Enredo sexual, 'cliffhangers' y asesinatos en cadena: as¨ª son los nuevos culebrones
Sucesor designado, The legacy, Suits, Big Little Lies o Ingobernable recogen la tradici¨®n de las telenovelas de anta?o a?adi¨¦ndole nuevos ingredientes
Desde hace a?os, lo normal es escuchar que vivimos una "era dorada de la televisi¨®n¡±. En cierto modo, es cierto: la calidad de las producciones ha aumentado much¨ªsimo y la l¨ªnea de los grandes estudios, cada vez m¨¢s pacata y abiertamente comercial, ha permitido que muchas buenas ideas acaben en los despachos de los productores de TV.
Sin embargo, la tele, nuestra querida y hogare?a televisi¨®n, nuestra adorada caja tonta siempre ser¨¢ un electrodom¨¦stico inventado para entretener a toda la familia y ofrecerle un poco de diversi¨®n popular sin m¨¢s trascendencia que la de pasarlo bien. El culebr¨®n, la telenovela (con ese nombre, sin traducir, es como se conoce en Estados Unidos a la serie dram¨¢tica de larga duraci¨®n venida de la parte hispanohablante del continente), sigue siendo un triunfo, sigue levantando pasiones y sigue arrasando en audiencia. Es normal que sus formas y su estilo se hayan colado en series de mayor presupuesto que usan los viejos trucos de siempre (asesinatos en cadena, un poco de l¨ªo sexual, cliffhangers encadenados, parientes misteriosos¡) para captar a una audiencia que no solo se alimenta de los blockbusters televisivos como Juego de tronos (que algo tiene de culebr¨®n como cualquier tragedia alargada) o de sesudos y exitosos productos para nichos m¨¢s exquisitos, televisivamente hablando.
No es una tendencia nueva. Mujeres desesperadas abri¨® el camino en 2004 siendo un culebr¨®n cl¨¢sico de intrigas y misterio con un plus de elegancia y de presupuesto que se alarg¨® hasta las ocho temporadas llegando a tener una versi¨®n argentina (Amas de casa desesperadas). Al a?o siguiente Anatom¨ªa de Grey (12 a?os en emisi¨®n) se convirti¨® en un fil¨®n que ha tenido hasta un spin-off (Sin cita previa) y una versi¨®n colombiana titulada A coraz¨®n abierto. Mucha peor suerte correr¨ªa Sexy Money (ese fue el t¨ªtulo que tuvo en Espa?a tras quitarle el otro adjetivo, ¡®Dirty¡¯ (sucio), del original) , el intento por devolver las series de familias ricachonas como las de Dinast¨ªa o Dallas, que fue suspendida mucho antes de convertirse en un ¨¦xito y eso que contaba con actores como Donald Sutherland, Peter Krause (¡®A dos metros bajo tierra¡¯) o Candis Cayne, primera actriz transexual en hacer un papel de transexual en una serie emitida en abierto y en ¡°prime time¡± por un cadena norteamericana (la tendr¨¢n ustedes m¨¢s controlada por su participaci¨®n en el reality show ¡®Yo soy Caitlyn¡¯ que protagoniza Caitlyn Jenner). S¨ª fue un ¨¦xito, y notable, la adaptaci¨®n americana de Betty la fea, titulada Ugly Betty, comprada con el compromiso de captar al p¨²blico hispanohablante que se estaba largando a Telemundo y a otras cadenas de habla hispana. Cuatro temporadas estuvo rompiendo la pana esta divertid¨ªsima versi¨®n del original.
En esta pelea por captar al alma latina de la audiencia, muy jugosa y fiel en t¨¦rminos cat¨®dicos, hemos podido ver dos adaptaciones de irregular ¨¦xito: Criadas y malvadas que ha aguantado cuatro temporadas (de 2012 a 2016) y que es una versi¨®n del culebr¨®n mexicano Ellas son la alegr¨ªa del hogar y, claro est¨¢, Jane the virgin (actualmente en Movistar Plus) que es una versi¨®n de la venezolana Juana la virgen que se comenz¨® a emitir en su pa¨ªs de origen all¨¢ por el a?o 2002. Que a nadie se le olvide que Jane the virgin, buen¨ªsima, riza el rizo convirti¨¦ndose en un culebr¨®n autorreferencial, en un metaculebr¨®n si ustedes quieren.
?Ha calado el sistema de producci¨®n del culebr¨®n hispanoamericano? Pues se puede decir que s¨ª. No solo por la gran poblaci¨®n hispanohablante si no porque el ritmo es propicio para alargar casi cualquier historia con mucha m¨¢s maestr¨ªa que la que desplegaron los productores de The Walking Dead en su ¨²ltima temporada. Por otro lado, se prestan al consumo desprejuiciado, al efecto ¡®mala buena serie¡¯ (¡°?Es muy floja! ?Por qu¨¦ no puedo dejar de mirar?¡±), al entretenimiento sin m¨¢s: Suits es un culebronazo de abogados que va ya por su s¨¦ptima temporada, un poco a caballo entre?La ley de los ¨¢ngeles y Ally McBeal. Cada cap¨ªtulo es autoconclusivo, en su mayor¨ªa, y tiene pocas l¨ªneas argumentales para perderse, un poco en la l¨ªnea juvenil de Psych (que estuvo en antena ocho temporadas) de jugar al enredo y a los personajes que parecen ser lo que no son. Un lujo. Pero de las que est¨¢n en emisi¨®n quiz¨¢s sea Scandal la que se lleve la palma de todo lo que tiene que ser un culebr¨®n porque hay amor, violencia, gente guapa a chol¨®n y barullos de alta pol¨ªtica explicados con l¨ªneas de gui¨®n de esas que se escucha en tu cabeza un ¡®POM POM POOOOOM¡¯.
'Scandal' es todo lo que tiene que ser un culebr¨®n porque hay amor, violencia, gente guapa a chol¨®n y barullos de alta pol¨ªtica
Para el final le guardamos cuatro recomendaciones: The legacy, que es danesa y tiene dos temporadas repletas de misterios y malos rollos alrededor de una herencia (?Hay algo m¨¢s culebronero que una herencia?). Muy recomendable si lo que te gustan son las series con un punto dram¨¢tico y algo fr¨ªo, todo un tour de forc¨¦ creado por la misma gente que Borgen (el culebr¨®n pol¨ªtico por excelencia, ese del que todo el que va de polit¨®logo en redes sociales comenta y usa en su argumentario). El punto latino, el punto nuestro, se lo lleva la loqu¨ªsima Ingobernable, una fant¨¢stica serie sobre c¨®mo la primera dama de M¨¦xico se intenta divorciar del presidente de la naci¨®n y las cosas se complican hasta niveles insospechados. La tienen ustedes en Netflix y tiene tanto sabor a tradici¨®n televisiva, recuerda tanto a tanta cosita buena como Los ricos tambi¨¦n lloran (?Pero con m¨¢s dinero! ?Con m¨¢s escopetazos! ?Con m¨¢s violencia!) que se recomienda degustar en compa?¨ªa de un buen tequila.
Si quieren seguir en la l¨ªnea de la pol¨ªtica lo mejor es que le den una oportunidad a Sucesor designado la mejor peor serie de los ¨²ltimos dos o tres a?os. Un dislate que Kiefer Sutherland han usado como trampol¨ªn para volver a los ¨¦xitos de ¡®24¡¯ y que es un cliffhanger continuo: la historia es completamente delirante y funciona a golpe de sorpresa. En una sola temporada pasan tantas cosas, tan variadas, tan chaladas que uno piensa que se ha perdido algo. Un ritmo criminalmente alto con un malvado que les sorprender¨¢ (bueno, hay varios malvados) y un Sutherland que, a costa de hacerse el hombre reflexivo, enternece a cualquiera.
Pero si de verdad, de verdad de la buena, lo suyo es el romance y el dejarse llevar por una historia de amor alta en octanaje sexual, con inusitadas conexiones con personajes reales a los que nunca se nombra (No creemos que a Tom Cruise le guste la serie ni un pelo) no se olviden de echarle un vistazo a The arrangement. Ah¨ª tienen ustedes tela que cortar: una actriz buena pero sin suerte hace una prueba para el actor m¨¢s famoso de Hollywood y acaban enroll¨¢ndose y, bueno, ella tiene que firmar unos papeles muy complejos para que todo se lleve a buen t¨¦rmino y¡hasta aqu¨ª podemos leer.
En todo caso, si la etiqueta de ¡®culebr¨®n¡¯ les echa para atr¨¢s solo tienen que solazarse en Big Little lies (de HBO) que escapa de la misma pero que, en el fondo, saben ustedes que es nada m¨¢s (y nada menos) que un culebr¨®n car¨ªsimo, protagonizado por actrices de relumbr¨®n inmersas en una historia de familias chungas, maldades vecinales, bajoneos varios y muchos enredos¡?no es eso un culebr¨®n de tomo y lomo?
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