Y puntos suspensivos
Los mensajes digitales muestran cada vez m¨¢s esos tres min¨²sculos redondeles de sugerente significado
Han renacido los puntos suspensivos. Uno se los encuentra dando saltos por el m¨®vil, la tableta, el ordenador; alegres y dicharacheros.
Su papel antes anodino y ocasional en novelas, ensayos, cartas, prospectos, carteles, anuncios, noticias o reportajes se ha convertido ya en imprescindible para muchas personas. En efecto, los textos que van y vienen por correo electr¨®nico, SMS, WhatsApp y otros sistemas digitales muestran cada vez m¨¢s esos tres redondeles min¨²sculos de sugerente significado.
Las gram¨¢ticas y las ortograf¨ªas suelen se?alar que este signo triple se usa con la idea de dejar una oraci¨®n inacabada, y generalmente con intenci¨®n de expresar desconocimiento, duda o temor. Tambi¨¦n para sugerir cierta intriga o expectaci¨®n ante lo que se va a escribir de inmediato. (¡°Y el ganador es¡ La La Land¡±). Y adem¨¢s sirven para marcar que se ha omitido algo en el discurso, funci¨®n que suelen cumplir a disgusto porque de pronto se ven enjaulados entre par¨¦ntesis: (¡).
A esas misiones tradicionales quiz¨¢ se deba sumar otra en las ultrarr¨¢pidas comunicaciones de hoy: la atenuaci¨®n.
Los mensajes cortos de los soportes digitales se perciben a veces muy cortantes, suenan muy asertivos, transmiten una seguridad del emisor basada en la mera dimensi¨®n reducida del texto, no siempre funcionan como buenos conductores de la iron¨ªa y pueden producir un impacto desagradable.
Y para eso est¨¢n ah¨ª, al alcance de un dedo, los puntos suspensivos de toda la vida, capaces de paliar tales efectos indeseados.
El idioma espa?ol, igual que otras lenguas, muestra una cadencia descendente al final de cada frase, y ese efecto lo reflejamos en la escritura con un punto: un signo ortogr¨¢fico cuya expresi¨®n oral nos sirve incluso para rematar la afirmaci¨®n que se acaba de proferir: ¡°Y punto¡±.
La cadencia contraria implica una l¨ªnea ascendente que impide la ca¨ªda de la entonaci¨®n y la deja en suspenso. (Por ejemplo, si decimos: ¡°Es que tienes unas cosas¡¡±). Eso otorga un tono m¨¢s amable a la aseveraci¨®n, pues sugiere que el emisor del mensaje le ha ahorrado al receptor un final menos agradable, y le apea de escuchar algo ofensivo: (Por ejemplo, ¡°es que tienes unas cosas que no se le ocurren ni al que quer¨ªa poner a Messi de portero¡±). Frente a eso, los tres puntos reflejan precisamente la anticadencia suspensiva.
As¨ª, un escueto ¡°gracias por el regalo¡± se convierte en un insinuante ¡°gracias por el regalo¡¡±; una respuesta como ¡°ma?ana no trabajo¡± se llena de sentidos adicionales si se escribe ¡°ma?ana no trabajo¡¡±; un impertinente ¡°ya veo¡± se transforma en el simp¨¢tico ¡°ya veo¡¡±; el imperativo ¡°dime algo enseguida¡± adquiere el papel de la s¨²plica con la graf¨ªa ¡°dime algo enseguida¡¡±.
La primera Ortograf¨ªa espa?ola, de 1741, ya recog¨ªa los puntos suspensivos (si bien los llamaba ¡°puntos seguidos¡±). La Academia incorpor¨® su definici¨®n en el Diccionario de 1869, dentro de la entrada ¡°punto¡±. Y desde entonces les otorga la capacidad de dejar un sentido incompleto gracias a que el discurso queda en suspenso.
Por ello escribimos ahora los tres redondelitos en mensajes donde no est¨¢ todo dicho, en los que no pretendemos tener la ¨²ltima palabra porque a¨²n queda algo por expresar y cedemos ese espacio a quien nos lee. Tal vez invitando a la respuesta...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.