Hay gente de derechas
Los l¨ªderes de la nueva izquierda har¨ªan bien en moderar sus expectativas de cambio y asumir que hay personas que jam¨¢s votar¨¢n por ellos
Ha vuelto a suceder. Hemos pasado otra semana trufada de revelaciones que ponen de relieve la implicaci¨®n del Partido Popular en diversas tramas de corrupci¨®n de primera magnitud. Como consecuencia, el casi 70% de votantes que se decidieron por una formaci¨®n distinta en las ¨²ltimas generales han vuelto a preguntarse por qu¨¦ el resto de sus compatriotas siguen escogiendo al PP.
Al otro lado de nuestras fronteras, Le Pen sigue bien posicionada en los sondeos franceses, a solo 48 horas de la primera vuelta de las presidenciales. No son pocos los que especulan con flujos masivos de votantes desde la socialdemocracia hacia el nuevo nacionalismo. Y, sin embargo, los datos de que disponemos indican que la mayor parte de votos a Hollande en 2012 se est¨¢n yendo a Macron y, en segundo lugar, a M¨¦lenchon. Es decir: al centro y a la izquierda. Mientras, Le Pen bebe sobre todo de antiguos apoyos de Sarkozy.
Igualmente, es f¨¢cil observar en las encuestas del CIS que el votante que se mantiene fiel al PP est¨¢ donde siempre estuvo, a la derecha. Y, por mucho que se enfade con la corrupci¨®n, no tendr¨¢ una alternativa conservadora a la que huir mientras Ciudadanos se posicione como un partido liberal. De la misma forma, Trump gan¨® las elecciones gracias a una s¨®lida base de votos republicanos tradicionales.
Los relatos que dibujan cambios radicales en los ejes de competici¨®n pol¨ªtica ayudan a entender ciertas tendencias. Es verdad que la Gran Recesi¨®n ha afectado a los sistemas de partidos. Es igualmente cierto que una parte de la clase obrera se est¨¢ moviendo hacia la extrema derecha. La debacle socialdem¨®crata se explica en cierta medida por la divisi¨®n de su electorado entre aperturismo y nacionalismo. Pero la verdad es que las divisiones cl¨¢sicas, as¨ª como las gafas partidistas y los filtros ideol¨®gicos que nos ponemos para mirar a la realidad, mantienen un poder explicativo considerable.
A modo de corolario: los l¨ªderes de la nueva izquierda, en Espa?a y en toda Europa, har¨ªan bien en moderar sus expectativas de cambio y asumir que hay personas que jam¨¢s votar¨¢n por ellos. Porque, sencillamente, son de derechas. @jorgegalindo
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