Diccionario del odio en Sud¨¢n del Sur
Las redes sociales inflaman la guerra que sit¨²a al pa¨ªs al borde del genocidio Un glosario identifica por primera vez los t¨¦rminos usados para incitar a la violencia
Hay palabras que matan. En el caso de Sud¨¢n del Sur, las redes sociales han emergido como un nuevo frente del conflicto etnopol¨ªtico que sit¨²a al pa¨ªs al borde del genocidio y ha sumido diversas de sus regiones en la hambruna este a?o, seg¨²n la ONU y expertos internacionales. Una guerra que enfrenta a los partidarios del presidente de etnia dinka, Salva Kiir, con el exvicepresidente nuer Riek Machar desde diciembre de 2013. Aunque Sud¨¢n del Sur est¨¢ entre los pa¨ªses menos desarrollados del mundo y un 70% de su poblaci¨®n es analfabeta, los discursos de odio y noticias falsas logran saltar la barrera de Internet y recrudecer la violencia en lugares donde ni siquiera hay electricidad. Ante la seriedad del problema, organizaciones locales e internacionales se han puesto manos a la obra para ponerle coto. Uno de los frutos de este esfuerzo colectivo es el Glosario de palabras de odio, que identifica por primera vez los t¨¦rminos utilizados para incitar a la violencia en las redes sociales.
¡°Hasta ahora, solo busc¨¢bamos palabras como matar, dinka y nuer para identificar discursos de odio en las redes. Ahora podemos recurrir a nuevos vocablos y hashtags para ello y seguir su recorrido desde la di¨¢spora hasta Sud¨¢n del Sur¡±, explica el director de PeaceTech Lab Africa y promotor del glosario, Theo Dolan. Esta ONG, alumbrada por el United States Institute for Peace y con sede en Nairobi (Kenya), ha trabajado con sursudaneses residentes en el pa¨ªs y en el extranjero para definir cada expresi¨®n, situarla en su contexto pol¨ªtico y social, y proponer alternativas respetuosas. El proyecto tiene un triple objetivo: ayudar a las entidades que combaten los discursos de odio a identificarlos y contrarrestarlos; crear conciencia entre los usuarios de redes sociales sobre la peligrosidad del lenguaje incendiario, y promover el uso de palabras no ofensivas que permitan a los sursudaneses expresar sus frustraciones sin minar el di¨¢logo. En base a este lexic¨®n, PeaceTech Lab ha lanzado mapas de medios e internautas influyentes que atizan el conflicto y visualizaciones para seguir el uso de palabras provocadoras en las Redes. Estos recursos est¨¢n a disposici¨®n de organizaciones internacionales para orientar la toma de decisiones. ¡°Comprender y cartografiar los discursos de odio puede ayudarnos a disparar la alarma y a prevenir la violencia¡±, a?ade?Dolan.
La relaci¨®n entre redes sociales y conflicto en Sud¨¢n del Sur no es balad¨ª. Muestra de ello es que el Consejo de Seguridad de la ONU ha actualizado el mandato de la Misi¨®n de Paz para ¡°seguir, investigar y denunciar incidentes de discursos de odio¡±, y un grupo de expertos de la Organizaci¨®n alert¨® en un informe de noviembre de 2016 que ¡°miembros de todas las partes en conflicto, incluyendo altos cargos del Gobierno, han utilizado las redes sociales para exagerar incidentes, diseminar falsedades y amenazas encubiertas o publicar mensajes de incitaci¨®n¡± a la violencia.
Un gran obst¨¢culo a la hora de combatir la incitaci¨®n a la violencia en las redes es la falta de voluntad y marcos legislativos fuertes que acaben con la impunidad de los perpetradores est¨¦n donde est¨¦n
Entre los t¨¦rminos incendiarios m¨¢s frecuentes est¨¢ dor, usado por algunos dinka para referirse a otras tribus como sus esclavos y que evoca la ¨¦poca en la que los tratantes ¨¢rabes subyugaban a sus cautivos con l¨¢tigos al grito de ?dor! (?mu¨¦vete!). Otra palabra clave es MTN, que alude al lema de esta operadora de telefon¨ªa ¡ªall¨ª donde vayas¡ª para designar a los dinka como invasores de territorios de otras etnias. ¡°Esta palabra infunde miedo exagerando el n¨²mero y localizaci¨®n de los dinka en Sud¨¢n del Sur, y es un c¨®digo orientado a la acci¨®n: un MTN fuera de servicio puede significar un dinka desarmado y al que se puede atacar¡±, revela el glosario. Para Dolan, esta palabra ilustra el efecto que la agresividad online puede tener sobre el terreno. Su proyecto identific¨® el t¨¦rmino en las redes a principios de 2016, y a finales de a?o constataron que se hab¨ªa empezado a utilizar en emboscadas. ¡°Los asaltantes paraban a veh¨ªculos en v¨ªas principales y preguntaban al conductor si llevaba alg¨²n MTN. A los presentes, los arrancaban del asiento y los atacaban¡±, llegando a matarlos, seg¨²n explica.
De las Redes al mundo real...
Una gran cuesti¨®n es d¨®nde se originan estas incitaciones y c¨®mo se diseminan entre personas analfabetas y sin acceso a Internet. Aunque l¨ªderes de las partes en conflicto y sus seguidores atizan el odio con informaciones falsas y discursos incendiarios en p¨¢ginas web y medios convencionales de Sud¨¢n del Sur, buena parte de los discursos de odio se generan en la di¨¢spora, entre los millares de sursudaneses que han huido de las oleadas de violencia en su hogar y residen en pa¨ªses como Australia, EE UU, Reino Unido y Canad¨¢ ¡ªlas guerras contra Sud¨¢n que desembocaron en la independencia del sur en 2011, por ejemplo, se consideran la contienda civil m¨¢s larga del continente.
Los discursos de odio se difunden a trav¨¦s de redes familiares y personales, y lo hacen r¨¢pido: v¨ªdeos, mensajes y actualizaciones fluyen en pocas horas desde la di¨¢spora en Australia hasta la de EE UU y alcanzan Sud¨¢n del Sur a trav¨¦s de una red social, un SMS o una simple llamada telef¨®nica. Quien haya recibido esta informaci¨®n se montar¨¢ en un moto-taxi y luego andar¨¢ para visitar a parientes en una aldea remota. Con esta persona, llegar¨¢n las noticias. Y aqu¨ª surge el problema: ¡°Los sursudaneses, sobre todo en zonas rurales, conf¨ªan en cualquier informaci¨®n que procede de la di¨¢spora. Creen totalmente en sus palabras y act¨²an en consecuencia¡±, explica James Bidal de Community Empowerment for Progress Organization (CEPO), entidad local que combate el odio en las redes y ha colaborado con PeaceTech Lab en el glosario.
Lo confirma Stephen Kovats, de la entidad berlinesa r0g_agency for open culture, al frente de la iniciativa #Defyhatenow que lucha contra discursos de odio en Sud¨¢n del Sur: ¡°Las redes son una forma perfecta para incitar a la violencia, especialmente en lugares con niveles tan bajos de alfabetizaci¨®n. El miedo, la histeria y los rumores pueden esparcirse a¨²n m¨¢s r¨¢pido por la falta de informaci¨®n veraz y verificable¡±. La situaci¨®n se agrava por la ausencia de libertad de prensa, la inseguridad y la falta de infraestructuras, que impiden a los periodistas locales acceder a los escenarios de la contienda. ¡°En este contexto proliferan las webs de noticias falsas y grupos de Facebook con orientaci¨®n pol¨ªtica que apoyan a una u otra facci¨®n¡±, alertan desde #Defyhatenow. ¡°En algunas partes del pa¨ªs, las noticias falsas son las ¨²nicas noticias¡±, a?aden. Ello incluye im¨¢genes de otras masacres ¡ªcomo las del genocidio ruand¨¦s¡ª que se hacen pasar como relativas al conflicto actual en Sud¨¢n del Sur. Los perpetradores incluyen tanto individuos m¨¢s o menos organizados y financiados, como j¨®venes que reaccionan en foros de Internet sin medir las consecuencias de sus palabras. En ambos casos, el trabajo de las diversas organizaciones es clave para invertir una tendencia que preocupa cada vez m¨¢s dentro y fuera del pa¨ªs.
Esfuerzo colectivo
En colaboraci¨®n con entidades locales, r0g_agency se centra en crear conciencia sobre la peligrosidad del lenguaje incendiario dentro y fuera de las pantallas; educar en el uso cr¨ªtico y constructivo de los medios y redes sociales, y formar a los usuarios de Internet para que sepan identificar y contrarrestar las incitaciones. ¡°Uno de los objetivos es ocupar las redes sociales sursudanesas con influencias positivas, en lugar de dejar el espacio abierto para los agentes de conflicto¡±, explica Kovats. Por ello, tienen colaboradores locales dedicados a difundir acciones en favor de la paz en las redes sociales y a ense?ar a los usuarios a hacer lo mismo. Esta estrategia no es banal.
Seg¨²n un informe de PeaceTech Lab Africa, el uso reiterado de la palabra cobarde para denigrar a comunidades del sur del pa¨ªs ¡ªa las que se acusa de no haber dado la talla en la guerra de independencia¡ª las ha humillado y animado a tomar las armas para demostrar su val¨ªa, como muestran los ataques a MTN en carreteras. ¡°El t¨¦rmino juega un papel significativo a la hora de instigar al conflicto de diversos modos. Muchos usuarios de redes sociales defienden que el gobierno solo negocia con quienes est¨¢n armados, no con cobardes que apuestan por el di¨¢logo¡±. En octubre de 2016, se formaron tres movimientos pol¨ªticos ¡ªno necesariamente pac¨ªficos¡ª considerados como una respuesta directa al uso de este t¨¦rmino, a?ade el documento.
Entre las entidades que colaboran para plantar cara al fen¨®meno tambi¨¦n est¨¢n la sursudanesa CEPO, que examina redes sociales y medios, forma a periodistas y trabaja con legisladores, as¨ª como la iniciativa de artistas locales #Anataban, que se dirige a los j¨®venes a trav¨¦s de Facebook, Twitter y Youtube y mediante m¨²sica, arte y teatro callejero. ¡°Los j¨®venes son cruciales para promover tanto la paz como la violencia: suponen la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, perpetran gran parte de las agresiones sobre el terreno¡± y son los principales usuarios de redes sociales, remarca el cofundador de #Anataban, Jacob Bul. A su juicio, un gran obst¨¢culo a la hora de combatir la incitaci¨®n en las redes es la falta de voluntad y marcos legislativos fuertes que acaben con la impunidad de los perpetradores est¨¦n donde est¨¦n. Y los retos no acaban aqu¨ª.
Retos y prioridades
Internet se ha convertido en un nuevo frente de guerra y los mensajes falsos e incendiarios, en armas para exacerbar divisiones y manipular a quienes dif¨ªcilmente pueden cuestionarlos
Analizar discursos de odio se complica porque el lenguaje evoluciona constantemente y las palabras pueden tener ra¨ªces en las m¨¢s de 60 lenguas del pa¨ªs. A ello se suma la dificultad de organizar talleres online dada la mala calidad de Internet en Sud¨¢n del Sur; la complejidad de llegar a una di¨¢spora repartida por todo el mundo, y el hecho de que los usuarios siguen sin denunciar la mayor¨ªa de mensajes ofensivos a los administradores de redes sociales y medios online. Por si fuera poco, noticias falsas y cargadas de estereotipos negativos saltan al mundo real en un c¨ªrculo vicioso dif¨ªcil de frenar. Incluso cuando la di¨¢spora llama a Sud¨¢n del Sur para verificar algo que ha visto o le¨ªdo, puede salir el tiro por la culata: no solo no logra confirmar la veracidad de la informaci¨®n, sino que contribuye, contra su voluntad, a esparcirla con efectos imprevisibles. Por ello, las diversas entidades reclaman mecanismos s¨®lidos de supervisi¨®n y denuncia de las incitaciones, y un sistema de alerta precoz que permita identificar amenazas y prevenir actos violentos. ¡°El coste de la inacci¨®n podr¨ªa ser el primer genocidio inducido por redes sociales¡±, llega a advertir Kovats de r0g_agency.
Veintitr¨¦s a?os despu¨¦s del exterminio en Ruanda, a¨²n resuenan las exhortaciones de Radio Mille Collines a la masacre. Ahora, Internet se ha convertido en un nuevo frente de guerra y los mensajes falsos e incendiarios, en armas para exacerbar divisiones y manipular a quienes dif¨ªcilmente pueden cuestionarlos. Del di¨¢logo nacional que se emprenda fuera de las redes, pero tambi¨¦n dentro de ellas, depender¨¢ el futuro de Sud¨¢n del Sur.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.