El sindicato de Uber
Al contrario que la antigua mano de obra, los reci¨¦n llegados suelen iniciar su periplo laboral atomizados, sin fuerza com¨²n
Cada cierto tiempo, la inversi¨®n (es decir, el capital) encuentra una nueva forma de cubrir una determinada demanda de manera m¨¢s eficiente. Esta es la definici¨®n de tecnolog¨ªa en una econom¨ªa de mercado. Normalmente, este cambio conlleva la b¨²squeda de nueva fuerza de trabajo, complementaria a las nuevas t¨¦cnicas (digamos, Uber), y sustituta de las viejas y de quienes las ejecutaban (por ejemplo, los taxistas).
En ese momento, el capital inicia una doble negociaci¨®n. Por un lado, con la antigua mano de obra. Por otro, con los reci¨¦n llegados. El sujeto de la negociaci¨®n es, en realidad, el habitual entre los participantes en el proceso de producci¨®n: la distribuci¨®n de los ingresos entre beneficios y salarios.
El capital suele preferir alinearse con los nuevos contra los viejos: los primeros suelen iniciar su periplo laboral atomizados, sin fuerza com¨²n. Los segundos, por el contrario, est¨¢n muchas veces organizados para defender la posici¨®n ganada. Claro est¨¢, los viejos tienen m¨¢s inter¨¦s en formar un frente s¨®lido. Es posible que intenten contar con los nuevos, llev¨¢ndoles a su terreno. Pero resultar¨¢ dif¨ªcil porque por el momento no pueden gozar del acceso al mercado en las mismas condiciones que los anteriores. De hecho, mantenerlas depende en no poca medida de que la puerta siga cerrada, o estrechamente abierta. As¨ª que el actor pivotal en este triplete es un conjunto amplio y heterog¨¦neo de reci¨¦n incorporados al sector. Normalmente, incapaz de hablar con una sola voz.
De qu¨¦ lado caer¨¢ el equilibrio depende precisamente de la capacidad de los nuevos llegados para dejar de competir entre ellos y empezar a cooperar por una mejora de sus propias condiciones. Imaginemos que los conductores de Uber deciden organizarse y poner rostro a lo que ahora es un colectivo que a duras penas puede ser definido como tal. En ese momento, los de afuera pueden empezar a definir sus preferencias colectivas frente al capital, y tambi¨¦n frente a los viejos. Estableciendo alianzas y acuerdos si as¨ª lo desean, buscando quiz¨¢s puntos de encuentro. Podr¨¢n, en definitiva, hacer pol¨ªtica por su cuenta. @jorgegalindo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.