Los secretos detr¨¢s de las medallas ol¨ªmpicas
Dise?o de escenarios de combate en el b¨¢dminton, nataci¨®n a m¨¢s de 2.000 metros de altitud para aumentar los gl¨®bulos rojos en sangre, estrategia de paladas para ganar una final, golpes de taekwondo tecnificados¡
FERNANDO RIVAS es el maestro zen del b¨¢dminton. Espigado, corpulento y con el cabello cano cortado a cepillo, este granadino de 39 a?os entra cada d¨ªa a las nueve en punto de la ma?ana, vestido con ch¨¢ndal y zapatillas de deporte, en el pabell¨®n central del m¨®dulo 2 del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. Aqu¨ª entrena desde hace un decenio a Carolina Mar¨ªn, la samur¨¢i de este deporte.
Cuando Rivas hace acto de presencia, Mar¨ªn lleva un cuarto de hora calentando en una de las seis pistas del pabell¨®n. Bajo estos focos no hay rastro de la sonrisa que la onubense de 23 a?os, doble campeona mundial, doble campeona de Europa y medalla de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo 2016, exhibe fuera de las pistas. El silencio inunda la sala. Manuel V¨¢zquez, compa?ero de Mar¨ªn en el equipo nacional, aguarda con la campeona para lanzarse a soltar raquetazos al volante, esa bola de goma con 16 plumas adheridas que alcanza velocidades por encima de 300 kil¨®metros por hora y nunca debe tocar el suelo. Nada arranca hasta que el maestro dicta en voz baja los ataques y las fintas que van a practicar. Los cu¨¢driceps de Carolina Mar¨ªn en acci¨®n se convierten en un centro de gravedad con proporciones ¨¢ureas. Algunos de sus movimientos subiendo y bajando a la red evocan guardias de artes marciales. Los golpes viajan veloces. Llenos de rabia. Los gritos al rematar un punto acent¨²an la agresividad. Si hay algo que su entrenador tiene claro es que ¡°la competici¨®n es una guerra¡±.
Fernando Rivas adiestra a Carolina Mar¨ªn para enfrentarse a ese escenario cada d¨ªa. As¨ª ha sido desde que ella tiene 14 a?os, cuando lleg¨® al CAR de Madrid para trabajar bajo sus ¨®rdenes. Desde entonces, este licenciado en INEF, con formaci¨®n en Reino Unido, Francia, Alemania y Holanda, se ha convertido en el inventor de un sue?o. Ni el mayor optimista habr¨ªa imaginado que en un pa¨ªs con pocos miles de licencias federativas de b¨¢dminton podr¨ªa surgir una n¨²mero uno mundial capaz de batir a potencias como Indonesia ¨Cdonde Mar¨ªn es un ¨ªdolo de masas¨C o China, con 100 millones de practicantes de este deporte. Gran parte del secreto de Carolina Mar¨ªn reside en estas pistas, donde afronta el bombardeo de tiros que Fernando Rivas le lanza subido a un pedestal hasta dejar el suelo convertido en un mar de volantes. ¡°?S¨¦ que est¨¢s cansada! ?Pero sabes cu¨¢l es el objetivo ahora!¡±. Y vuelta a la carga. ¡°?Absorber y orientar! ?Ori¨¦ntate, Caro! ?No saltes!¡±. Al terminar, Carolina, pelo recogido con horquillas y empapada en sudor, busca una silla. El maestro toma asiento a su lado. Y conversan. Sobre sus cabezas, un cartel: ¡°Calma. Alegr¨ªa. Fuerza¡±. Sendas im¨¢genes de Carolina Mar¨ªn en blanco y negro recrean los estados asociados a esas palabras. Nunca bajar la guardia. Siempre buscar el conflicto. ¡°Como dec¨ªa Buda, lo ¨²nico constante es el cambio¡±, dice Fernando Rivas.
La medalla de oro de Carolina Mar¨ªn en R¨ªo de Janeiro lleg¨® antes de tiempo. Rivas hab¨ªa trazado un plan con meta en Tokio 2020. Pero el planteamiento obsesivo de diversos campos de batalla fue moldeando a esta guerrera que alcanz¨® la cima el verano pasado en Brasil. Por el camino, cientos de pruebas al l¨ªmite combinadas con la concepci¨®n de escenarios como la pr¨¢ctica bajo enormes ventiladores para anticiparse a las fuertes corrientes de aire acondicionado que encontrar¨ªa en el Mundial de Indonesia en 2015. ¡°Detr¨¢s de la medalla de oro de Carolina en R¨ªo ha habido un control del rendimiento y del estado de salud y f¨ªsico muy exhaustivo a trav¨¦s de herramientas inform¨¢ticas y del centro m¨¦dico del CAR de Madrid¡±, dice Rivas. ¡°La innovaci¨®n ha pivotado sobre todo en la aplicaci¨®n multidisciplinar. El cambio de paradigma ha estado en concebir un traje hecho a medida para Carolina¡±.
Rivas sigue controlando hoy cada ma?ana la variabilidad cardiaca de Mar¨ªn para ajustar las cargas de trabajo. Son frecuentes los an¨¢lisis de orina y de sangre, as¨ª como de los umbrales respiratorios y musculares. El preparador de Carolina Mar¨ªn ensambla las piezas de su puzle fisiol¨®gico para adaptar las sesiones y la competici¨®n. El dan¨¦s Anders Thomsen, segundo entrenador, completa el equipo con un fisioterapeuta y un psic¨®logo. ¡°Fernando y yo somos un binomio¡±, dice Carolina Mar¨ªn. ¡°Sin sus innovaciones no existir¨ªa la nueva Carolina que se ha convertido en campeona ol¨ªmpica. Yo he llegado a practicar desde movimientos de b¨¢dminton con pesas bajo el agua hasta pasos de taichi en busca de la fluidez conmigo misma¡±. Hay una parte de la f¨®rmula innovadora de Fernando Rivas que se deja ver, pero no desvelar ni retratar. ¡°En este deporte, cuanto menos digamos lo que hacemos, mejor. Y cuanto m¨¢s nos expongamos, menos sostenibles nos hacemos¡±.
¡°estamos ante el dilema de la b¨²squeda del superman de laboratorio. Hay mucho dinero en juego detr¨¢s de los podios¡±.
La ciencia es el aliado indispensable para seguir batiendo r¨¦cords. Los avances en nutrici¨®n, biomec¨¢nica, tecnolog¨ªa y medicina multiplican el rendimiento de los deportistas de ¨¦lite. Los Estados quieren medallas. Los pol¨ªticos, fotografiarse junto a los campeones. Los clubes, recaudar ingresos. Las firmas deportivas, alimentar sus ventas. Hay cientos de miles de millones de euros en juego. En esta carrera contra los l¨ªmites del ser humano, la figura del entrenador ha evolucionado en el siglo XXI hacia la de un analista de datos proporcionados por equipos multidisciplinares. La doctora Carmen Calder¨®n, de 52 a?os, lidera uno de esos dispositivos cient¨ªficos al servicio de la victoria. Responsable m¨¦dica del CAR de Sierra Nevada, la doctora Calder¨®n sintetiza as¨ª su misi¨®n: ¡°Nosotros somos la alternativa al dopaje¡±.
A la sombra de la cima del granadino monte Veleta cubierto de nieve en primavera, el CAR de Sierra Nevada se alza a 2.320 metros de altitud sobre el nivel del mar. Aqu¨ª se esconde una parte del secreto de otro gran hito del deporte espa?ol: el oro ol¨ªmpico en R¨ªo de Janeiro de Mireia Belmonte en la prueba de 200 metros mariposa y su bronce en los 400 metros estilos. La apuesta del franc¨¦s Fred Vergnoux, entrenador de Belmonte, por encerrarse aqu¨ª para convivir con la altitud y dejarse la piel en la piscina de 50 metros del CAR ¨Cuna de las m¨¢s elevadas sobre el nivel del mar en Europa¨C ha espoleado a la nadadora catalana. As¨ª lo certifica la doctora Carmen Calder¨®n mientras pasea con bata blanca por los pasillos del CAR de Sierra Nevada: ¡°El factor fundamental que proporciona el ejercicio en altura es la hipoxia o disminuci¨®n de la presi¨®n parcial de ox¨ªgeno, que origina respuestas agudas y cr¨®nicas en el organismo que manifiestan una posible mejora del rendimiento. El efecto m¨¢s perseguido es el aumento de gl¨®bulos rojos en sangre y, por tanto, el mayor transporte de ox¨ªgeno que ser¨¢ utilizado para rendir cuando se baja al nivel del mar u otros contextos. Deportes como la nataci¨®n, el atletismo, el esqu¨ª de fondo o el ciclismo en ruta son los que m¨¢s se han beneficiado del entrenamiento en altitud. Ni esta ni ninguna otra herramienta hace por s¨ª misma campeones ol¨ªmpicos. Pero en el caso de Mireia Belmonte fue bien empleada y planificada para adaptar grandes cargas. Ha sido clave, si no decisivo, para su ¨¦xito en R¨ªo 2016¡±.
Albert Tubella tiene 48 a?os y ha dirigido al equipo j¨²nior de nataci¨®n espa?ola hasta su reciente nombramiento al frente de todas las categor¨ªas nacionales. Su mirada sigue puesta en los cachorros, con quienes est¨¢ replicando las concentraciones de Mireia Belmonte en el CAR de Sierra Nevada mediante estancias programadas durante el a?o en periodos de tres semanas. ¡°Cuando tengan 21 a?os ya ser¨¢ tarde¡±, dice Tubella. ¡°Para ganar finales ol¨ªmpicas hay adaptaciones que han de realizarse a edades muy tempranas. Venir aqu¨ª nos permite recopilar datos, trabajar con biomec¨¢nicos que nos aportan el conocimiento de lo que hacemos. El CAR de Sierra Nevada es eje del programa ol¨ªmpico Tokio 2020. La nataci¨®n moderna funciona a base de aplicar la ciencia. Ganar una final no viene determinado por practicar una hora m¨¢s al d¨ªa, sino por detalles tan peque?os que se perfilan para rascar una d¨¦cima de segundo en cada volteo¡±.
Durante las concentraciones en el CAR de Sierra Nevada, la treintena de chicos y chicas del equipo j¨²nior de nataci¨®n espa?ola amanecen a las siete en el gimnasio. Los t¨¦cnicos nacionales controlan sus movimientos. Albert Tubella mantiene el semblante de mariscal de campo. Despu¨¦s, an¨¢lisis de sangre. Y a las nueve, al agua. Salidas, volteos, batidas. Pizarras, cron¨®metros, pantallas de v¨ªdeo que graban las evoluciones bajo el agua. La sensaci¨®n de ahogo se hace patente en sus rostros cuando salen de esta piscina a m¨¢s de 2.000 metros de altitud. Almuerzo temprano. Siesta. A las cuatro, otra vez al agua. Cenas contundentes. A las diez, tras la terapia de grupo con los t¨¦cnicos, a la cama. Control exhaustivo del trabajo, la alimentaci¨®n y el sue?o. Del d¨ªa y de la noche. Tres semanas de encierro monacal. ¡°Aqu¨ª se aprende a sufrir¡±, dice Alfonso S¨¢nchez Bernard, p¨²gil retirado y subdirector del CAR de Sierra Nevada.
¡°ganar una final de nataci¨®n est¨¢ determinado por detalles que rascan una d¨¦cima de segundo¡±.
Un sufrimiento que tiene recompensa. Varias decenas de medallas ol¨ªmpicas nacionales e internacionales de la cita en R¨ªo han contado con estas instalaciones como aliado capital, as¨ª como otros tantos campeonatos mundiales y europeos. Blanca de la Fuente, de 42 a?os, es la responsable del departamento de biomec¨¢nica del CAR de Sierra Nevada. Ha jugado un papel clave en la tecnificaci¨®n de Mireia Belmonte. Hoy pone el foco en los j¨®venes aspirantes a suceder a la campeona. Al borde de la piscina, el disco duro de su ordenador custodia cientos de miles de batidas, giros, impulsos, separaciones de pies y manos de los nadadores espa?oles. ¡°La biomec¨¢nica puede aportar un 1% del rendimiento¡±, dice De la Fuente. ¡°Pero es que muchas veces una prueba de nataci¨®n se gana o se pierde por diferencias de un 0,03%¡±. A media ma?ana, De la Fuente centra su atenci¨®n en Hugo Gonz¨¢lez de Oliveira, 17 a?os, semifinalista en R¨ªo 2016. ¡°El esfuerzo que notas al entrenar en altura es mayor¡±, dice esta promesa de la nataci¨®n espa?ola al salir de la piscina. ¡°Cuando regresas, es un plus que en competici¨®n te puede ayudar a bajar una d¨¦cima¡±.
M¨¦dicos, biof¨ªsicos, ingenieros y matem¨¢ticos dan forma a la obsesi¨®n por las variables org¨¢nicas sometidas a la alta competici¨®n. El doctor Daniel Brotons, jefe de medicina deportiva de Ergodin¨¢mica Cl¨ªnica en Barcelona, mide la evoluci¨®n m¨¦dica y los patrones de rendimiento del exitoso corredor de monta?a Kilian Jornet. ¡°Cada cent¨¦sima de segundo cuenta, y en esa batalla hay muchos intereses en juego¡±, dice el doctor Brotons. ¡°Los l¨ªmites no seguir¨¢n rompi¨¦ndose de manera infinita. Pero la biomec¨¢nica y su evoluci¨®n, junto con nuevas generaciones de deportistas que gen¨¦ticamente parten en situaci¨®n de superioridad, acortan los cronos. La manipulaci¨®n gen¨¦tica queda lejos, pero hay estudios interesantes de este campo en cuanto a la prevenci¨®n de lesiones y alteraciones cardiacas. El dilema de la b¨²squeda del Superman de laboratorio est¨¢ ah¨ª. Espero no llegar a verlo, pero al haber tanto dinero en juego detr¨¢s de los podios resulta dif¨ªcil saber a ciencia cierta si de manera underground no se est¨¢ llegando ya a la zona de sombra del dopaje gen¨¦tico¡±.
Marcus Cooper Walz tiene 22 a?os y es un portento gen¨¦tico para el pirag¨¹ismo. Pero su perfil de emperador romano, el cabello rubio, los ojos azules y las espaldas y brazos herc¨²leos no son un producto de laboratorio. Hijo de alemana y brit¨¢nico, este mallorqu¨ªn nacido en Oxford sorprendi¨® al mundo el pasado verano en la final individual de los 1.000 metros de los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro. Cooper dej¨® que los rivales le fueran pasando para acortar posiciones hacia los ¨²ltimos 250 metros hasta llegar el primero a la meta en una remontada memorable. Nada fue fruto de la improvisaci¨®n. Todo formaba parte de un plan que part¨ªa del potencial del palista, moldeado por el seleccionador nacional Luis Brasero. ¡°Luis me ayud¨® a perfeccionar la estrategia fij¨¢ndose sobre todo en esos ¨²ltimos tramos de sprint para los 1.000 metros¡±, dice Cooper tras una explosiva sesi¨®n a primera hora de la ma?ana con los dem¨¢s integrantes del equipo nacional bajo las ¨®rdenes de Brasero en el madrile?o pantano de San Juan.
El talaverano Luis Brasero sigue desde la motora la estela de los palistas, controlando por GPS velocidades, distancias y tiempos. Corrige el m¨ªnimo cabeceo de las embarcaciones y el ritmo de paladas mediante aceler¨®metros girosc¨®picos monitorizados. Sus obsesiones se llaman ¡°navegabilidad¡± y ¡°flotabilidad¡±, cualidades que m¨¢s valora en un regatista. Vigila al mil¨ªmetro todo lo que sucede tambi¨¦n fuera del agua. Coordina a la nutricionista que regula la alimentaci¨®n de sus hombres, as¨ª como las cargas en el gimnasio, el control m¨¦dico y biomec¨¢nico del rendimiento con el CAR de Madrid y la labor del fisioterapeuta y del psic¨®logo del equipo. ¡°Adem¨¢s de estar fisiol¨®gicamente bien dotado, la determinaci¨®n y la osad¨ªa caracterizan a Marcus¡±, dice Luis Brasero. ¡°Una de las complicaciones del pirag¨¹ismo es que no puedes estandarizar la marca: determinan much¨ªsimo las diferencias el tener el viento de cara o en contra. El v¨ªnculo entre la ciencia y las victorias no es la panacea. La clave es adecuar el esfuerzo a los objetivos¡±.
Como dice Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn del Campo (arriba), entrenador de Eva Calvo, la irrupci¨®n del peto electr¨®nico ha permitido una puntuaci¨®n m¨¢s objetiva. Y ha hecho que Calvo, medalla de plata en R¨ªo 2016, destrone a rivales orientales. La medici¨®n exhaustiva de cada golpe es capital.James Rajotte
Precisi¨®n y control mental. Tambi¨¦n han sido los par¨¢metros elegidos por Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn del Campo, alias Xixo, para impulsar a la madrile?a Eva Calvo, de 25 a?os, a ganar la medalla de plata de taekwondo en R¨ªo 2016. Xixo es el cerebro del gimnasio Olimpia de Legan¨¦s, a las afueras de Madrid. Entre ni?os, canteranos y deportistas de alta competici¨®n, hasta dos centenares de socios entrenan a diario en estas instalaciones municipales bajo las indicaciones del maestro y sus colaboradores. ¡°El taekwondo de 2017 no es el de 1988 ni el de 2000¡±, dice Xixo. ¡°Hay un antes y un despu¨¦s de la introducci¨®n del sistema de petos electr¨®nicos para puntuar los combates, que permiten una medici¨®n m¨¢s objetiva. El papel del ¨¢rbitro solo determina hoy el 20% de los tantos. Los petos deciden el resto. Eso hizo que Eva irrumpiera rompiendo la hegemon¨ªa oriental. Es cierto que hemos desarrollado la tecnificaci¨®n, pero al final, sobre el tapiz, todo se convierte en un juego donde hay que puntuar y evitar que te punt¨²en¡±.
Marco Carreira es el seleccionador nacional de taek?wondo y corrobora la evoluci¨®n de este deporte trazada por Xixo. ¡°El peto electr¨®nico ha supuesto la igualdad. Antes todo estaba m¨¢s basado en la fuerza y en la velocidad de ataque que en la t¨¦cnica. La parte negativa es la infraestructura que lleva montar los sistemas: ordenadores, petacas, cables¡¡±. Como aliados para preparar la cita de R¨ªo, Carreira incidi¨® en el visionado obsesivo de v¨ªdeos de las rivales y en sendas concentraciones en Corea y Tailandia antes de los Juegos Ol¨ªmpicos para sacar a sus luchadores ¡°fuera de la zona de confort de Espa?a¡±. Eva Calvo tambi¨¦n adapt¨® su peso dos meses antes del D¨ªa D mediante deshidrataciones controladas y suplementos de vitaminas, omega 3 y carbohidratos. Pero aquel calvario no es lo que m¨¢s recuerda Calvo sobre el apoyo que le brindan la supervisi¨®n diaria de Xixo y el coaching de Marco Carreira. ¡°Cuando est¨¢s a cierto nivel, lo que marca la diferencia es el estado mental. Y m¨¢s all¨¢ de cualquier indicaci¨®n t¨¦cnica, lo que m¨¢s puedes necesitar es que te den un abrazo en el momento oportuno¡±.
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