Bruselas vaticana
Nuestra raz¨®n ilustrada es un hacer que ha garantizado ¡®la paz perpetua¡¯ a trav¨¦s de la libertad
Pasaron los fastos y boatos de los tratados de la Uni¨®n y la imagen de una foto fija queda en el recuerdo: la de sus regios dirigentes junto a Jorge Bergoglio, otro papa pol¨ªtico y salvador. Posiblemente los delegados visitaran a Su Santidad porque estaban en Roma, pero es dif¨ªcil que el llamativo cuadro en la Capilla Sixtina, tan serios todos sobre el fondo azul de su impecable ortodoxia, no tenga una trascendencia simb¨®lica. Y siendo absurdo separar una conmemoraci¨®n de su representaci¨®n, debemos preguntarnos sobre la narrativa que contiene: ?qu¨¦ historia nos brinda tan cardenalicio encuadre?
Sin duda, el de una recreaci¨®n identitaria tentada de buscar ra¨ªces en la religiosidad cristiana, ahora que percibimos el continente lleno de otros que introducen elementos extra?os en el moderno credo de lo que llamamos ¡°formas de vida europeas¡±. Pero no es el cristianismo, sino la Ilustraci¨®n, lo que dota de identidad al sistema de valores que compartimos: el laicismo que separa Iglesia y Estado. La visi¨®n de lo religioso se subordinar¨ªa a lo privado sin que ninguna de las santas doctrinas prevaleciera en el ¨¢mbito p¨²blico: en todo caso, se proteger¨ªa el pluralismo religioso a partir de la idea de tolerancia. El marco westfaliano reflej¨®, as¨ª, el hartazgo de las guerras de religi¨®n, convirtiendo en centro de gravedad esta premisa. El pluralismo y la variedad de modos de vida significaban m¨¢s riqueza cultural para la sociedad.
Casi 400 a?os despu¨¦s, Europa se traiciona en el Vaticano. La iron¨ªa est¨¢ en que, en el seno de las pol¨ªticas vaticanas, hay algo que siempre se ha achacado a Bruselas: el gobierno de los cardenales (los Se?ores de los Tratados) y su santa opacidad (nuestros modernos arcanos). Es, de nuevo, el viejo rito de la inevitabilidad de los dogmas frente a una raz¨®n que se niega a plegarse al desenfreno del destino con el que se revisti¨® la austeridad. Con ella, aprendimos que ninguna injusticia era definitiva porque ¡°todas las extravagancias caen ante su fuerza¡±. Nuestra raz¨®n ilustrada es un hacer que ha garantizado ¡°la paz perpetua¡± a trav¨¦s de la libertad. ?M¨¢s hubiese valido celebrar a Kant! @MariamMartinezB
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