Cruzada contra el mal de la pata de elefante
Una alianza global trabaja para eliminar esta enfermedad parasitaria que desfigura a 40 millones de afectados con hinchazones de los miembros y amenaza a una de cada siete personas en el mundo
Algunos secretos son dif¨ªciles de esconder. Pies y piernas se hinchan hasta los 30 cent¨ªmetros de di¨¢metro y la piel se endurece, asemej¨¢ndose a una pata de elefante; la epidermis se rompe y se infecta, y el escroto puede alcanzar el tama?o de una pelota de f¨²tbol o llegar hasta las rodillas. La mala noticia es que estos s¨ªntomas son irreversibles, y que una de cada siete personas en el mundo ¡ªm¨¢s de 940 millones¡ª est¨¢ en riesgo de contraer la dolencia. La buena noticia es que la filariasis linf¨¢tica, una enfermedad parasitaria transmitida por mosquitos, se puede prevenir. M¨¢s a¨²n, esta enfermedad tropical olvidada es una de las seis dolencias infecciosas que es factible eliminar a nivel global, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Por ello, la OMS, ministerios de salud de m¨¢s de 70 pa¨ªses, donantes, investigadores, farmac¨¦uticas y ONG se han aliado para darle la estocada en 2020. Un esfuerzo tit¨¢nico, aunque poco conocido, para plantar cara a dos realidades: el sufrimiento extremo de los pacientes y unas p¨¦rdidas anuales de 2.000 millones de d¨®lares para los afectados y sus pa¨ªses.
Hasta 120 millones de personas en el mundo est¨¢n infectadas por alguno de los tres tipos de nem¨¢todos ¡ªgusanos redondos de la familia Filarioidea¡ª causantes de la dolencia. Unos par¨¢sitos finos como cabellos que se alojan en los vasos linf¨¢ticos y cuyas hembras producen millones de larvas ¡ªmicrofilarias¡ª durante sus seis a ocho a?os de vida. Estas larvas circulan por la sangre e infectan a los mosquitos. Aunque la enfermedad no se contrae con una sola picadura ¡ªcomo es el caso de la malaria¡ª, los residentes en zonas de distribuci¨®n del par¨¢sito s¨ª est¨¢n en grave riesgo de contraerla. En pa¨ªses afectados de ?frica, Asia, el Pac¨ªfico y Am¨¦rica, entre un 10% y un 50% de los hombres sufren da?o genital y hasta un 10% de la poblaci¨®n padece un engrosamiento grotesco de los miembros conocido como elefantiasis ¡ªnormalmente en piernas, pero tambi¨¦n en brazos, pechos y genitales femeninos¡ª.
?Qu¨¦ es la filariasis linf¨¢tica?
Tratamiento
Personas afectadas
Muertes anuales
Zonas end¨¦micas
Esta enfermedad est¨¢ causada por unos min¨²sculos gusanos llamados filarias que se transmiten al ser humano y se instalan en el sistema linf¨¢tico a partir de la picadura de diferentes tipos de mosquitos. La infecci¨®n se suele contraer en la infancia y pasar desapercibida hasta que en la edad adulta aparecen las manifestaciones m¨¢s dolorosas y desfigurantes de la enfermedad, como la inflamaci¨®n escrotal o la hipertrofia de partes del cuerpo, sobre todo las piernas, lo que se conoce propiamente como elefantiasis. Los enfermos no s¨®lo sufren discapacidad f¨ªsica, sino perjuicios mentales y estigma social.
Existe un tratamiento farmacol¨®gico para erradicar las larvas del gusano, pero debe mantenerse durante mucho tiempo y no es siempre efectivo. El hidrocele o acumulaci¨®n de l¨ªquidos derivado de la filariasis linf¨¢tica se puede curar mediante cirug¨ªa, mientras que el linfedema (tumefacci¨®n de los tejidos), la hipertrofia de los ¨®rganos y el engrosamiento de la piel van a requerir que los pacientes reciban asistencia durante toda la vida para aliviar su sufrimiento y combatir el avance de la enfermedad. La OMS ha puesto el acento en la prevenci¨®n mediante la quimioprofilaxis preventiva a gran escala y la lucha contra los mosquitos (mosquiteras, fumigaci¨®n).
Unos 40 millones de personas est¨¢n desfiguradas o incapacitadas de un total de 120 millones de personas afectadas. Se calcula que hay unos 947 millones de personas en situaci¨®n de riesgo.
No es mortal.
Regiones tropicales de ?frica subsahariana, Am¨¦rica central y del Sur, el Sudeste asi¨¢tico y las islas del Pac¨ªfico.
Fuente OMS
Por si fuera poco, los pacientes sufren infecciones recurrentes por hongos y bacterias que les dejan postrados en la cama durante semanas o meses. Los afectados suelen contraer el par¨¢sito en la infancia y desarrollan los s¨ªntomas incapacitantes y cr¨®nicos en la edad adulta. A d¨ªa de hoy, por lo menos 40 millones de pacientes est¨¢n desfigurados e impedidos para llevar una vida normal, y se enfrentan a un rechazo social extremo, incluso por parte de sus allegados. Todo en este mal parece de gran magnitud: la cifra de personas en riesgo, los s¨ªntomas, el impacto econ¨®mico y el estigma. Tambi¨¦n su abandono hist¨®rico.
Una de cada siete personas en el mundo ¡ªm¨¢s de 940 millones¡ª est¨¢ en riesgo de contraer esta dolencia desfigurante y estigmatizante
¡°Es una enfermedad olvidada de poblaciones olvidadas¡±, declara a Planeta Futuro el Departamento de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS. Un mal de los pobres. La enfermedad se da sobre todo entre las poblaciones m¨¢s depauperadas de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, a menudo en entornos rurales y remotos. Lejos de los centros urbanos, de los servicios educativos y sanitarios y de las prioridades pol¨ªticas. En zonas en las que proliferan los mosquitos, pero las personas carecen de medios o conocimiento para protegerse de las picaduras. Los residentes tambi¨¦n suelen desconocer el origen, transmisi¨®n y prevenci¨®n de la dolencia. Por ello, los pacientes no s¨®lo son objeto de rechazo y burlas por su aspecto o el hedor de sus heridas, sino por la peligrosidad ¡ªinfecciosa y m¨¢gica¡ª que se les atribuye. Los afectados no pueden cultivar los campos ni concentrarse en la escuela, abandonan la vida productiva y dilapidan sus medios en curas infructuosas hasta que apenas les alcanza para comer, como explica la paciente nigeriana y madre de seis hijos Rahab Joshua. Un c¨ªrculo vicioso pobreza-enfermedad que el Programa Global para la Eliminaci¨®n de la Filariasis Linf¨¢tica, lanzado por la OMS con apoyo de socios internacionales en el a?o 2000, se propone atajar.
Tratamiento masivo
¡°La filariasis linf¨¢tica no ha recibido la misma atenci¨®n que la tuberculosis, la malaria y el sida porque no es directamente letal, pero eliminarla s¨ª importa; importa porque es una enfermedad totalmente prevenible que est¨¢ causando un sufrimiento innecesario¡±, remarca el doctor Greg Noland de The Carter Center, una organizaci¨®n de referencia mundial en la lucha contra enfermedades tropicales olvidadas fundada por el expresidente de EE UU y premio Nobel de la Paz Jimmy Carter. Adem¨¢s de ser un lastre econ¨®mico para los afectados, los sistemas de salud p¨²blica y la econom¨ªa productiva de regiones enteras, destroza la salud mental. ¡°Los afectados se adentran en una oscura senda de angustia y aislamiento social desde los primeros s¨ªntomas¡±.
Para frenar esta dolencia, los ministerios de salud de los diversos pa¨ªses ¡ªapoyados por entidades como The Carter Center y la cooperaci¨®n internacional¡ª est¨¢n desplegando dos grandes estrategias recomendadas por la OMS: tratar de forma masiva a las poblaciones en riesgo para interrumpir la transmisi¨®n del par¨¢sito, a raz¨®n de una dosis anual de dos medicamentos durante por lo menos cinco a?os, y aliviar el sufrimiento de los pacientes con un paquete de medidas asistenciales sin coste para el beneficiario ¡ªcirug¨ªa para extracci¨®n de l¨ªquido del escroto; consejos sobre higiene y cuidado de los miembros afectados, y tratamiento de infecciones¡ª. La distribuci¨®n de mosquiteras impregnadas de insecticida es una estrategia complementaria.
Por lo menos 40 millones de pacientes est¨¢n desfigurados e impedidos para llevar una vida normal, y se enfrentan a un rechazo social extremo, incluso por parte de sus allegados
Hasta la fecha, se han administrado m¨¢s de 6.200 millones de tratamientos donados por la industria farmac¨¦utica a m¨¢s de 800 millones de personas de 60 pa¨ªses. ?Resultado? Seis estados de Asia y el Pac¨ªfico ya han logrado eliminar la enfermedad como problema de salud p¨²blica esta d¨¦cada, sum¨¢ndose al ¨¦xito de China y la Rep¨²blica de Corea en la pasada. En total, se han prevenido o tratado con ¨¦xito 97 millones de casos y se han evitado p¨¦rdidas de 100.000 millones de d¨®lares a lo largo de la vida de los beneficiarios. ¡°El progreso es tremendo¡±, subraya la OMS, y se?ala que 37 pa¨ªses van camino de lograr la eliminaci¨®n en 2020. Sin embargo, otros 29 no est¨¢n progresando al ritmo esperado, incluyendo siete pa¨ªses en ?frica ¡ªde un total de 37 end¨¦micos en el continente¡ª que a¨²n no han empezado el tratamiento, conocido como quimioterapia preventiva. De este ¨²ltimo grupo, Sud¨¢n del Sur, Guinea Ecuatorial y Angola ¡ªuno de los m¨¢s afectados del mundo¡ª ni siquiera han solicitado las medicinas a marzo de 2017, informa la Organizaci¨®n.
Voluntad y dinero
¡°El primer reto es llevar el tratamiento a todas y cada una de las zonas que lo requieren, y si no se est¨¢ logrando, es por dos motivos: falta de inversi¨®n financiera y falta de apoyo pol¨ªtico¡±, resume Noland, responsable de los programas de eliminaci¨®n de filariasis linf¨¢tica de The Carter Center en Nigeria, Hait¨ª, Rep¨²blica Dominicana y Etiopia. La falta de apoyo financiero desincentiva a algunos gobiernos de pa¨ªses end¨¦micos. En otros casos, el factor limitante no son los recursos sino los propios ministerios de salud, que no consideran prioritaria esta enfermedad: no es letal; prevalece en zonas rurales y numerosos afectados viven escondidos por temor al rechazo. Como resultado, ¡°muchos pa¨ªses desconocen el n¨²mero de pacientes y el peso de la enfermedad en su territorio¡±, constata la OMS.
El segundo gran reto es lograr la participaci¨®n de los beneficiarios. En zonas como algunos estados de Nigeria, los tratamientos pueden alargarse una d¨¦cada, apunta Noland. ¡°A medida que pasan los a?os, la poblaci¨®n empieza a preguntarte por qu¨¦ les das esa medicina. Por ello, debemos asegurarnos de que entiende en todo momento el riesgo de la enfermedad y los beneficios del tratamiento. Debe recordar c¨®mo era su comunidad antes del programa de eliminaci¨®n¡±. La perseverancia no acaba con la entrega de la ¨²ltima pastilla. Los pa¨ªses deben realizar sondeos durante los cuatro a seis a?os posteriores para confirmar la eliminaci¨®n. ¡°Durante este tiempo, deben mantenerse tanto el entusiasmo como los recursos¡±, advierte la OMS. Al igual que entidades como The Carter Center, la organizaci¨®n forma a personal sanitario local para alcanzar los lugares m¨¢s rec¨®nditos del tr¨®pico ¡ªdesde Pap¨²a hasta Tonga¡ª.
El programa ¡°supone una planificaci¨®n tit¨¢nica¡±, resume Agust¨ªn Benito, director del Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto de Salud Carlos III. El Centro apoya programas de eliminaci¨®n en Guinea Ecuatorial, Angola y Etiop¨ªa, as¨ª como en Mozambique, Senegal, Cabo Verde y Ghana ¡ªen los cuatro ¨²ltimos, a trav¨¦s de la Red de Investigaci¨®n Colaborativa en Enfermedades Tropicales¡ª. Asimismo, la comunidad cient¨ªfica global supervisa el desarrollo potencial de resistencia a los f¨¢rmacos y est¨¢ valorando una nueva combinaci¨®n de tres medicamentos para acelerar la eliminaci¨®n, destaca Benito.
La filariasis linf¨¢tica no ha recibido la misma atenci¨®n que la tuberculosis, la malaria y el sida porque no es letal, pero eliminarla importa porque es prevenible y est¨¢ causando un sufrimiento innecesario
Este despliegue monumental de medios, voluntades y proezas log¨ªsticas se topa con un ¨²ltimo impedimento: ¡°El conflicto y la inseguridad son grandes reveses para el programa de eliminaci¨®n. Las zonas perjudicadas son las que llevan m¨¢s retraso y necesitar¨¢n mucho m¨¢s tiempo que el resto para lograr el objetivo¡±, apunta la OMS. Rep¨²blica Centroafricana, Sud¨¢n del Sur, RDC y Chad est¨¢n entre los pa¨ªses rezagados. Tambi¨¦n Nigeria tiene trabajo por delante. Sin embargo, el pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica y el segundo m¨¢s end¨¦mico despu¨¦s de India est¨¢ a punto de sentar un precedente crucial.
Nuevo hitos
Plateau y Nassarawa est¨¢n a punto de convertirse en los dos primeros estados de Nigeria en eliminar la enfermedad. El doctor Noland revela que realizar¨¢ un sondeo este mismo abril para confirmarlo. ¡°Ser¨¢ un enorme hito para Nigeria y para toda ?frica porque demostrar¨¢ que la transmisi¨®n se puede interrumpir incluso en las zonas m¨¢s end¨¦micas. Si lo logramos en Nigeria, podemos logarlo en cualquier parte¡±.
El gran hito en Am¨¦rica vendr¨¢ del Caribe. La enfermedad sigue transmiti¨¦ndose en Brasil, Guayana y La Espa?ola, isla compartida por Rep¨²blica Dominicana y Hait¨ª. El 90% de los casos del continente recaen en esta isla, principalmente en el paup¨¦rrimo Hait¨ª. ¡°Confiamos en eliminarla de La Espa?ola en tres a cinco a?os¡±, anuncia Noland. Tambi¨¦n este ¨¦xito ¡ª¨ªntimamente ligado a la cooperaci¨®n entre dos pa¨ªses con tensiones hist¨®ricas¡ª, ¡°demostrar¨¢ que se puede eliminar en el mundo¡±.
En cuanto al requisito para avanzar hacia el objetivo global 2020, la OMS es taxativa: se debe priorizar la eliminaci¨®n y ¡°es imperativo aumentar las inversiones para iniciar y expandir programas¡± en diversos pa¨ªses. Noland es optimista y cree firmemente en un c¨ªrculo virtuoso. Una estrategia de su centro pasa por publicar los avances en revistas cient¨ªficas para aumentar la confianza de los donantes en sus inversiones. Cuantos m¨¢s recursos, m¨¢s ¨¦xitos y mayor apoyo, tanto de los donantes como de los beneficiarios. ¡°La eliminaci¨®n es una batalla que se puede ganar¡±, afirma con total convicci¨®n. ¡°Acabemos el trabajo con la filariasis linf¨¢tica y liberemos nuestros recursos para centrarnos en la siguiente enfermedad¡±.