Este tipo ilumin¨® la sangre derramada en 'Pulp Fiction' y 'Reservoir Dogs'
Hablamos con el director de fotograf¨ªa Andrzej Sekula, que trabaj¨® en las primeras pel¨ªculas de Quentin Tarantino. Nos cuenta an¨¦cdotas de rodaje y qu¨¦ hay detr¨¢s del baile de Uma Thurman y John Travolta
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La historia de que la cinefil¨ªa desmadrada y radical, casi religiosa, de Quentin Tarantino cuaj¨® tras el mostrador de un videoclub est¨¢ bastante sobada. Muy contada ya. Pero, como les pasa a esas camisetas que parece que se van a romper -se podr¨ªa ver a trav¨¦s de su tela, no servir¨ªan para avistar un eclipse-, nunca acaban de fallecer, siguen de moda. Es decir, toda esa gente que contin¨²a forrando las paredes de sus casas con carteles de Reservoir Dogs y Pulp Fiction cuentan?(algo pesados) que el director aprendi¨® a amar los spaghetti-western de Sergio Leone; el maquillaje de payaso de Jean-Paul Belmondo en Pierrot, el loco, de Godard; al Samuel Fuller de Corredor sin retorno; y, por encima de todas las cosas, a Roger Corman entre estanter¨ªas con cintas de VHS, V¨ªdeo 2.000 y Beta, ro?osas, ajadas, tristes, como de paso de Semana Santa, casi pidiendo que las vendieran a un anticuario o que las cedieran a la parroquia m¨¢s cercana.
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Eso sucedi¨®, seg¨²n los que so?aban (y sue?an) con convertirse en enfant terrible del cine, a ser posible indie, en torno a finales de los ochenta. Porque en 1992 estren¨® su primera pel¨ªcula. S¨ª, es cierto, se le ve¨ªan por todos los lados las costuras de su cinefil¨ªa, pero, ?qui¨¦n no se rinde (a¨²n ahora) a esa macarrada repleta de verborrea costumbrista de bajo fondo yanqui, al all you can drink de caf¨¦, a las v¨ªsceras esparcidas en primer plano y a la claustrofobia que padecen unos tipos que se llaman por colores que es Reservoir Dogs?
Los coleccionistas de p¨®sters saben bien de lo que estamos hablando. Como conocen el nombre de Lawrence Bender, productor de la pel¨ªcula, Carnal de Quentin, socio suyo hasta Kill Bill y habitual en los cortes de manga que el director le soltaba a la industria. Pero, toca hablar de Andrzej Sekula, que, con total seguridad, es el tercer lado de ese tri¨¢ngulo que alumbr¨® a los perros atrapados, luego Pulp Fiction y que se baj¨® del carro en (la siempre reivindicable opereta interpretada a ocho manos junto a Robert Rodr¨ªguez, Allison Anders y Alexandre Rockwell) Four Rooms.
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Nacido en Varsovia en Wroclaw, en 1954, fue el director de fotograf¨ªa de tres pel¨ªculas gracias a las cuales se curti¨® (y se radicaliz¨®) una cinefil¨ªa que igual mira hacia Oriente (desde las artes marciales m¨¢s impuras, un zatoichi, por ejemplo, hasta el Akira Kurosawa de Rashomon), que le rinde homenaje a la Nouvelle Vague, a Ford, a Sturges, Lubitsch, a la m¨²sica sacada de viejos vinilos de segunda mano o al blaxploitation. Por poner algunos ejemplos evidentes, y que completen los fans ac¨¦rrimos, si ellos quieren.
Esta semana pas¨® por Madrid, para explicar a los alumnos que estudian cine en la escuela EFTI que los directores de fotograf¨ªa caen tan bien a las grandes estrellas ¡°porque son los que les hacen salir guapos en la pantalla y necesitan tener alguien de confianza, sentirse seguros¡±. Quiz¨¢ es lo mismo que hizo ¨¦l con Christian Bale en American Psycho, otro t¨ªtulo a marcar con rotulador en su filmograf¨ªa, y algo menos con Nicolas Cage (sic) en Tokarev, de Paco Cabezas; y que a los guionistas no hay que tocarles el texto que han engendrado antes ni durante el rodaje, los hachazos ¡°hay que hacerlos durante la posproducci¨®n¡±. Es decir, cuando nadie mira. Con ese aire de tipo del Este, de detr¨¢s del Tel¨®n de Acero, que ha aprendido ingl¨¦s en una escuela de cine inglesa (¡°donde llegu¨¦ tras devorar todo el cine que pude y decirle a mis padres que quer¨ªa dirigir pel¨ªculas en Hollywood y que ellos se lo tomaran con una sonrisa¡±) y sin darse mucha importancia, Andrzej Sekula fue desgranando su carrera.
Hasta llegar a Reservoir Dogs, su debut como director de fotograf¨ªa en el cine americano, que no exactamente en Hollywood. ¡°Recuerdo que nos reunimos los productores, Quentin y yo. Quer¨ªan darle a la pel¨ªcula un toque especial, pero que a al vez llegara al p¨²blico. De ah¨ª vino ese trabajo con el grano en la imagen. En cuanto a la m¨ªtica secuencia de apertura, Tarantino quer¨ªa haber trabajado con un steady-cam, pero eso hace demasiado presente a la c¨¢mara, se nota. Deb¨ªa ser algo m¨¢s sencillo, yo le puse como ejemplo el inicio de la serie Bonanza y tambi¨¦n la forma en la que en los comienzos del cine, con el cine mudo, se rodaban los movimientos, como se suprim¨ªan frames. A eso sumas la m¨²sica y ya tienes una secuencia de la que todo el mundo habla".
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El nuevo cruce de caminos con Tarantino no tard¨®, pero antes se implic¨® en dos joyas noventeras como Ladr¨®n de bancos, con Patrick Dempsey y Lisa Bonet; y Tres en raya, son William Baldwin, Kelly Lynch y Sherilyn (post-Twin Peaks) Fenn. As¨ª era el star system de los noventa, qu¨¦ le vamos a hacer. Pero lleg¨® 1994 y Pulp Fiction, el Oscar al mejor guion, la Palma de Oro en Cannes... la explosi¨®n de la cinefil¨ªa de la que antes habl¨¢bamos. Y el malet¨ªn y el momento entre Mia Wallace y Vincent Vega. En cuanto a esta ¨²ltima secuencia, el director de fotograf¨ªa asegura que el m¨ªtico baile en el Jack Rabbit Slims, donde Uma Thurman y John Travolta se dicen muchas cosas y otras s¨®lo las insin¨²an -antes de que llegue el 'subid¨®n' que aplaca la aguja de una jeringuilla- es m¨¦rito ¡°del director de producci¨®n, que eligi¨® el espacio, y del montador, que es el que consigui¨® que una escena muy larga funcione entre una sucesi¨®n temporal¡±. Bastante humilde, sin darse importancia.
Y, ?sobre lo que Vicent y Jules (otra vez Travolta, ahora emparejado con Samuel L. Jackson) miran extasiados en el muy 'tarantiniano' plano del maletero? ¡°Ah¨ª puedo decir que cada uno tiene su teor¨ªa cin¨¦fila, y que todo el mundo opina cosas distintas. Yo soy capaz de explicar c¨®mo ilumin¨¦ t¨¦cnicamente la secuencia (risas). En cuanto a qu¨¦ hab¨ªa ah¨ª dentro, pues hemos escuchado de todo: oro, uranio... no s¨¦ cu¨¢ntas cosas m¨¢s. Si digo la verdad, creo que todo viene de la pasi¨®n por el cine de Quentin, ¨¦l ve pel¨ªculas de todos los lados, siempre ve cine, y creo que le influy¨® una secuencia de esa pel¨ªcula en la que los americanos cruzan a territorio nazi para robar el oro, Los violentos del Kelly. Simplemente se trata de un gui?o, pero s¨®lo es mi teor¨ªa, cada uno tendr¨¢ la suya (risas)¡±.
Ya como director, es decir, ¡°como l¨ªder de la nave¡±, como los llama ¨¦l, Andrzej Sekula tiene un filmograf¨ªa m¨¢s modesta que incluye la secuela de Cube y que tambi¨¦n nos permite descubrir que dirigi¨® a Meat Loaf en 2005 en The Pleasure Drivers, lo que, indudablemente, son palabras mayores. Pero buena experiencia para diferencia entre director fotograf¨ªa y autor, es decir, director. ¡°Son trabajos que est¨¢n muy cerca, pero a la vez muy lejos. El director de fotograf¨ªa es el encargado de llevar a im¨¢genes lo que est¨¢ escrito en un guion, pero en realidad no cuenta historias. Mientras que el director tiene que estar pendiente de todo, de la direcci¨®n de arte, del montaje, de la m¨²sica, de la posproducci¨®n... el director de fotograf¨ªa es un colaborador. As¨ª fue mi trabajo con Quentin Tarantino, le aport¨¦ ideas, pero no le dije lo qu¨¦ ten¨ªa que hacer¡±.
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