Agua, caracolillos y humanos
La esquistosomiasis es un mal fantasma en Cubal (Angola): nadie lo ve porque la mayor¨ªa lo sufre. Esta enfermedad parasitaria, la m¨¢s devastadora tras la malaria, es un gran problema de salud p¨²blica en ?frica Subsahariana


Hace un a?o y medio publicamos en Planeta Futuro un reportaje titulado Cubal, el pueblo donde los enfermos no saben que est¨¢n enfermos. La bilharzia o esquistosomiasis, ese palabro, es el mal desconocido que les afecta. Forma parte de una cat¨¢logo exclusivo y hasta elitista de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), el de las 18 Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), que en general disfrutan a lo grande los m¨¢s pobres del mundo. Se trata de una larva o gusano okupa, se dir¨ªa, porque entra en el cuerpo por los pies, a trav¨¦s de la piel, desde el agua bien dulce e infectada de un estanque o de un r¨ªo. Y se queda ah¨ª, aposentado, especialmente en la vejiga, los ur¨¦teres y los ri?ones, o en el intestino, seg¨²n le d¨¦, yendo de fluido externo a interno (el torrente sangu¨ªneo) como en un malvado juego de la oca parasitario infinito. Y puede acabar la partida con terribles consecuencias a medio plazo: da?o progresivo y alteraciones de todos los ¨®rganos del cuerpo mencionados y hasta resultado fatal cuando deviene en c¨¢ncer de vejiga y el consiguiente tratamiento quir¨²rgico. Unas 200.000 personas mueren por su culpa cada a?o en ?frica subsahariana; 230 millones necesitan tratamiento anual en todo el mundo.
El texto citado fue la primera referencia que tuvimos de este lugar en que ahora nos encontramos, Cubal; la primera indicaci¨®n para situarlo en el mapa de ?frica. En Angola, a una hora de avi¨®n desde la capital, Luanda, m¨¢s tres en coche, v¨ªa la ciudad de Benguela, no muy lejos de Lobito, el mayor puerto econ¨®mico del pa¨ªs. Un pa¨ªs este de gran belleza y potencial que ha progresado ¡°considerablemente en t¨¦rminos pol¨ªticos y econ¨®micos desde el fin de la guerra en 2002¡±, seg¨²n datos del Banco Mundial, pero que ahorita mismo est¨¢ pasando sus dificultades financieras (baj¨®n del precio del petr¨®leo que ha mermado muchos presupuestos), sus burbujas inmobiliarias y pol¨ªticas (un presidente que se retira tras 37 a?os en el cargo), sus graves problemas de corrupci¨®n y de desigualdad y hasta de salud global. El ¨²ltimo, la reciente epidemia de fiebre amarilla del a?o 2016, que dej¨® tiritando las despensas p¨²blicas de medicamentos y la asistencia, otro tanto, en un contexto de por s¨ª ya precario en determinadas zonas, especialmente las rurales. Murieron cerca de medio centenar de personas. Y esto, que parece casual, tiene tambi¨¦n que ver con nuestro testarudo gusano. Prevenci¨®n. Medidas que se deb¨ªan haber tomado ya para frenar las esquistosomiasis y otros males olvidados, pero no se han tomado. El puesto 148 entre 186 pa¨ªses ocupa Angola en el ?ndice de Desarrollo Humano; una esperanza de vida de 52 a?os; 37% de su poblaci¨®n bajo el umbral de la pobreza.
?Qu¨¦ es la esquistosomiasis?
Tratamiento
Personas afectadas
Muertes anuales
Zonas end¨¦micas
Una enfermedad parasitaria aguda y cr¨®nica causada por duelas sangu¨ªneas (trematodos) del g¨¦nero Schistosoma. Las personas se infectan cuando las formas larvarias del par¨¢sito, liberadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel durante el contacto con aguas infestadas. En el interior del organismo, las larvas se convierten en esquistosomas adultos, que viven en los vasos sangu¨ªneos, donde las hembras ponen sus huevos. Algunos de esos huevos salen del organismo con las heces o la orina y contin¨²an el ciclo vital del par¨¢sito. Otros quedan atrapados en los tejidos corporales, donde causan una reacci¨®n inmunitaria y un da?o progresivo de los ¨®rganos.
El prazicuantel es el tratamiento recomendado contra todas las formas de esquistosomiasis. Es eficaz, seguro y de bajo costo. Aunque puede haber reinfecci¨®n tras el tratamiento, el riesgo de padecer enfermedad grave disminuye, e incluso se revierte cuando el tratamiento se inicia y repite en la infancia.
Se estima que al menos 218 millones de personas necesitaron tratamiento en 2015. La esquistosomiasis afecta principalmente a las comunidades pobres y rurales, en particular las poblaciones agr¨ªcolas y pesqueras. Las mujeres que realizan tareas dom¨¦sticas en aguas infestadas, por ejemplo, lavar la ropa, tambi¨¦n corren riesgos. Los ni?os son especialmente vulnerables a la infecci¨®n debida a higiene inapropiada y contacto con agua infestada.
Unas 200.000 al a?o.
La esquistosomiasis es prevalente en las regiones tropicales y subtropicales, especialmente en las comunidades pobres sin acceso a agua potable segura ni a saneamiento adecuado. Se estima que al menos un 90% de las personas que necesitan tratamiento contra la esquistosomiasis vive en ?frica.
FUENTE: OMS
Quienes quiz¨¢ mejor recuerden el art¨ªculo mencionado son algunos m¨¦dicos de la Unidad de Medicina Tropical y Salud Internacional del Hospital Vall d¡¯ Hebron de Barcelona, puesto que se basaba en un estudio cient¨ªfico propio publicado en la revista PLOS Neglected Tropical Diseases en 2015. Y por supuesto, las hermanas teresianas, que regentan en Cubal el hospital angole?o, diocesano y de referencia en tuberculosis y sida Nossa Senhora da Paz de la citada localidad. Ignacio Puche y Milagros Moreno est¨¢n ahora a la cabeza del centro como director general y directora cl¨ªnica, respectivamente. Hasta all¨ª y hasta ellos acudimos para comprobar que, efectivamente, el estudio de prevalencia publicado por el equipo del Vall d'Hebron, dentro de su programa de salud internacional (Prosics), desvel¨® datos concretos que, por vez primera, proporcionaron un retrato robot porcentual al dichoso par¨¢sito y a una realidad local. Y para comprobar que s¨ª, que el agua aqu¨ª es vital (y hasta mortal) y el r¨ªo Cubal -en realidad son dos hermanos que aqu¨ª se encuentran, Hanha y Ganda-, el alma de esta localidad de casi 300.000 habitantes.
Al caer la tarde, entre un verde apabullante y mil tonos del amarillo al malva, todo son gritos y risas en sus orillas y en su cuenca. Desde los puentes que un d¨ªa fueron pasto de la guerra civil (solo hace 15 a?os que hay paz en Angola tras la independencia en 1975 y el conflicto fratricida posterior) se ven decenas de ni?os chapoteando, lav¨¢ndose, sacando agua para limpiar motos y coches, all¨ª mismo sobre la tierra enrojecida. Mujeres dale que te pego a la ropa. Muchas no saben que el agua tiene el mal, al que llaman en umbundu, la lengua local, Tchitokoto. Y aunque lo supieran, da igual. Seguir¨ªan en la tarea. No disponen de agua corriente en las casas. ¡°Caracolillos, caracolillos¡±, les dice a los j¨®venes bromeando Milagros Moreno, que lleva un cuarto de siglo de entrega absoluta a este lugar y es por aqu¨ª bien popular, ¡°?hab¨¦is visto los caracolillos?¡±. Ellos son el vector. Quiz¨¢ por eso, Eva Gil, internista del hospital, a su lado, dice riendo que aqu¨ª ellos son ya m¨¢s carac¨®logos que m¨¦dicos.
Unas 200.000 personas mueren cada a?o en ?frica subsahariana por culpa de la enfermedad; 230 millones necesitan tratamiento anual en todo el mundo
Cuentan que un malac¨®logo (otro carac¨®logo) de la OMS lleg¨® un d¨ªa con un plan para intentar acabar con nuestro protagonista: introducir en el r¨ªo Cubal otro tipo de caracol que se reproduce m¨¢s r¨¢pido, ¡°tipo trompeta", y as¨ª acabar con ¨¦l¡ ¡°Pero creemos que se han hecho colegas y este es ya se ha convertido en tan vector como el otro¡±, a?ade Gil. Otros planes que tienen en marcha incluyen distribuir el medicamento adecuado (praziquantel) preventivamente en colegios; ense?ar a los peque?os a distinguir los colores de la orina creando unas tiras que definan claramente los niveles de hematuria (sangre en ella), etc¨¦tera. ¡°La gente no suele hacer consultas por orinar sangre. Solo cuando ya tienen molestias importantes. Unos 20 casos por mes atendemos en el hospital. Hay meses que el n¨²mero aumenta", comenta Moreno. ¡°Seg¨²n nuestras estad¨ªsticas, en 2016 fueron confirmados con prueba de laboratorio 185 casos y seg¨²n la hoja de necrolog¨ªas se declararon tres muertos por schistosoma¡±, confirma Puche.
¡°Nuestras investigaciones se basan en la observaci¨®n inicial para luego transformar el medio y cambiar la vida de la gente afectada¡±, dice por tel¨¦fono desde Barcelona Israel Molina, investigador y director del Prosics del Vall d'Hebron. Su relaci¨®n con el hospital Nossa Senhora da Paz es casual y personal. ¡°Milagros Moreno, la directora fue paciente m¨ªa y me cont¨® de su proyecto, as¨ª que un d¨ªa agarr¨¦ la mochila y me fui para Angola. Firmamos un convenio de colaboraci¨®n en 2008, que implica asistencia en investigaci¨®n, docencia, una persona nuestra all¨ª [Eva Gil ahora] y residentes que rotan o m¨¢steres. Por medio no hay nada financiero, aunque nuestro consorcio permita optar a financiaci¨®n p¨²blica, solicitar fondos para investigar all¨ª, etc¨¦tera¡±.

Varios han sido los proyectos que han tenido en marcha: apoyo para la fasciola hep¨¢tica, la tuberculosis¡ ¡°Cuando fui por primera vez a Cubal en 2008 me llam¨® la atenci¨®n, sobre todo, el alto grado de tuberculosis multirresistente en la zona, pero en 2012 comenzamos con esta investigaci¨®n sobre esquistosomiasis porque en consulta se produc¨ªan muchos casos y decidimos cuantificarlos¡±. Pusieron en marcha un estudio en escuelas, recogiendo 1.500 muestras fecales y de orina. Y descubrieron la cifra: entre un 60 y un 70% de prevalencia en la poblaci¨®n.
Un resultado as¨ª en salud p¨²blica debe tener repercusi¨®n enorme e inmediata. De est¨¢ o de cualquier otra enfermedad, seg¨²n marca la OMS. ¡°Cualquier Gobierno deber¨ªa hacer un tratamiento en masa ante algo as¨ª¡±, comentan. Pero a¨²n no se ha hecho. ?Cu¨¢l es la raz¨®n? ¡°No han encontrado el momento hasta ahora pero tenemos el compromiso de que s¨ª lo har¨¢n en breve¡±, dice Molina, quien recuerda que s¨ª se ha realizado en otras zonas menos afectadas, a veces de forma sistem¨¢tica. ¡°Este pa¨ªs est¨¢ pasando un momento muy malo ahora, con la crisis mundial, la ca¨ªda del precio del petr¨®leo, la subida del precio de los alimentos b¨¢sicos, el deterioro del acceso a la sanidad¡ y la pobreza, s¨ª, que est¨¢ detr¨¢s de todo¡±, asegura. Y adem¨¢s en Cubal no hab¨ªa datos concretos. Algo que sucede en muchas ¨¢reas del ?frica Subsahariana. Un 90% de aquellos que necesitan tratamiento por culpa de la esquistosomiasis viven en esta zona del mundo.

¡°El hospital anta?o era un dispensario de salud, con ¨¦l empez¨® nuestra misi¨®n en los a?os ochenta. Ten¨ªamos por aqu¨ª tiendas de campa?a para los tuberculosos¡±, nos van contando los directores mientras comienza a apretar el calor. Era el ¨²nico centro durante la guerra en este frente; recib¨ªan asistencia de agencias internacionales; hasta 300 pacientes de tuberculosis llegaron a atender. Se trata de un centro abierto, sin vallas; todas las dependencias son edificaciones de una sola planta con porches para evitar el sol imp¨ªo. Una de las zonas est¨¢ habilitada para los familiares de enfermos de tuberculosis. Ahora son unos 70. ¡°Los hemos limitado, no hay f¨¢rmacos para atender a los multirresistentes, para cumplir los protocolos internacionales¡±, asegura Puche. ¡°Los medicamentos est¨¢n centralizados, es el ministerio el que tiene la potestad de comprar y repartir seg¨²n las necesidades¡±. En resumen: se gestiona el tema en Luanda, se van distribuyendo y¡ para las zonas rurales apenas quedan. ¡°A los que ya han desarrollado resistencia se les manda a casa... ?qu¨¦ m¨¢s podemos hacer sin medicinas?¡±.
La prueba que realizan para detectar las esquistosomiasis es el an¨¢lisis de orina. No tienen recursos para hacer m¨¢s. ¡°Tal como estamos podemos hacer caridad pero no sanidad¡±, concluyen desalentados. ¡°Es la rueda de la pobreza, y eso es lo que est¨¢ afectando al tratamiento de muchas enfermedades infecciosas: si empleas medicamentos para uno no los tienes para otro". Por romperse, se ha roto hasta el stock de las leches nutricionales, aseguran. El centro se ha quedado sin leche. Tampoco hay medicamentos para la malaria, cuenta Gil, quien est¨¢ realizando una investigaci¨®n de prevalencia de esta enfermedad en la zona.
Distintas organizaciones internacionales han apoyado este hospital a lo largo del tiempo, Caritas, Manos Unidas, Cruz Roja Internacional o los Servicios de Asistencia Cat¨®lica (CRS, por sus siglas en ingl¨¦s). ¡°El hospital ha ido creciendo y las teresianas mermando¡±, bromean sobre una orden creada en 1870 en Tortosa (Tarragona) y enfocada inicialmente a la educaci¨®n de los ni?os. Puche se afana en este momento en hacer un estudio de viabilidad ante la enorme tarea que tienen entre manos y la falta de recursos y personal ¡°para asumir todo con calidad¡±, asegura.
"La rueda de la pobreza es lo que est¨¢ afectando al tratamiento de muchas enfermedades: si empleas medicamentos para uno no los tienes para otro"
Al ministerio de salud angole?o le presentaron los resultados de su investigaci¨®n sobre esquistosomiasis hace dos a?os. ¡°Nuestra relaci¨®n y comunicaci¨®n con ellos es muy buena, porque entienden que aportamos soluciones¡±, sigue Israel Molina. Y de hecho en los pr¨®ximos d¨ªas, a mitad de mayo, organizar¨¢n unas Jornadas de Enfermedades Olvidadas en el mismo hospital. ¡°La idea tem¨¢tica de esta edici¨®n surgi¨® del ministerio mismo. Cada a?o se han tocado asuntos como la tuberculosis o el sida¡ Consideramos que es todo un ¨¦xito conseguir implicar a la gente local. La idea es montar un foro africano de lucha contra las enfermedades olvidadas, participar¨¢ el ministerio, los CDC americanos [centros de control y prevenci¨®n de enfermedades], OMS; Instituto de Salud Carlos III ¡ el evento va a ser relevante¡±. En las jornadas se presentar¨¢ un tema de manos de Cristina Bocanegra, otra de las investigadoras, sobre la reducci¨®n de las alteraciones producidas en el sistema urinario despu¨¦s del tratamiento. Se realiz¨® un estudio con ecograf¨ªas pre y postratamiento y se ha observado mejor¨ªa de las lesiones. Lo que implica que es importante diagnosticar y tratar adecuadamente la esquistosomiasis¡±, afirma Moreno.
Al final, intentan siempre visibilizar el trabajo hecho y ganar manos: ahora han convencido hasta a la universidad de Benguela¡ Y nos desvela Molina: ¡°Es importante que una instituci¨®n acad¨¦mica local participe de esto, porque se va a constituir un instituto de investigaci¨®n angole?o y ah¨ª son bienvenidos todos¡±. Se llamar¨¢ Centro de Pesquisa em Sa¨²de da Universidade Katyavla Bwila (CPSUKB) y estar¨¢ ubicado en Cubal. ¡°Es un ¨¦xito que se ponga en marcha, que las investigaciones se hagan en com¨²n¡±.
Cae el sol sobre el r¨ªo Cubal. El problema principal es la reinfecci¨®n. Caracol, col, col... Los ni?os y adultos viven sin saneamiento ni agua en su hogar, as¨ª que van, se mojan, se ba?an, lavan, juegan en sus aguas... Un d¨ªa y otro d¨ªa. Y aunque se hayan curado, el ciclo volver¨¢ a empezar.
Sobre la firma
