Blanca Su¨¢rez saca la lengua
La actriz, que acaba de estrenar 'El bar', protagoniza una sugestiva sesi¨®n de fotos. "Lleg¨® un momento en el que me dej¨¦ ir", dice sobre su carrera
Dice Blanca Su¨¢rez que su ¨²ltima pel¨ªcula, El Bar, de ?lex de la Iglesia, habla de miedos. ¡°De los suyos, pero tambi¨¦n de los de todo el mundo¡±, explica el gran fen¨®meno del cine espa?ol. Solo tiene 28 a?os, pero lleva tanto tiempo en el ¨¦xito que parece que siempre estuvo aqu¨ª. En realidad apenas ha pasado una d¨¦cada desde que debut¨® con Eskalofr¨ªo. Menos a¨²n desde que se convirti¨® en estrella generacional gracias a dos series: El internado, las aventuras g¨®ticas de unos adolescentes en el campo, y El barco, en la que conoci¨® a Mario Casas, hoy su amigo y casi su versi¨®n masculina. Las carreras de los dos sex symbols espa?oles se cruzan con cierta frecuencia. La ¨²ltima vez en El bar.
Parece relajada y asegura que es porque lleva una racha bastante tranquila. Una decisi¨®n consciente. ¡°Ve¨ªa venir una primavera movidita. Hay momentos en los que desaparezco. No hay que ir siempre a actos. Son cosas que hay que hacer de forma espor¨¢dica¡±. Esa primavera ya ha empezado con el estreno de El bar. ¡°La primavera sigue con Las chicas del cable, primera serie espa?ola de Netflix (estreno, 28 de abril).
¡°Siendo Netflix, la promoci¨®n es internacional. De repente se abre una puerta al mundo entero. Y si quieres trabajar de cara al exterior ya no tienes que coger un avi¨®n. Han venido aqu¨ª. Es guay¡±. En su caso, doblemente guay, porque no tiene intenci¨®n de mudarse al extranjero. ¡°Depende de las prioridades de cada uno. Me gusta viajar y trabajar meses fuera, pero sentir que soy de aqu¨ª, estar con mi familia, con mi gente¡ No vivir fuera. Hay cosas que no s¨¦ si hoy estoy dispuesta a sacrificar¡±.
Tampoco le hace falta. Asegura que desde que empez¨® nunca le ha faltado trabajo. Pero niega rotundamente la existencia de un plan. Si lo que cuenta es verdad, su carrera es parecida a una partida ganadora de Tetris en la que todas las piezas han encontrado su sitio por casualidad. Ella solo ha aportado buena disposici¨®n.
¡°No hubo un d¨ªa en el que pensara que quer¨ªa ser actriz. Era algo que me gustaba y hac¨ªa como hobby. Cuando empec¨¦ estaba en un momento de mi vida en el que ten¨ªa que tomar decisiones. Qu¨¦ hacer, qu¨¦ estudiar¡ Empec¨¦ comunicaci¨®n audiovisual, pero me dejo influir. Ir contracorriente es luchar contra ti. La vida te va colocando. As¨ª que lleg¨® un momento en que me dej¨¦ llevar. Y vi que pasaban cosas¡±.
Lo cuenta mientras picotea un plato de arroz en el restaurante Sudestada, hoy cerrado por descanso semanal. El interior lleva horas ocupado por el equipo para la sesi¨®n: maquilladores, estilistas, dos personas de catering (¡°san¨ªsimo y vegetariano¡±, aseguran), la gente de su oficina o un equipo de v¨ªdeo que ha venido a grabar una acci¨®n promocional para El bar.
La fot¨®grafa, tras acabar con la actriz, ha liado a la ayudante del estilista para que se convierta en modelo er¨®tico. As¨ª que, mientras hablamos, hay una chica posando semidesnuda sobre una mesa. Algo que no parece impresionar a Blanca Su¨¢rez. Al menos hoy, no parece una persona muy impresionable. Su filosof¨ªa es normalizarlo todo. Algo que cuando se trata, por ejemplo, de participar en La piel que habito, de Almod¨®var, en 2011, con 23 a?os, tiene sus complicaciones.
¡°Hice un mont¨®n de pruebas y cuando me dijeron que s¨ª, fue muy surrealista. Ese tipo de castings intento tom¨¢rmelos como que lo m¨¢s seguro es que sea ¡®no¡¯, aunque puede ser ¡®s¨ª¡¯. Cuando te eligen, durante unos segundos te alegras, pero los actores somos gente insegura y enseguida vuelven los monstruos: ¡®?Lo har¨¦ bien? ?Me echar¨¢n?¡¯. Ten en cuenta que este tipo de papeles son un extra, es entrar en la historia del cine. No es lo normal, pero tienes que forzar que para ti se normalice. Al final es tu d¨ªa a d¨ªa y no puedes pasarte la vida diciendo: ¡®?Qu¨¦ fuerte!¡¯. Nuestra profesi¨®n consiste en normalizar muchas cosas que no lo son para nada. No somos los ¨²nicos: a Beyonc¨¦ su d¨ªa a d¨ªa le parecer¨¢ normal. Y a los reyes, tambi¨¦n. C¨®mo no lo normalices te vuelves loco¡±.
M¨¢s dif¨ªcil resulta normalizar las pol¨¦micas. En 2016 protagoniz¨® la miniserie Lo que escond¨ªan sus ojos. La historia del amor de Serrano Su?er y la marquesa de Llanzol humanizaba a uno de los m¨¢s repulsivos ministros de Franco. Y claro, se li¨®. Ella a¨²n hoy defiende ese trabajo. ¡°No se trataba de limpiar a este se?or, cualquiera que sepa algo de historia sabe de qui¨¦n hablamos. Se cuenta una historia de amor. Una parte de algo. Si te ofrecen un personaje de una asesina m¨²ltiple violadora de beb¨¦s no la puedes afrontar juzg¨¢ndola. Y eso no la hace mejor persona. O al rev¨¦s: a lo mejor soy una hija de la gran puta en mi casa, pero contigo soy encantadora. Y mi familia dir¨¢: ¡®?Por qu¨¦ la describe as¨ª, si es una hija de puta?¡±.
?En casa c¨®mo eres? ¡°Una hija de puta¡±, bromea. ¡°Bueno, no tanto, pero con las personas que queremos siempre somos bastante m¨¢s malos de lo que somos en la calle. Intento ser buena persona, la verdad. Pero al final pagas tus malos ratos con la gente que est¨¢ m¨¢s cerca de ti. Son el blanco m¨¢s f¨¢cil¡±.
Peluquer¨ªa y maquillaje: Natalia Belda. Asistente de fotograf¨ªa: Lucas Couto. Asistentes de estilismo: Cristina Malcorra y Soraya Zilati. Agradecimientos: Garlic, ?lvaro Gorospe y Sudestada (Ponzano, 85. Madrid).
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