¡°Me cuesta pensar que esas gentes alcancen la paz de sus conciencias¡±

Ojal¨¢ se haya llegado al final del horror. Y ojal¨¢ se cierre para siempre este largu¨ªsimo cap¨ªtulo de un episodio terrible de nuestra historia. Y, por favor, que nadie intente sacar r¨¦dito pol¨ªtico de lo que es un triunfo del Estado de derecho, de la competencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y de toda la ciudadan¨ªa. Muchos son los hechos que me han hecho hasta llorar, pero sin duda, el m¨¢s amargo fue el asesinato de Miguel ?ngel Blanco. Las gentes que lo asesinaron no quisieron escuchar nada y, cuando se produjo el crimen, no pod¨ªa creer que se hubiera llegado a tales extremos de bajeza y crueldad, por su premeditaci¨®n y alevos¨ªa y por la carencia absoluta de sentimientos que demostraron los autores del asesinato. Me cuesta mucho pensar que esas gentes alcancen, alg¨²n d¨ªa, la paz de sus conciencias.¡ª ?ngel Villegas Bravo (Madrid)

Observo at¨®nito c¨®mo el desarme de ETA va camino de convertirse este s¨¢bado en un encuentro-romer¨ªa de celebraci¨®n. Hasta se est¨¢n vendiendo billetes de autob¨²s a Bayona, como si se tratase del evento deportivo del siglo. Pesa tanto la losa del pasado macabro de la izquierda abertzale, que ahora continuamente se muestran como los m¨¢s entusiastas del fin del terrorismo. Bakegileak (autores de paz) se hacen llamar estos participantes; ya pod¨ªan haberse apuntado a un festival de la paz cuando la sociedad vasca les clamaba por ella. Tanto dolor y sufrimiento para nada, ?es necesaria una celebraci¨®n?¡ª Ander Iturri Torrea. San Sebasti¨¢n (Gip¨²zkoa)

La semana pasada record¨¦ el miedo al escucharlos venir por los pasillos de la facultad gritando, organizados, uniformados en sus c¨®modas ropas de ir al monte. Zuek ere txakurrak zarete (vosotros tambi¨¦n sois perros), gritaban al aire, seguramente sin mirarnos ¡ªnosotros tampoco mir¨¢bamos¡ª, cuando abr¨ªan la puerta de clase para interrumpirla. Y los que no hab¨ªamos hecho huelga por su causa permanec¨ªamos en silencio y sentados en el pupitre, con el coraz¨®n acelerado, esperando a que todo pasase. La semana pasada, las im¨¢genes del asalto a la sede de un partido en Barcelona me hicieron revivir aquella sensaci¨®n de angustia que cre¨ªa ya olvidada.¡ª ?ngel Montero. Sant Cugat del Vall¨¦s (Barcelona)

Ni Espa?a, ni Francia como Estados de derecho pueden permitirse nunca el tratar de t¨² a t¨² a unos terroristas, porque legitimar¨ªa as¨ª la violencia de la mafia etarra. ETA est¨¢ ya derrotada gracias al impagable trabajo y sacrificio de la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional. Est¨¢ vencida por la unidad de las medidas policiales, jur¨ªdicas y pol¨ªticas de consenso, y por la presi¨®n de esa rebeli¨®n c¨ªvica encabezada por las v¨ªctimas, que nos han llevado al resto de los ciudadanos que las apoyamos, a colaborar en esta larga derrota del terrorismo. ?Desarme? Unas armas oxidadas de unos mafiosos terroristas totalmente derrotados no pueden ser ning¨²n canje ni premio para quienes propagaron el dolor con coches bomba y tiros en la nuca por toda Espa?a. Nuestra libertad y democracia han pagado un alto precio de vidas inocentes, del que ning¨²n terrorista etarra, ni ning¨²n cobarde que les apoye, puedan beneficiarse jam¨¢s.¡ª David Garc¨ªa Garc¨ªa (Madrid)

Desarme de ETA