Mubarak, en libertad
Egipto ha pasado de largo ante la oportunidad de convertirse en la gran democracia ¨¢rabe
La liberaci¨®n del exdictador Egipcio, Hosni Mubarak, es el ep¨ªlogo oficioso de la revoluci¨®n egipcia que, al hilo de la llamada Primavera ?rabe, en 2011 consigui¨® apartar del poder al entonces mandatario que llevaba casi 30 a?os en el cargo.
La reivindicaci¨®n popular de democracia y libertad en el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo ¨¢rabe que mantuvo en vilo al mundo ha terminado seis a?os despu¨¦s en otra dictadura y con el anterior dictador fuera de la c¨¢rcel, absuelto completamente de la acusaci¨®n de ser el responsable ¨²ltimo de la muerte de m¨¢s de 800 personas durante las jornadas de enero de 2011 que precedieron a su ca¨ªda donde las manifestaci¨®n fueron reprimidas con gran violencia por parte de la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito.
Adem¨¢s, durante su proceso, Mubarak ha disfrutado de toda clase de privilegios, empezando por el hecho de que no ha estado confinado en prisi¨®n sino en un hospital militar. Incluso ha podido conceder entrevistas para respaldar al actual presidente, Abdelfat¨¢ al Sisi, quien como jefe del Ej¨¦rcito encabez¨® en 2013 un golpe de Estado contra el Gobierno de los Hermanos musulmanes vencedor de las primeras elecciones libres celebradas en Egipto desde hac¨ªa varias d¨¦cadas. Para completar el cuadro, la excarcelaci¨®n de Mubarak ha venido precedida de la de sus hijos, acusados de corrupci¨®n y apropiaci¨®n indebida de fondos p¨²blicos.
Resulta pues evidente que Egipto ha pasado desgraciadamente de largo ante un periodo de su historia en el que hubiera podido convertirse en la gran democracia del mundo ¨¢rabe y un actor fundamental para configurar un nuevo Oriente Pr¨®ximo. La existencia de un r¨¦gimen autoritario en el que la represi¨®n es incluso mayor que en el de Mubarak y la fractura social en la que se haya sumido el pa¨ªs son un triste recordatorio del alto precio que paga Egipto ante esta oportunidad perdida.
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