervir el agua antes de beberla, pero otros son m¨¢s t¨¦cnicos y est¨¢n destinados a atajar la expansi¨®n de males como la malaria, la anemia, o el sida.
¡°Nada es m¨¢s cierto que el lema ¡®m¨¢s vale prevenir que curar¡¯, as¨ª que nuestros programas de formaci¨®n est¨¢n dirigidos sobre todo a dos colectivos: las madres, porque cuidan de los beb¨¦s y son mucho m¨¢s observadoras, y el personal sanitario rural, sobre todo las matronas, que muchas veces no cuentan con la formaci¨®n apropiada¡±, a?ade Navamani. De hecho, en zonas remotas, enfermos y embarazadas suelen acudir primero a curanderos que apenas tienen conocimientos m¨¦dicos y que suelen echar mano de superstici¨®n y de p¨®cimas m¨¢gicas para empeorar la situaci¨®n. ¡°En general, el principal problema est¨¢ en el retraso a la hora de buscar consejo m¨¦dico cualificado¡±, subraya la doctora. ¡°Y es muy frustrante ver c¨®mo muchos casos graves, incluso algunos mortales, podr¨ªan haberse resuelto de forma muy sencilla si se hubiesen tratado a tiempo¡±.
Desafortunadamente, la gran emigraci¨®n rural hacia las ciudades dificulta la mejora en las estad¨ªsticas de salud del pa¨ªs. ¡°En dos d¨¦cadas, el 10% de la poblaci¨®n agr¨ªcola ha abandonado el campo para asentarse en las ciudades, cuyas infraestructuras sanitarias han mejorado ¨²nicamente para una ¨¦lite¡±, critica Pradip Bastia, responsable del programa m¨¦dico de Smile. ¡°Es evidente que para el grueso de la poblaci¨®n la situaci¨®n no va a mejorar de hoy a ma?ana, independientemente de los esfuerzos que pueda hacer el gobierno del primer ministro Narendra Modi. As¨ª que es importante tender puentes como el nuestro para que la gente sobreviva en condiciones medianamente dignas¡±.
De momento, basta un paseo por Thindlu o por las barriadas de Delhi para comprobar que el pa¨ªs est¨¢ todav¨ªa muy lejos de alcanzar esa meta. Las largas colas de pacientes frente a los autobuses de Smile y la profusi¨®n de nombres en las listas de ni?os desnutridos, incluso a pocos metros de donde se gesta el milagro econ¨®mico de India, demuestran que la equidad no tiene por qu¨¦ ser una caracter¨ªstica intr¨ªnseca del desarrollo. Por eso, los responsables del programa reconocen que entre sus objetivos est¨¢ uno que tiene menos que ver con el ¨¢mbito m¨¦dico y m¨¢s con la salud democr¨¢tica. ¡°En los talleres educativos uno de los conocimientos que m¨¢s fomentamos es el de los derechos recogidos por la legislaci¨®n india¡±, explica Bhatthacharya. ¡°Tenemos que lograr que la poblaci¨®n se movilice para exigir un mayor nivel de bienestar¡±.
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