Mazazo al ¡®modelo Alzira¡¯ de gesti¨®n privada en sanidad
El modelo de gesti¨®n privada de hospitales que el PP inici¨® en Valencia y luego quiso trasladar a Madrid y otras comunidades aut¨®nomas recibe una estocada de muerte
El modelo Alzirade gesti¨®n privada de hospitales p¨²blicos llega a su fin. La Generalitat valenciana ha decidido no prorrogar la concesi¨®n de la asistencia sanitaria del ¨¢rea de Alzira cuando venza el actual contrato, dentro de un a?o. Con esta decisi¨®n, el modelo de gesti¨®n privada de hospitales que el PP inici¨® en Valencia y luego quiso trasladar a Madrid y otras comunidades aut¨®nomas recibe una estocada de muerte. El Gobierno de Ximo Puig quiere revertir tambi¨¦n al sector p¨²blico los otros cuatro hospitales cedidos.
El modelo consiste en conceder a una sociedad privada mercantil la asistencia sanitaria de una determinada ¨¢rea geogr¨¢fica a cambio de una tarifa plana por habitante. Entre 1999 y 2010 los Gobiernos de Eduardo Zaplana y Jaume Camps implantaron este modelo en las ¨¢reas de Alzira, Torrevieja, Denia, Menises y Elche, que suman m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, el 20% de la poblaci¨®n valenciana. Pero el modelo pronto revel¨® sus limitaciones. Y tambi¨¦n los peligros de una posible generalizaci¨®n. Se daba por supuesta una mayor eficiencia y una reducci¨®n de los costes de la asistencia, pero apenas tres a?os despu¨¦s, en 2003, Ribera Salud, la empresa concesionaria, quebr¨® y el Gobierno del PP tuvo que salir al rescate. Lo hizo aumentando la cuant¨ªa de la asignaci¨®n por habitante y extendiendo la concesi¨®n a la atenci¨®n primaria. Las nuevas condiciones aseguraban un considerable margen de beneficio operativo.
La historia de Ribera Salud muestra que la privatizaci¨®n ha sido cosa de bancos y aseguradoras. Al principio la sociedad estuvo formada por tres cajas de ahorro: CAM, Bancaixa y Caixa Carlet. Con las nuevas concesiones se incorporaron aseguradoras como Adeslas, Asisa o Sanitas. La crisis de la burbuja inmobiliaria se llev¨® por delante a las cajas valencianas y la empresa qued¨® en manos de Bankia y del Banco de Sabadell. Bankia vendi¨® su participaci¨®n a la empresa norteamericana Centena Corporation, que ahora comparte con el Sabadell la propiedad.
Alzira y el resto de privatizaciones han demostrado que el modelo de gesti¨®n privada resulta rentable siempre que se cuente con un buen acuerdo econ¨®mico de partida y pueda hacerse un buen manejo de los enfermos. Los hospitales privatizados pueden ser rentables porque son hospitales de nivel intermedio y derivan los casos m¨¢s costosos o complicados al hospital p¨²blico de mayor nivel. La lealtad en la gesti¨®n de las derivaciones no es algo que figure en los contratos.
Si la autoridad pol¨ªtica est¨¢ interesada en que el modelo funcione, garantice el retorno que los accionistas esperan y pueda servir de modelo para un programa de privatizaciones, cabe suponer que har¨¢ lo posible para que esas condiciones se den. La experiencia de Alzira demuestra tambi¨¦n que la generalizaci¨®n de un modelo como este tiene un peligro: la captura del regulador. En cuanto alcanza un volumen de asistencia importante y controla los servicios sanitarios de amplias zonas geogr¨¢ficas, es el concesionario, y no la autoridad sanitaria, el que est¨¢ en condiciones de dictar las condiciones. Eso es lo que ahora se quiere revertir en Valencia.
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