El ¡°requiebro¡± de Ciudadanos

Las palabras no siempre son lo que parecen. Un ¡°reactor¡± no es un actor que haga dos papeles en la misma funci¨®n, ni ¡°realzar¡± significa que tengamos que levantar a alguien por segunda vez. Y si nos dicen que por ah¨ª se ve un reba?o de ovejas, no nos est¨¢n contando que alguien las ba?a y las vuelve a ba?ar. No incurrir¨¢n nunca en esos errores quienes conozcan los significados verdaderos de ¡°reactor¡±, ¡°realzar¡± y ¡°reba?o¡±. Pero si alguien los ignora, aplicar¨¢ por intuici¨®n su propia etimolog¨ªa personal cuando se halle ante un vocablo raro.

Algo as¨ª debi¨® de pasarle a un hablador diputado del PP que lament¨® el ¡°requiebro¡± que les hizo Ciudadanos al acordar con Podemos y PSOE una comisi¨®n sobre la financiaci¨®n irregular del partido de Rajoy, pese a haber apoyado a ¨¦ste en la investidura.

No creo que el diputado pensara en la primera acepci¨®n de ¡°requebrar¡± (romper m¨¢s lo que ya estaba roto), pues no hab¨ªa tal rotura previa, sino que se?alaba el doble quiebro practicado por Ciudadanos para, una vez ejecutada la primera finta, seguir por la l¨ªnea que tra¨ªa.

Quienes conocen la literatura cl¨¢sica o la canci¨®n tradicional saben que est¨¢n llenas de ¡°requiebros¡±, esos halagos que se dirigen a alguien (¡°especialmente a una mujer¡±, dice el Diccionario) para destacar sus atractivos. El significado procede (Corominas y Pascual) de la idea de que un enamorado se siente tan quebrantado y deshecho que todo en ¨¦l son requiebros y requiebros.

A quien relacione el ¡°reba?o¡± de ovejas con enjabonarlas dos veces quiz¨¢ le asalte tambi¨¦n la duda de por qu¨¦ en San Ferm¨ªn se anuncia que ¡°empieza el encierro¡± precisamente cuando se suelta a los toros que estaban encerrados; o por qu¨¦ o¨ªmos que alguien ¡°empeora¡± y no que ¡°enmejora¡±; o por qu¨¦ se dice ¡°mejor¨ªa¡± y no ¡°peor¨ªa¡±; y por qu¨¦ blanqueamos una pared si la pintamos de blanco y no la azuleamos si la pintamos de azul; o por qu¨¦ ¡°blanquear¡± es transitivo y eso permite blanquear dinero, pongamos por caso, y ¡°azulear¡± es s¨®lo intransitivo y no se prev¨¦ para decir que el PP azulear¨¢ m¨¢s Espa?a, sino para que alguna cosa muestre el color azul que en s¨ª tiene.

Son caprichos de la lengua, como el de su mayor facilidad para sustantivar los adjetivos negativos que los positivos (Nueva Gram¨¢tica, p¨¢gina 945). Decimos ¡°¨¦se es un borracho¡± como censura, pero no elogiar¨ªamos a nadie con la oraci¨®n ¡°¨¦se es un sobrio¡±; insultamos con ¡°tu amiga es una tonta¡± pero no alabamos con ¡°tu prima es una inteligente¡±. De hecho, en ese rasgo gramatical tenemos una buena prueba para saber si nos hemos referido a un conciudadano con menosprecio. Cuando alguien diga que llam¨® ¡°gorda¡± a una persona pero que eso no es un insulto, obrar¨¢ en su contra que no nos referimos a nadie espetando ¡°¨¦sa es una delgada¡±.

¡°Digo¡± es una forma irregular del verbo decir, en la cual ¡ªentre otros cambios¡ª hemos puesto una g donde corresponder¨ªa una c (dico). Pero resulta que la evoluci¨®n de la lengua hizo que ciertas consonantes situadas entre dos vocales tendieran a suavizarse. Por eso de vita sale ¡°vida¡±. Y de lacus heredamos ¡°lago¡±. Y del mismo modo decimos ¡°digo¡± en vez de dico. Se rompe una regla¡­ para aplicar otra.

Como en la vida, en el idioma todo lo que sucede es l¨®gico; es decir, tiene una causa. Aunque no siempre la conozcamos y por eso alguno acabe llamando requiebro a lo que m¨¢s bien parec¨ªan unas sonoras calabazas.

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