Fijos sin oposici¨®n

Aun siendo partidario de la m¨¢xima estabilidad laboral, de la consolidaci¨®n de los puestos de trabajo y de reducir al m¨ªnimo el n¨²mero de personas en paro, no puedo compartir la forma en la que Gobierno y representantes sindicales han anunciado ¡°la que probablemente sea la mayor oferta p¨²blica de empleo de la democracia¡±. Pues, al parecer, la intenci¨®n es que a trav¨¦s de un concurso de m¨¦ritos en el que probablemente prevalezca el tiempo trabajado, el personal interino pase a ser propietario sin mediar prueba de oposici¨®n alguna. Tal decisi¨®n no solo supone un agravio comparativo con quienes se tuvieron que enfrentar a un concurso-oposici¨®n para obtener un puesto de trabajo similar, sino que impide seleccionar a los mejores, dado que no exige una formaci¨®n continuada que optimice el desempe?o. Si a esto le a?adimos la inexistencia en nuestro pa¨ªs de la necesidad peri¨®dica de rendici¨®n de cuentas, o la ausencia de una evaluaci¨®n continua, es m¨¢s que probable que, salvo que el trabajador disfrute de una f¨¦rrea disciplina personal, en pocos a?os presente dificultades para ofrecer una adecuada respuesta a las demandas laborales diarias.¡ª Luis Alberto Rodr¨ªguez Arroyo. Santo Tom¨¢s de las Ollas (Le¨®n).