¡°?Vosotros me hab¨¦is encontrado antip¨¢tico?¡±
Nos encontramos con el actor franc¨¦s Vincent Lindon, ex de Carolina de M¨®naco y con fama de borde. A ver c¨®mo nos va
Parece que se va a retrasar. Es lo que tiene irse a comer a uno de los mejores restaurantes de Sevilla un d¨ªa de lluvia. Pregunto con qui¨¦n est¨¢ y resulta que Vincent Lindon (Boulogne-Billancourt, 1959) ha venido al Festival de Cine Europeo a recoger el premio de honor solo: almuerza con dos personas de la organizaci¨®n. El fot¨®grafo lleva ya una hora montando los espacios donde quiere retratar al actor.
Yolanda Flores, periodista de RNE, espera para hablar con ¨¦l despu¨¦s de ICON. Como a Vincent le precede la fama de tener malas pulgas, ella me pide que, para que llegue ante su micro con la mejor actitud posible, evite preguntas relacionadas con Carolina de M¨®naco, pareja de Lindon durante cinco a?os. Al parecer, si escucha su nombre huye como de la peste.
No prometo nada porque me despierta curiosidad la manera en que este intelectual del cine galo ¨C25 a?os de carrera, m¨¢s de 60 pel¨ªculas a sus espaldas y ganador en 2015 de la Palma de Oro al mejor actor del Festival de Cannes¨C estuvo a punto de emparentar con la familia real monaguesca. Cuando por fin llega, intimida. Es alto y fornido. Saluda cort¨¦s, pero tarda menos de 30 segundos en dar indicaciones al fot¨®grafo: no va a salir a la calle ni con paraguas, no quiere que se usen focos y la foto debe salir de un solo disparo, m¨¢ximo dos.
¡°Todo lo dem¨¢s es perder el tiempo¡±, dice. Al final entiende que la luz es b¨¢sica y accede a ser retratado fuera. ¡°Pero sin paraguas¡±.
?Al tener tan claro como tiene lo que quiere y c¨®mo lo quiere, no le da miedo parecer borde? ?Vosotros me hab¨¦is encontrado antip¨¢tico?
No. M¨¢s bien claro. No s¨¦ lo que quiero, pero s¨¦ lo que no quiero, y eso es que la persona que tengo delante y yo caigamos muy r¨¢pido en complicar algo que sabemos hacer muy f¨¢cil. Cuando una foto es simple y sencilla hay m¨¢s sinceridad, y se muestra mejor lo que quieres en la vida.
"Hay un cretino que dijo que cuando eres guapo y joven eres tonto, salvo si tienes misterio, eres un poco tenebroso y te quedas al fondo de la escena"
Eso implica una gran confianza en el desconocido, ?no? Buena reflexi¨®n. Conf¨ªo mucho en el riesgo y no tengo ninguna confianza en lo que se conoce y en el confort, en todo lo c¨®modo.
?Esto mismo lo podemos extrapolar a su trabajo en cine? S¨ª. Hago muy pocas concesiones aunque en alguna pueda equivocarme. Decir s¨ª es algo tan bonito que no hay que solt¨¢rselo al primero que pase. El verdadero poder del hombre est¨¢ en decir s¨ª; los que dicen no siempre son el n¨²mero dos, nunca el verdadero jefe. Decir s¨ª significa ¡°s¨ª, vamos a hacer una pel¨ªcula¡±, ¡°s¨ª, vamos a construir una casa¡±. En decir s¨ª est¨¢ el verdadero poder porque implica fabricar algo. Lo contrario no sirve, no hay que construir detr¨¢s de un no.
Su primer gran reconocimiento fue la Palma de Oro en Cannes a los 56 a?os por La ley del mercado [2015]. ?Sinti¨® emoci¨®n, llor¨® o lo vivi¨® como una deuda que Francia ten¨ªa con usted? Estuve muy emocionado. He so?ado con muchas cosas, pero siempre factibles. Y la Palma de Cannes no estaba entre ellas. A m¨ª, Francia no me debe absolutamente nada por tres razones: la primera, simplemente, porque no; la segunda, porque hay cosas mucho m¨¢s importantes que ser actor, y la tercera, porque nunca med¨ª el talento de una persona por los premios que le dan. Dicho esto, reconozco que aquel d¨ªa en Cannes fue uno de los tres m¨¢s bonitos de mi vida.
?Y los otros dos? Pertenecen al ¨¢mbito privado, no est¨¢n en el foco p¨²blico. Mi vida real va siempre antes que el cine, que no es mi vida: mi vida es otra cosa, y es m¨ªa. En el trabajo intento interpretar un personaje de la manera en que yo lo har¨ªa si estuviera en su lugar. La vida, antes de ¡°acci¨®n¡± y despu¨¦s de ¡°corten¡±, es lo m¨¢s importante. Y si no es bonita eres pobre. Para tener una vida intensa en el cine hay que tenerla tambi¨¦n en la realidad. Tus alegr¨ªas y sufrimientos debes llevarlos contigo, porque incluso cuando quieres esconderlos el foco los ve. La c¨¢mara es como un tibur¨®n, ve todo lo que no quieres ense?ar. Por eso no hay que temer a las verdaderas heridas.
En Espa?a, el actor joven y guapo no alcanza el reconocimiento hasta que no se hace mayor. ?En Francia ocurre lo mismo? No es Espa?a o Francia, es la historia de la humanidad. Hay un cretino que dijo que cuando eres guapo y joven eres tonto, salvo si tienes misterio, eres un poco tenebroso y te quedas al fondo de la escena. Entonces todo el mundo dice: ¡°Guau, qu¨¦ interesante¡±.
?Cu¨¢ntas veces le ha dicho no a Hollywood? Veinte veces.
?Qu¨¦ pel¨ªculas estadounidenses que usted rechaz¨® ha visto luego protagonizadas por otros? No he ido a verlas.
Pero sabr¨¢ cu¨¢les son. Malditos bastardos, de Tarantino. Quer¨ªa que yo fuera el tipo franc¨¦s del principio; me ofrecieron tambi¨¦n Chocolat, con Juliette Binoche. Y Ridley Scott quiso que protagonizara Un buen a?o, que luego hizo Russell Crowe. Me encantan Tarantino, Lasse Hallstr?m y Ridley Scott, pero no a cualquier precio. Ser el malo con un diente de oro no me interesa. Tener una sola escena de cinco minutos donde puedo defender algo en lo que creo, eso s¨ª. Ahora tengo un proyecto all¨ª, pero no es una obsesi¨®n para m¨ª. Me la suda.
Si fuera una obsesi¨®n habr¨ªa ido ya. As¨ª es. Cuando vas est¨¢s como retenido. Lo m¨¢ximo que puedes hacer es un personaje de franc¨¦s. Te llevan all¨ª nueve semanas para rodar s¨®lo cuatro d¨ªas, justo el mismo tiempo en que estar¨ªa perdiendo dos o tres grandes pel¨ªculas de autor en mi pa¨ªs. Cuando Hollywood me proponga hacer un papel a la manera europea de trabajar lo aceptar¨¦. Lo que yo rechazo son los productos.
Ha sorprendido mucho en la organizaci¨®n del festival que haya venido solo, sin nadie de su equipo. ?Le gusta hacerlo as¨ª? [Se echa para atr¨¢s a carcajada limpia mientras aplaude.] He venido solo por un motivo relacionado con lo que te dec¨ªa antes sobre que antes que el actor estoy yo. ?C¨®mo quieres que mire la vida si tengo al lado un agente, un manager, un secretario y un guardaespaldas? Parece que se ocupan de ti, pero al final debo ser yo el que se ocupa de ellos. Me paso el d¨ªa pidiendo perd¨®n a la gente: al ch¨®fer por hacerle esperar media hora, a quien me acompa?a en caso de que se moleste por alguna tonter¨ªa¡ Hago como los g¨¢nsteres: no me pongo gafas de sol, s¨®lo camino y todo el mundo me deja tranquilo.
"Conf¨ªo mucho en el riesgo y no tengo ninguna confianza en lo que se conoce y en el confort, en todo lo c¨®modo"
Entonces, ?entre los actores hay demasiada tonter¨ªa o mucha gente que pierde el tiempo? Las dos cosas. Pero no s¨®lo entre los actores; en todo el mundo del espect¨¢culo. Los artistas que est¨¢n arriba y de repente caen es porque hay demasiada gente entre ellos y el mundo. Y cuando hacen algo que no est¨¢ bien, se dicen unos a otros: ¡°No digas nada, ya se lo contamos luego¡±, y se lo esconden.
?Su planteamiento es morir trabajando? Nunca lo he pensado, no tengo ningunas ganas de morirme. Vivir y actuar es como una carrera de relevos en una pista de atletismo: la persona coge el relevo cuando aparece el actor, y despu¨¦s el actor coge el relevo a la persona. Pasamos la vida dando vueltas al estadio.
Nos levantamos. Yolanda Flores espera su turno fuera. Le digo que no he sacado el tema personal. Vincent, que no habla espa?ol, pregunta qu¨¦ pasa. Sabe que hablamos de ¨¦l. Le comento que hab¨ªa algo que ten¨ªa pensado preguntarle, pero no he visto necesario. ?l quiere saber si es sobre alguien cuyo nombre empieza por C. Le digo que s¨ª. Me pregunta cu¨¢l era la duda. He provocado su curiosidad y no se va a ir sin saberlo. ?Cree que tendr¨ªa una Palma de Oro, su filmograf¨ªa y el respeto del cine galo de haber llegado a ser marido de Carolina de M¨®naco? Se queda pensativo: dice que va a contestar a la pregunta si le prometemos que no vamos a publicar su respuesta. Silencio total en la habitaci¨®n. Yolanda le anima a confiar. Queremos saber. Y lo hace. No es dif¨ªcil averiguar su respuesta viendo su discurso. Y hasta aqu¨ª puedo escribir.
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